5 Razones por las cuales te convendría dejar de usar toalla para secar tu rostro
Desde pequeños, nos enseñaron a secarnos con una toalla al salir de bañarnos o al terminar de lavarnos las manos. Y eso está bien. El problema llega cuando tratamos a nuestro rostro (una de las zonas más sensibles de la piel) como si fuera el resto del cuerpo: lo tallamos fuerte creyendo que así estará más limpio y lo secamos, a veces, hasta con la misma toalla corporal. Pero resulta que las toallas acumulan muchas bacterias, y secarte con ellas podría hacerle más daño que bien a tu cara.
En Bella y Genial investigamos los motivos por los cuales es más saludable para tu rostro dejar de secarte con toalla; además, te damos una alternativa sana y sencilla que puede dejar tu cutis impecable.
1. Puede irritar tu piel
Las personas con piel sensible deben tener mucho cuidado con todo lo que le hacen a su rostro, desde los productos que se aplican hasta la forma en que se lavan la cara. En este sentido, además de usar un limpiador suave, es muy importante no secarse la cara con toalla, ya que la fricción que genera la tela sobre la dermis puede provocar enrojecimiento, irritación o hasta empeorar los problemas de dermatitis.
2. Disminuye la eficacia de los productos para el cuidado de la piel
Aunque secarse la cara después de lavarla parece algo natural, en realidad no permitirá que tu piel aproveche al máximo los productos que estás aplicándole. La crema hidratante penetrará mejor en la piel antes de que toda la humedad se evapore de su superficie. Saltarse el secado con la toalla permitirá que tus productos para el cuidado del rostro retengan la humedad que tu piel necesita para lucir joven y radiante.
3. Puede provocarte acné
Secarte la cara con la misma toalla que usas para secar tu cuerpo podría dañar tu piel más de lo que crees. Las toallas son excelentes lugares para que las bacterias se queden atrapadas y, debido a que generalmente las almacenamos en el baño, donde el aire está húmedo, se crea un ambiente perfecto para que los microorganismos crezcan. Cuando frotas la toalla en tu cara, mueves todas estas bacterias directamente sobre tu piel, lo que eventualmente puede provocar brotes de acné y poros obstruidos. Aunque uses una toalla diferente para tu rostro de la que usas para tu cuerpo, es probable que no la laves a diario. Debido a eso, los microorganismos no deseados aún pueden llegar a tu piel.
4. Puede hacer que tu piel se vuelva grasosa
Puede sonar contradictorio, pero secar la piel en realidad puede hacerla más grasosa. Debido a que las toallas ásperas pueden eliminar los aceites naturales que este tejido necesita para mantenerse saludable, las glándulas sebáceas ubicadas debajo de la superficie de la piel tendrán que producir más grasa para equilibrar la sequedad, lo que resultará en un rostro demasiado graso.
5. Tu piel puede envejecer más rápidamente
Las toallas de baño de felpa son demasiado ásperas para el rostro, y su uso puede crear pequeñas lesiones en la piel, haciéndola vulnerable a infecciones y arrugas. Cuanto más lavas las toallas, más quebradiza se vuelve la tela, y la fricción que se crea actúa como un exfoliante que puede ser demasiado agresivo para la piel.
Bono: Cómo secarte la cara sin una toalla
En lugar de secarte la cara con una toalla, deja que el aire haga su trabajo. Secar la piel al aire es más higiénico y suave, y aunque requiere más tiempo, tu rostro te lo agradecerá.
- Lávate la cara como de costumbre.
- Toma un poco de papel higiénico y ponlo bajo tu mandíbula, únicamente para que recoja el exceso de agua.
- Deja que tu piel se seque naturalmente.
- Aplica tu humectante o tratamiento facial favorito.
¿Qué otros consejos de cuidado facial podrías compartir con nosotros? ¡Cuéntanos en los comentarios!