A veces adquirimos utensilios nuevos y nos olvidamos de deshacernos de los viejos. O pensamos que necesitamos dos peladores de patatas, tres cucharas de madera y ese montón de espátulas colgando del riel. Simplemente eliminando los duplicados de la cocina, el espacio se transformará inmediatamente.

Cuando desmontes ese conjunto de herramientas, pregúntate: “¿Realmente lo uso?”, “¿Me hace el trabajo más fácil?”. Si la respuesta es negativa, deséchalo sin remordimientos. También es recomendable revisar los cajones y conservar solo las herramientas más cómodas que se usan con frecuencia.

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