11 Errores a la hora de cocinar que muchas cometemos y cómo evitarlos
Vaya que cocinar es todo un arte que todas queremos dominar porque ¿A quién no le gusta comer algo delicioso? Y vamos por ahí buscando secretos que mejoren nuestras recetas y nos ayuden a evitar todos esas equivocaciones que arruinan el sabor. Pero, a veces, la clave no se encuentra en procedimientos complicados, sino en detalles sencillos que le dan el toque perfecto.
En Bella y Genial también nos encanta la comida apetitosa y traemos para ti algunos consejitos simples con los que puedes esquivar esos errores en la cocina para que tus platillos lleguen al siguiente nivel.
1. Colocar los ingredientes en la cacerola cuando aún está fría
Un error muy común es colocar los alimentos en la cacerola cuando aún está fría, lo que hace que absorban más grasa. Lo ideal es siempre calentar primero los utensilios, poner aceite y, mientras se calienta, ir agregando los ingredientes. Por supuesto, hay excepciones, como cuando preparamos tocino.
2. Utilizar el mismo cuchillo para cortar todos los alimentos
Aquellos que piensan que se están ahorrando trabajo al utilizar un solo cuchillo para preparar cualquier plato están equivocados. Usar el cuchillo correcto para cada corte hace que todo el proceso sea más fácil y rápido. Para cortar carne, elige un cuchillo grande; para las verduras, frutas e incluso para deshuesar un ave, opta por un cuchillo chico; para cortar pan, el cuchillo de sierra es ideal.
3. Cocinar carne congelada
Es muy común ver a la gente sacando un trozo de carne del congelador y poniéndolo al fuego, al horno o a la parrilla. Este es un gran error, ya que el interior de la carne puede tardar más en cocerse que el resto, además de que necesitará más tiempo para estar lista completamente. Por eso es recomendable descongelar la carne con alguno de estos métodos según el corte, el tamaño y la cantidad.
4. Usar el tipo de aceite incorrecto
¡No todos los aceites de cocina son iguales! Algunos son perfectos para freír y saltear, mientras que otros toman un sabor rancio si se utilizan a altas temperaturas. El aceite de oliva puro es más ligero en sabor y color, pero no en calorías, y es ideal para cocinar a fuego alto y para hacer vinagretas. El aceite de oliva extra virgen, en cambio, es más robusto y no es apto para cocinar, pero es excelente para preparar salsas.
El aceite de girasol es el más adecuado para freír, asar y hornear. El de soya es ideal para hacer salsas, sofritos y pastas. El de maíz es más suave y se usa para hornear, asar y preparar pasteles y panes. El aceite de canola contiene omega 3 y se puede usar para hornear, asar, freír y sazonar ensaladas.
5. Cocinar las verduras mojadas
Nos han enseñado que es vital que todo lo que vayamos a cocinar esté bien lavadito para eliminar bacterias y suciedad. Así que no lo pensamos dos veces, lavamos y a la cazuela. Pero esto nos da como resultado que las verduras pierdan textura y sepan correosas. Lo recomendable es secarlas después de lavarlas para conservarlas limpias y con todo el sabor.
6. Cortar la carne apenas termina de asarse
Además de condimentar la carne apenas la sacamos del refrigerador, otro error muy común es cortarla tan pronto como se termina de asar. Lo recomendable es dejarla reposar unos minutos después de sacarla del horno o del fuego, ya que el calor dentro de la carne ayuda a terminar la cocción y garantiza su jugosidad.
7. Agregarle aceite (el que sea) al agua en la que vas a cocinar la pasta
¡Este es un mito que hay que desechar! Agregar aceite al agua de la pasta no solo no impide que la masa se pegue a la olla, sino que además puede hacer que la pasta se vuelva más pesada, lo que dificulta la adherencia de la salsa. Esto se debe a que la grasa no se mezcla con el agua.
8. Desechar el agua en la que se cocina la pasta
Generalmente acostumbramos a tirar el agua en la que la pasta se cocinó. Este es un gran error, pues esa agua sirve para que la salsa sea más consistente y sabrosa. Es, pues, recomendable pasar este líquido a un recipiente y mezclarlo con la salsa, que se volverá más espesa.
9. No probar la comida durante la preparación
¡No hay nada de malo en probar la comida mientras estás cocinando, siempre que haya unas condiciones de higiene idóneas! Es importante comprobar si el aderezo es bueno, o si la carne, las pastas, en fin, lo que estés preparando, están en el punto y la textura adecuados. Esto te permite evitar errores y te da tiempo de corregir y arreglar tu receta.
10. Cortar la cebolla de la forma equivocada
¿Se te salen las lágrimas de solo pensar en cortar cebolla? Esto sucede cuando la cortamos en rodajas, rompiendo así sus células, y haciendo que libere gases que al combinarse con las lágrimas, provocan ardor en los ojos.
Afortunadamente, hay una solución para ello: ¡cortarla de manera adecuada! Asegúrate de usar un cuchillo fino y bien afilado. Ahora sigue la dirección de la fibra de la cebolla, esas rayas que van desde la raíz hasta el tallo, cortando en tiras (corte en Juliana). Esto te garantizará menos producción de gases irritantes, ¡adiós a las lágrimas!
11. Revolver el arroz
¿Conoces el famoso dicho “menos es más”? Pues bien, para ver cómo está, o incluso para probarlo, algunas personas cometen el error de revolver el arroz, y con eso, lo único que logran es dejarlo aún más húmedo. Esto se debe a que el simple hecho de mezclar el arroz libera almidón, y además el grano se rompe.
Así, para que quede bien suelto, debes evitar revolverlo mientras se cocina. Por otra parte, debes utilizar la cantidad adecuada de agua —generalmente una medida o dos de agua por una de arroz, según el tipo de grano— y esperar el tiempo de cocción sin revolverlo, es decir, un promedio de 20 a 30 minutos para el arroz blanco, y alrededor de 45 minutos para el arroz integral.
¿Qué otro consejo cambió la forma en la que cocinabas tus alimentos para siempre?