13 Cosas que hacemos creyendo que ahorramos, pero la realidad es que nos hacen gastar más
La mayoría de nosotras intentamos crear rutinas en casa para evitar compras constantes y creemos que de esa manera solo estamos invirtiendo en lo necesario, ¿verdad? Pero, lo cierto es que quizás nos hemos equivocado al respecto, y en lugar de minimizar los gastos los volvemos mayores.
Bella y Genial sabe que el ahorro es superimportante para ti y queremos revelarte algunos hábitos domésticos que te hacen gastar más sin que te des cuenta. Al estar enterada podrías mejorarlos y llenar más rápido tu cochinito.
1. Comprar productos cosméticos para todo
Ciertos productos para el cuidado de la piel, como sueros, tónicos limpiadores y cremas para el acné, pueden ser dañinos si se usan demasiado. Pero incluso si no tienes problemas con eso, el exceso de la cantidad de productos diversos no los hará más efectivos y gastarás una fortuna. Para el rostro y la zona del escote, 1/4 de cucharadita de cualquier crema será suficiente.
2. Comprar demasiados productos químicos
Examinamos las etiquetas de los productos químicos en la tienda y nos dimos cuenta de que muchos de ellos tienen una composición similar. Entonces, ¿para qué pagar más si podemos limitarnos a unos cuantos productos comprobados para diferentes tipos de superficies? En algunos casos, los productos de limpieza se reemplazan perfectamente con opciones baratas y ecológicas, como el vinagre y bicarbonato de sodio.
3. Utilizar trapos “especiales” para limpiar
Todos los trapos funcionan bajo el mismo principio: las fibras retienen la humedad y los espacios entre ellas recogen la suciedad. Se tiene que prestar atención únicamente a la estructura del tejido, y no a algún superefecto escrito en una tipografía llamativa en el empaque. No perderás nada si compras trapos sencillos para limpiar o cortas algunas camisetas viejas. Los trapos más duraderos se obtienen de un tejido de doble capa de felpa.
🧹 Cuando me pongo a limpiar, llevo solo dos cosas conmigo: un trapo esponjoso para limpiar el polvo y un par de trapos de algodón para las superficies de vidrio. De lo contrario, ningún tipo de microfibra puede lidiar con ello.
4. Dejar los dispositivos electrónicos suspendidos
Los electrodomésticos que apagas pero no desenchufas del tomacorriente continúan consumiendo electricidad. Esto es especialmente cierto para los dispositivos con elementos iluminados: televisor, reproductor de DVD, horno microondas, etc. El consumo de un dispositivo, por supuesto, no es mucho, pero hay muchos en el apartamento y, como dicen, de centavo en centavo se llena la alcancía. Definitivamente vale la pena apagar el equipo, al menos antes de un largo viaje.
💡 En un departamento desocupado, vale la pena desconectar la computadora y el módem. Claro, hay que pagar por la luz y hacer las lecturas de consumo, pero me di cuenta de que se consumen unos 5 kW h al mes. Al desconectar todo, el consumo es de cero.
5. Comprar la despensa de siempre
Es muy común que los días que vamos a surtir los comestibles lo hagamos en automático, sin checar lo que sí hay o lo que está por caducar. Aunque no lo creas, revisar antes de comprar la despensa te ayuda a una constante organización de lo necesario para tu hogar y evita que inviertas tu dinero en productos que ya tienes o que realmente no te hacen falta.
6. Llenar el refrigerador de productos
Ni siquiera se trata de que la comida se eche a perder, porque no hay tiempo de comerla. En un refrigerador lleno, la circulación normal del aire se interrumpe y los alimentos no se enfrían bien. Y con un estante superior apretado, la carga en el compresor aumenta, lo que hace que el refrigerador consuma más electricidad.
7. Comprar productos fuera de temporada
Las frutas y verduras se caracterizan por su estacionalidad, la cual no solo influye en la calidad del sabor, sino también en su costo. Tal vez hayas notado que, en invierno, algunos productos se venden a un sobreprecio considerable, pero en verano cuestan unos cuantos centavos. Si compras a un bajo precio productos de temporada y los congelas, evitarás gastos innecesarios.
