Ambas alternativas ofrecen ventajas tanto para las madres y sus recién nacidos, ya que su objetivo es proporcionarle todo lo necesario para que ellos crezcan saludables.

Amamantar tiene el beneficio de dar más anticuerpos que fortalecen contras las enfermedades. La digestión de la leche materna es más fácil y provoca menos diarrea o estreñimiento. Las madres ahorran mucho porque prácticamente es gratis. Genera un contacto más cercano de piel con piel que puede fortalecer el vínculo.

Dar fórmula ofrece un paquete completo adicionado con más vitaminas. Las madres no tienen que seguir una dieta especial, sentir dolor o estresarse por amamantar a sus hijos. Pueden alimentar a sus bebés a la hora que sea y pueden hacerlo la madre, el padre e incluso alguien más. Los bebés suelen comer menos que los que son amamantados porque obtienen lo necesario en menos cantidad.

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