Llegué al departamento y vi que el inquilino había pintado el pasillo de azul oscuro y el piso de rojo brillante. Incluso me llamó el 28 de diciembre por la mañana para decirme que el apartamento se había incendiado. Pero esto fue una broma. © Regina Turova / Facebook
Durante los últimos 5 años he puesto en renta un departamento (heredado). A lo largo de los años, finalmente he perdido la fe en las personas, así como la confianza en ellas.
Aquí hay un caso: una vecina me llamó y me preguntó si era normal que un inquilino sacara los aparatos electrónicos del departamento. Yo dije que no. Le pedí que anotara el número del auto y con mi esposo fuimos al departamento. Afortunadamente llegamos a tiempo; los inquilinos tardaron mucho para sacar la lavadora. Les pregunté por qué estaban robando las cosas. La respuesta me mató: “Bueno, podrán comprar más, tienen un departamento extra para alquilar”. Hicimos la denuncia correspondiente.
O este otro: cerca de la noche, la inquilina me llamó. Me dijo: “Te envié una cuenta por 120 USD y un número de tarjeta. Deposítame el dinero, compré el papel tapiz”. Le dije que no podía hacer ningún tipo de reparación sin aprobación previa y que debería devolver lo que había comprado. Empezó a protestar diciendo que ya había comprado todo y que estaba esperando el dinero. Fui a ver ese papel tapiz y definitivamente no podía llamarse hermoso, así que insistí en que lo devolviera. © Oídoporahí / Ideer
Alquilaba una habitación a una familia. El esposo resultó ser un mal tipo, y al final les pedí que se mudaran. ¡La mujer y el hijo encontraron un nuevo hogar para ellos y me dijeron que me dejarían a su hombre! Que hiciera con él lo que quisiera. Me quedé atónita: ¡yo no quería tanta “felicidad” en absoluto! Tuve que contactar a mis parientes para que me ayudaran a desalojarlo. © Yanna Staroselskaya / Facebook

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