8. Encender la calefacción al máximo
No es necesario aumentar el nivel de calor en la caldera o en los radiadores por temor a resfriarte, ya que el frío moderado es beneficioso para la salud. Por la noche, no tiene sentido ajustar la temperatura mucho más arriba de 18 °C; este es el nivel óptimo para un sueño confortable.
Un buen método para no pagar de más por la calefacción es colocar radiadores con reguladores especiales. En algunos casos, el ahorro alcanza hasta un 40 %.
🌡️ En mi casa, todos los radiadores están equipados con termorreguladores. Es muy práctico. Abro la ventana para que se ventile, los termorreguladores se encienden y mi hogar nuevamente alcanza la temperatura adecuada. Si la temperatura es confortable, entonces los radiadores apenas trabajan.
9. Limpiar con frecuencia
La lavadora puede arruinar los tejidos y reducir el tiempo de vida de las prendas; además, cualquier limpieza crea fricción, lo que destruye las fibras. No obstante, muchas personas continúan lavando la ropa ya limpia y cada mes lavan las cortinas y limpian las alfombras. Como resultado, no solo se pierde mucho tiempo, sino también dinero en productos de limpieza, agua y electricidad. Pero, en realidad, muchas cosas del hogar no necesitan limpiarse con tanta frecuencia.
10. Pagar por lo que tú mismo puedes hacer
Por supuesto, es mejor confiar las reparaciones serias a profesionales, pero puedes hacer algunas tareas domésticas tú mismo y ahorrar dinero. Estamos hablando de reemplazar luces e interruptores, rellenar juntas, sellar ventanas y muchas otras cosas por las que estamos acostumbrados a pagar.
⌚ Mi profesor en la universidad me dio el mejor consejo para ahorrar: “Antes de pagar por el trabajo de alguien, calcula cuánto ganas a la hora y cuánto gastarías si tú mismo haces el trabajo”. Lo entendí cuando coticé una limpieza para mi sofá. En una hora de trabajo, el limpiador cobraba lo mismo que yo ganaba en 5 horas. Así que, ahora, yo misma limpio mis muebles y también me toma solo una hora.
11. Colocar duchas y grifos potentes
Debido a los viejos y derrochadores modelos de duchas, en un minuto podemos gastar hasta 19 litros de agua. Mientras tanto, con regaderas especiales, esta cifra puede ser solo la mitad. Si todas las mañanas tomas una ducha de 5 minutos, lo más probable es que tu ahorro semanal sea de 350 litros. Para los grifos existen aireadores especiales con los cuales el consumo de agua se reduce en 2 o 3 veces.
12. Reparar algo que se descompone frecuentemente
Antes de llevar un electrodoméstico descompuesto al centro de reparación, es mejor calcular si no es más barato comprar uno nuevo. Si ya ha transcurrido la mitad de su vida útil y el costo de las reparaciones supera el 50 % del precio de uno nuevo, no es rentable reparar el aparato viejo.
🧼 Mi antigua lavadora me hizo gastar mucho dinero. Primero se tenía que cambiar el tambor, luego la unidad de control, luego los filtros. Habiendo gastado ya una cantidad decente en reparaciones, tomé una calculadora. Las reparaciones me habían costado lo mismo que una lavadora nueva. La calidad del lavado se deterioró, tenía que aplicar 2 enjuagues para que no quedara detergente en la ropa. Regalé mi vieja lavadora y me compré una nueva que ha estado funcionando fielmente durante 4 años.
13. Adquirir aparatos especiales
Las ollas arroceras, las panificadoras, las freidoras, las parrillas, los generadores de vapor, las aspiradoras y muchos otros electrodomésticos cuestan mucho, pero no siempre valen la pena. A menudo, compramos una costosa novedad después de ver un comercial o por la recomendación de alguien, y luego olvidamos el aparato y simplemente se queda acumulando polvo en el armario.
🍳 Con la hervidora de huevos, era necesario ajustarla para cada huevo, de lo contrario, no funcionaba. Me tenía harta. También tengo peladores de manzanas, recolectores de cerezas, una marinadora y una máquina para hacer yogur. Todo esto, naturalmente, está acumulando polvo en la alacena.
¿Qué haces para ahorrar más en menos tiempo?