Un día, llevé a mi hija de 8 años a mi oficina. En cuanto cruzamos el umbral, rompió a llorar. Mientras el personal, preocupado, la rodeaba, le pregunté a mi hija qué había pasado. Y me dijo, sollozando: “Papá, ¿dónde están todos los payasos con los que dijiste que trabajabas?”. © Dadsaysjokes / Twitter
Estaba con mis hijos en un supermercado donde soy cliente habitual y todos me conocen. Había un montón de gente y, de repente, el más pequeño, que entonces tenía 5 años, gritó a toda fuerza: “¡Cómprame algo, que ya no puedo comer más los pasteles de hace tres semanas!”. Se hizo un silencio absoluto en el supermercado, todos se pusieron a buscar con la mirada a esa mala madre. Me reí nerviosamente, explicando que no le daba de comer pasteles, en absoluto. Más tarde, le pregunté qué era eso: “¿Por qué decidiste gritar sobre los pasteles, especialmente de los de hace tres semanas?”. Y mi hijo me dijo: “Era una broma”. © Larisa Ivanovna / Genial.guru

Comentarios sobre el artículo «12 Evidencias de que la inocencia de los niños es lo mejor que le pasó al mundo»