19 Cosas que es mejor botar y no guardar porque solo acumulan polvo
¿Te ha pasado que guardas tantas cosas que ya ni siquiera usas o que no funcionan? Si te declaras culpable, no te preocupes, esta es la señal que necesitabas para, de una vez por todas, hacer una depuración de esas tazas, plumones, ropa y cosméticos que ya no te sirven. Mantener un espacio limpio y libre de tantos objetos te ayudará a sentirte menos estresada y agotada. Créenos, no lo decimos nosotras, lo dice la ciencia.
1. Cables viejos
A medida que avanza la tecnología, tendemos a poseer más dispositivos y más cables junto con ellos. El problema es que no solemos deshacernos de los cables, porque esperamos que nos sean útiles de alguna otra forma. Por lo general, este momento nunca llega y estos viejos cables se siguen acumulando en los cajones. Es mejor organizarlos, dejar los necesarios y reciclar el resto.
2. Protector solar del año pasado
Imprescindibles en el verano, los tubos de protector solar a veces se olvidan en los estantes durante muchas temporadas. Es importante asegurarse de que la crema no haya caducado, de lo contrario, dejará de ser eficaz. Normalmente, los protectores solares duran hasta 3 años. Si no puedes encontrar la fecha de vencimiento en el envase, al menos puedes escribir la fecha de compra en la botella tú misma.
3. Revistas viejas, cupones vencidos y manuales de instrucciones
Todos estos productos de papel innecesarios solo abarrotan nuestros hogares, los hacen polvorientos y ocupan espacio. A menos que sea un recibo importante que puedas necesitar para un reembolso de impuestos, o una edición exclusiva de una revista, es mejor reciclar el resto. Además, comprueba si los manuales de instrucciones antiguos son de alguna utilidad para ti, ya que la mayoría de ellos ahora están disponibles en línea e incluso tienen tutoriales en video.
4. Calcetines sin par
Otros artículos innecesarios que continúan acumulándose en nuestros hogares son los calcetines que han perdido su par. Incluso podríamos tener una canasta especial para ponerlos, con la esperanza de que algún día encontraremos a su compañero para poder utilizarlos nuevamente. Puedes darles un uso más creativo y convertirlos en decoraciones interesantes o en juguetes para niños y mascotas.
5. Papelería y suministros de oficina
Plumas, marcadores, reglas, notas adhesivas, cinta adhesiva, calculadoras: podríamos recibirlos como regalo o como complemento de nuestras compras, y luego volver a casa y ponerlos en cajones, esperando poder usarlos algún día. Si tienes cosas como estas y te das cuenta de que no las has tocado durante más de un año, es mejor donar suministros de oficina desempaquetados a una organización benéfica.
6. Especias que expiraron hace mucho tiempo
Las especias tienen una fecha de caducidad que ronda los 2 o 3 años. Por lo tanto, ¡limpiar tu cajón de especias es totalmente imprescindible! Puedes aprovechar esta oportunidad para organizar tus especias en bonitos frascos y escribir los nombres y la fecha de compra en cada uno de ellos. En cuanto a los artículos viejos, puedes reutilizarlos agregándolos a tu propio jabón casero o haciendo bolsitas que esparcirán un agradable aroma por la casa.
7. Demasiadas tazas
Las tazas son un regalo bastante popular, por lo que con el tiempo podríamos darnos cuenta de que tenemos muchas, tantas que ni siquiera usamos la mayoría de ellas. Este tipo de “colección” puede ocupar demasiado espacio, que podríamos utilizar para algo más necesario, por lo que es mejor regalar estas tazas a los niños o simplemente donarlas.
8. Agendas, diarios o cuadernos no utilizados
La gestión del tiempo es algo necesario en el mundo moderno, y varias agendas nos ayudan a realizar un seguimiento de nuestras actividades. Pero a veces simplemente no podemos evitarlo y compramos otro cuaderno hermoso y nunca escribimos nada en él. En lugar de dejarlo en el cajón de tu mesita de noche, puedes usarlo como regalo para alguien que ama escribir en un diario o hacer garabatos.
9. Velas y demasiados recuerdos
Los detalles de decoración correctamente colocados pueden brindarle un aspecto especial a tu habitación, haciéndola más acogedora o elegante. Demasiada variedad o demasiadas chucherías al azar solo harán que se vea todo desordenado. Si algunas de las cosas tienen un valor sentimental para ti, puedes organizar un estante especial o un aparador para ellas y así mantener todo en un solo lugar.
