14 Tareas inútiles de casa que no tiene ningún sentido seguir haciendo
¿Has notado lo mucho que nos consumen las tareas domésticas como limpiar, cocinar y lavar los platos? Aunque para algunas puede ser menos extenuante, lo cierto es que siempre hay alguna tarea que podría ser eliminada sin problema. Así que, para que puedas disfrutar de tu tiempo libre en otras actividades más interesantes, aquí te contamos qué tareas domésticas son inservibles y qué otras podrías dejar de hacer con tanta frecuencia.
1. Remover la suciedad de las juntas entre los azulejos
¿Te has arrastrado por el piso con un cepillo de dientes para limpiar las juntas de los azulejos?A veces parece que es un trabajo sin fin. Antes de empezar a limpiar, las juntas no se veían tan mal, un poco sucias pero nada que llamara la atención. Pero al limpiarlas, algunas quedan blancas y otras oscuras, destacando defectos que antes pasaban desapercibidos. Además, se gasta mucho tiempo, esfuerzo y productos químicos.
Sin embargo, hay trucos para evitar esta tarea tan tediosa. Puedes aplicar un sellador en las juntas una vez al año o simplemente pasar una vela de parafina a lo largo de ellas. Así podrás ahorrar tiempo y energía para hacer otras cosas.
2. Limpiar la estufa y las hornillas después de usarlo
Para limpiar manchas y rayas frescas en una encimera, basta con usar un paño húmedo. Es recomendable limpiar la encimera una vez por semana y las rejillas mensualmente, evitando el uso de productos químicos domésticos agresivos que puedan dañar el revestimiento.
Se sugiere limpiar el horno solamente de 3 a 4 veces al año. Debido a que los alimentos no entran en contacto con las superficies, la mayoría de los gérmenes son eliminados por la alta temperatura del horno. Para evitar tener que limpiar las salpicaduras de aceite de las paredes, es recomendable cubrir el horno con papel de aluminio y cambiarlo cuando se ensucie.
3. Doblar la ropa interior
Los calzones normales se pueden guardar fácilmente en un cajón junto con otras prendas, mientras que la ropa interior de encaje fino es más propensa a rasgarse, por lo que es mejor enrollarla con cuidado y guardarla por separado.
4. Lavar las ollas y sartenes de hierro
El hierro fundido es propenso a la oxidación debido al agua y no necesita detergentes para su limpieza. Para evitar que los alimentos se peguen, se recomienda usar la sartén con más frecuencia y “aceitarla” en lugar de fregarla después de cada uso. En la mayoría de los casos, es suficiente retirar los restos de comida con papel, agregar aceite en el fondo y guardar la sartén para el próximo uso. Este método es el mismo que solían utilizar nuestras madres y abuelas, y sus utensilios de cocina de hierro fundido les duraron décadas.
En caso de mucha suciedad, se puede lavar la sartén, pero se debe secar de inmediato con un paño y guardarla lejos del agua.
5. Lavar las cortinas muy seguido
¿Con qué frecuencia se deben lavar las cortinas? Muchas personas piensan que es antes de cada fiesta, pero en realidad se recomienda hacerlo una vez cada seis meses en promedio. Sin embargo, si no hay animales en casa o las ventanas no están expuestas a una calle con mucho tráfico, se pueden mantener limpias por más tiempo.
Lavado tras lavado, las cortinas pueden perder su color y forma original. Por eso, en lugar de lavarlas con frecuencia, se pueden aspirar de vez en cuando sin quitarlas de la barra. Además, el uso de un limpiador de vapor es otra opción excelente para eliminar la suciedad y darles un aspecto fresco.
6. Pulir los muebles de madera
Según los expertos, es recomendable pulir con aceite y cera solo los muebles que ya están cubiertos previamente por estos productos, lo que suele ser el caso de antigüedades y artículos de diseño costosos. Para el resto de los muebles, la limpieza frecuente puede desgastar el acabado y hacer que se ensucien y se desluzcan rápidamente.
En cambio, se sugiere aplicar agentes abrillantadores un par de veces al año y, el resto del tiempo, limpiar las superficies con un paño húmedo para eliminar manchas y suciedad en lugar de lavar todo el mueble de arriba abajo.
7. Planchar con frecuencia la ropa y las sábanas
Imagina cómo puedes facilitar tu vida comprando ropa hecha de materiales que no se arrugan, como mezclilla, spandex, lana, cachemira y lyocell. También existen tejidos de “planchado permanente” que, en teoría, no necesitan ser planchados, y los reconocerás por la etiqueta con la inscripción “planchado permanente”.
