10 Errores que hacen que nuestra casa luzca desordenada y cómo evitarlos
La mayoría del tiempo solemos encargarnos de mantener los espacios comunes limpios y decentes, pero, con las prisas, a veces solo podemos hacer una parte de la limpieza necesaria. A la larga, nuestro hogar puede verse sobrecargado y sucio. Sin embargo, lograr una apariencia fresca es cuestión de cambiar pequeños hábitos relacionados con la organización, en lugar de pasar horas con trapos y detergentes.
1. Usar el refrigerador como mensajería
Colocar notas en el refrigerador es algo muy común para dejar un mensaje, así como el hecho de decorarlo con cosas pequeñas del día a día. Sin embargo, esta práctica no solo no es garantía de que el mensaje será visto, sino que a medida que se van acumulando notas, junto a los imanes o calendarios, el espacio queda sobrecargado de objetos innecesarios y apuntes viejos.
Mejor opta por un lugar común de la casa para dejar los mensajes o cuentas pendientes, y desecha todo una vez que ya no se necesite. Además, deja solo una cantidad mínima de imanes en el refrigerador.
2. Confundir limpio con organizado
Es muy común confundir orden con limpieza. Que un espacio esté limpio no quiere decir que necesariamente esté ordenado, ya que puede encontrarse con acumulación de muchos objetos o cosas fuera de lugar. Asegúrate de encontrar un sitio para cada artículo, lo que no solo hará que sea menos probable que muchos de estos se acumulen, sino que también ayudará a evitar la desorganización.
3. Acumular objetos en la cocina
La cocina es uno de los espacios centrales del hogar, por lo que es de suma importancia mantener su orden y limpieza. Uno de los vicios más comunes a la hora de descuidar su estabilidad es la de acumular objetos en la encimera, lo cual perjudica el espacio necesario a la hora de trabajar en tal lugar.
4. No dejar las cosas cerca de donde realmente vamos a utilizarlas
Una premisa común del desorden es el colocar las cosas lejos del lugar de donde las requeriremos. Esto no es funcional. ¿Por qué dejaríamos un zapato en la sala de estar si solemos ponérnoslo en la habitación? Es mejor aplicar la funcionalidad y guardar los objetos en donde los empleamos con frecuencia para evitar cualquier tipo de confusión o dispersión innecesaria.
5. No diferenciar entre basura y desorden
Muchas veces puede ser confuso el identificar si un objeto es parte del desorden o algo que podría desecharse. Para ello es importante diferenciar el tiempo o etapa de uso y la utilidad del producto. Por ejemplo, si tenemos ropa vieja o juguetes de cuando éramos niños, podemos considerar donarlos. Y si hay elementos que ya no coinciden con nuestra vida actual, como cuadernos viejos de la escuela, entonces deberíamos poder tirarlos.
6. Descuidar el garaje
Es una costumbre que el garaje, además del espacio para guardar el auto, termine haciendo también de depósito de cosas que ya no utilizamos. Esto lleva a que se vea normalmente desordenado y poco cuidado, por lo que conviene observar el espacio disponible y analizar bien qué es realmente necesario y qué se puede desechar.
7. Sobrecargar armarios y cajones
Los armarios y cajones son componentes esenciales a la hora de pensar en el orden de un hogar, ya que ahí guardamos lo que usamos en nuestro día a día. Dejarlos desordenados y con toda la ropa tirada y dispersa puede ser muy contraproducente a la hora de pensar en nuestra organización cotidiana.
Colocar siempre las cosas en su lugar y dejar la ropa que más comúnmente utilizamos a mano (como los outifts para el trabajo o la escuela) son buenas opciones para crear un espacio más ordenado y funcional.
8. Dejar cosas acumuladas junto a la cama
Cuando terminamos nuestro día cansados y agobiados, es normal dejar nuestras cosas abarrotadas al lado de la cama. Pero la pereza de ese momento de cansancio puede llevarnos a estar más sobrecargados a la hora de proseguir con la rutina y a hacer que la cama luzca atestada y desordenada. Mejor guarda todo en su lugar para no lamentarlo más adelante.
9. Decorar demasiado las paredes
Decorar las paredes puede ser una idea atractiva capaz de darle vida a un hogar. Sin embargo, cuando se sobrecargan de demasiados cuadros, fotos y estanterías, lejos de ser funcionales, los muros pueden verse saturados. Con un elemento atractivo que más o menos destaque y haga realzar el resto, basta y sobra para dar un toque único al espacio hogareño.
10. Amontonar más de la cuenta
Apilar muchas cosas arriba de otras no quiere decir que necesariamente estén ordenadas. Una torre de libros o camisetas sobre el escritorio, por muy bonita que se vea, no deja de ser una torre de libros o camisetas. Mejor apilar en menor cantidad y en espacios más distribuidos para poder encontrar aquello que buscamos con mayor facilidad.
11. Tener demasiadas almohadas sobre la cama
Tener muchas almohadas en la cama, no solo hace más difícil la tarea de hacer la cama, también hace que el cuarto se vea sobrecargado de cosas. No necesitas deshacerte de todas. Puedes distribuir algunas en otras partes de la casa. Pero trata de dejar en tu cuarto solo unas cuantas, o las que vayas a ocupar.
¿Qué área de tu hogar te causa problemas por el desorden?