10. Condimentos olvidados en el refrigerador
Un tarro de mostaza que está demasiado picante o un kétchup que no te gusta a veces se quedan en el estante de la puerta del refrigerador, esperando un momento mejor. Después de un tiempo, tienden a ser olvidados o a pasar inadvertidos, mientras ocupan mucho espacio ahí dentro. Antes de su fecha de vencimiento, puedes regalar estas salsas a tus amigos o familiares, si las encuentran sabrosas.
11. Zapatos desgastados o que te causan dolor
Los zapatos que son incómodos o que ya están deformados pueden torturar tus pies, en lugar de hacerte sentir bien. No te darán el apoyo necesario y pueden hacer que el pie se mueva demasiado, lo que podría provocar rozaduras, ampollas o incluso hacerte sangrar. Los zapatos que ya no te quedan y que todavía están en buen estado se pueden vender, mientras que los realmente viejos se pueden reciclar.
12. Platos astillados
No importa cuán hermoso o precioso sea el plato, es mejor no comer en él si está astillado o tiene grietas. Al lavarlo, el agua puede entrar en las grietas y provocar el crecimiento de bacterias. Además, la grieta solo se agrandará con el tiempo. En su lugar, puedes realizar algunas decoraciones creativas usando estas piezas.
13. Artículos de tocador que trajiste a casa de tus vacaciones
Es posible que deseemos llevar a casa los obsequios de los diferentes hoteles en los que nos hospedamos durante nuestras vacaciones. No es una mala idea, si tienes la intención de utilizarlos más adelante. Si sigues acumulándolos y colocándolos por todo el baño, es mejor recordar que también tienen fecha de caducidad y que deben usarse.
14. Bolsas de plástico
A menudo las traemos a casa desde la tienda de comestibles, y creamos una gran pila con el tiempo. Debes juntarlas todas y reciclarlas, de esa manera obtendrás más espacio en tu hogar. Además, para contribuir al medio ambiente, puedes cambiar a bolsas de supermercado reutilizables. Aquellas hechas de tela, por ejemplo.
15. Viejos juegos de mesa que no utilizas
Los juegos de mesa son divertidos cuando quieres pasar tiempo creando lazos afectivos con tu familia o amigos. Pero una vez que te das cuenta de que ya no los necesitas, no sirve de nada aferrarse a ellos. Aquellos que tienen un significado especial para ti se pueden conservar para un buen recuerdo, pero el resto se pueden donar a los niños.
16. Tarjetas de felicitaciones antiguas
Cumpleaños, Navidad, Pascua, Día de Acción de Gracias o cualquier otra ocasión especial son momentos en los que tienes la oportunidad de recibir tarjetas de otras personas. Algunas de ellas pueden ser realmente lindas, pero en realidad, no las miramos muy a menudo. Puedes reciclarlas fácilmente en lugar de guardarlas.
17. Cintas y DVD
Las cintas de video y los DVD antiguos pueden contener muchos recuerdos de nuestra infancia y juventud. A medida que la tecnología mejora, los reproductores de estos medios se vuelven menos populares. Para preservar tus recuerdos, puedes digitalizar tus viejos videos y almacenarlos en una memoria USB. De esta forma siempre tendrás acceso a ellos y te será más fácil conservar esta información.
18. Ropa formal que solo usaste una vez
Si alguna vez necesitaste un traje o un vestido para una ocasión especial, podría suceder que no vuelvas a usarlo. En este caso, se quedará colgado en el armario ocupando espacio, lo cual es perfecto para acumular polvo. Sería mejor venderlo para obtener algo de dinero o donarlo a quienes lo necesitan.
19. Brasieres viejos y otras prendas interiores
La ropa interior que se ha vuelto demasiado pequeño para ti, o han perdido su forma y su elasticidad, deberías botarlos. Lo mismo ocurre con los modelos incómodos, aunque sean hermosos. En el caso de los sostenes no te brindan el soporte adecuado, lo cual es importante para prevenir la flacidez prematura de los senos, reducir las arrugas profundas alrededor del pecho o simplemente prevenir problemas de salud.
Si ves que tu lencería sigue en buen estado, pero no te sientes a gusto con ella, en lugar de tirarla, puedes donarla a sobrevivientes de cáncer de mama o a mujeres de comunidades menos afortunadas.
¿Cuáles son las cosas que más acumulas? ¿De cuál de ellas jamás te desharías y por qué?