Pero incluso si la prenda está arrugada, hay formas de evitar plancharla. Por ejemplo, puedes colgar la ropa que aún esté ligeramente húmeda en un gancho.
8. Lavar todos los comestibles
Si en el paquete de verduras o lechugas se indica que están listas para consumir, no es necesario lavar cada hoja. Lavarlas no las hace más limpias, pero podría contaminarlas con patógenos del fregadero u otras superficies de la cocina.
Además, no es necesario lavar la carne, ya que el agua no puede eliminar los gérmenes y las bacterias. La cocción es el único tratamiento térmico efectivo para eliminarlos.
Por otro lado, para limpiar las setas se recomienda utilizar una toalla de papel seca. Lavándolas, las setas se estropean más fácilmente, cambian su sabor y sueltan más líquido al freírlas.
9. Secar los platos con una toalla
Los paños de cocina que parecen limpios pueden contener flora patógena y dejar pelusas en los platos. Es más higiénico dejar que los platos se sequen solos. Enjuagar los platos antes de ponerlos en el lavavajillas es otra tarea inútil. A menudo, es suficiente eliminar los restos de comida. Consulta las instrucciones del lavavajillas, ya que es posible que no sea necesario enjuagar los platos antes de lavarlos.
10. Limpiar el desagüe y tuberías
Es importante recordar que los limpiadores de desagües domésticos contienen productos químicos fuertes que pueden disolver tanto obstrucciones como tuberías. Aunque puede ser necesario usar un limpiador si el desagüe está obstruido, verter el producto “por si acaso” no es necesario y puede ser peligroso.
11. Lavar demasiado las teteras y cafeteras
Según los expertos, los residuos de café en las paredes de la taza pueden mejorar el sabor de la bebida, y muchos amantes del café están de acuerdo con esta afirmación. Lo mismo ocurre con el té, ya que el tanino que se absorbe en las paredes de los utensilios puede hacer que su sabor sea más rico e intenso. En lugar de lavar los tazones y teteras de las máquinas de café, puedes simplemente enjuagarlas con agua.
12. Fregar a mano las superficies sucias o manchadas
Para llevar a cabo la tarea de limpieza de manera eficiente, a menudo aplicamos productos de limpieza en las superficies y procedemos a fregar inmediatamente. Sin embargo, si se le da más tiempo, se necesitará hacer mucho menos limpieza. Esta es una técnica comúnmente utilizada por los trabajadores de limpieza en hoteles y lavaplatos en establecimientos de restauración.
De manera similar, la eliminación de manchas rebeldes en la ropa puede ser abordada mediante el remojo en un detergente antes de ser lavada. Aunque es una pequeña medida, puede ahorrar el trabajo de tener que frotar las manchas a mano si no se eliminan.
13. Aspirar y lavar todo el piso con frecuencia
Para mantener una casa limpia, es suficiente aspirar y fregar el suelo una vez a la semana, y abordar los desórdenes puntuales a medida que surjan. Por ejemplo, una mancha en el suelo puede ser limpiada con un paño en lugar de limpiar todo el suelo de la casa.
Limpiar constantemente debajo de la mesa de centro o trapear habitaciones vacías cada semana puede ser una molestia innecesaria, ya que estas áreas no acumulan polvo con frecuencia. Los espacios que se visitan con poca frecuencia, como habitaciones de invitados, se pueden limpiar una o dos veces al mes. Sin embargo, si hay niños pequeños o mascotas en la casa, es probable que se necesite una limpieza más frecuente.
14. Pelar las verduras antes de hervirlas o cocerlas
Las cáscaras de frutas y verduras contienen grandes cantidades de fibra, antioxidantes y otras sustancias beneficiosas que a menudo desechamos. Esto significa que estamos desperdiciando el dinero que pagamos por la comida, así como el tiempo que se tarda en pelarla.
Se recomienda no pelar verduras como papas, zanahorias y calabacines, a menos que se vayan a hacer puré. De esta manera, se puede ahorrar tiempo y descubrir nuevos sabores en alimentos familiares. Por supuesto, hay excepciones para las verduras y frutas que tienen una cáscara dura, como la calabaza y las batatas.
Pero no solo identificar qué tareas podemos eliminar en nuestro día a día nos ahorrará tiempo, también saber cómo hacer que las cosas de la casa luzcan nuevas y limpias, qué detalles pueden hacerla ver sucia y qué renovaciones duraderas podemos hacer. Sin olvidar, que debemos conocer también qué practicas contaminan nuestro hogar y qué artículos debemos de tirar para tener más espacio y menos cosas qué limpiar.