Bella y Genial
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12 Detalles de vestimenta que te hacen ver descuidada, incluso si no lo eres

Aunque desde pequeñas nos enseñan a vestirnos y a medida que vamos creciendo descubrimos lo que nos gusta y lo que no, es casi imposible no tropezarse con piedritas en el camino del estilo. Recuerda: no somos perfectas, y cometer pequeños errores al vestirnos, los cuales ni notamos, está bien.

¡Ni te apures! En Bella y Genial nos encargamos de recopilar algunos detalles de vestimenta que suelen hacernos lucir descuidadas o desprolijas para que los tengas presentes, evites cometerlos y logres alcanzar un nivel de estilo de envidia.

1. Tamaño de zapatos incorrecto

Tener guardado un par de zapatos que no son de tu talla por la ilusión de alguna vez usarlos es simplemente ocupar espacio, porque si te quedan demasiado grandes o chicos, no solo es feo a la vista, también es causante de problemas ortopédicos, según informa un estudio. Aunque seguramente ya lo sabes, puedes verificar cuál es tu talla correcta siguiendo estos pasos:

  • Apoya tu espalda contra una superficie plana.
  • Apoya un pie y el peso de tu cuerpo sobre una hoja.
  • Pídele a alguien que dibuje con el lápiz el contorno de tu pie.
  • Marca con una línea la parte más larga de tu pie y mídela en centímetros.
  • Agrega 7 mm a la parte más larga, porque al caminar tu pie se expande; esta será tu talla de calzado.

2. Puños y dobladillos deshilachados

Las chamarras y los pantalones de jean deshilachados son atractivos, pero requieren su mantenimiento. Por naturaleza, la tela tenderá a tener más hilos a medida que se use, y dejar demasiados a la vista será evidencia de una prenda antigua y descuidada. Pero podemos remediarlo con algunos trucos:

  • Hacerle un dobladillo ocultará los hilos indeseados.
  • Retrasar el lavado hará que la tela se gaste menos. Así que si no es realmente necesario, no los laves tan seguido; por ejemplo, si los usas solo una o dos veces a la semana.
  • Puedes ponerles pegamento para tela o barniz de uñas invisible a las roturas, así los hilos quedan pegados y no continúan saliéndose.

3. Pantalones que se arrastran

Los pantalones de corte flared o acampanados son característicos por tener una terminación ancha que cubre los zapatos. Pero no todos los largos son correctos, ya que deberían estar a un centímetro del suelo, y no rozándose con él; de otro modo, serán víctimas de toda la suciedad del piso.

4. Pelusas en la ropa

Tener pelusas en la ropa es algo muy común, especialmente en las telas que liberan muchas de ellas, como tejidos, algodón, toallas y alfombras, y suele pasar que se pegan a otras prendas, lo que les da un aspecto de ropa descuidada y vieja. Pero el secreto para que no ocurra comienza en la lavadora: lavarlas por separado hará que no estén en contacto y no se adhieran. También puedes lavar las prendas problemáticas por primera vez con una taza de vinagre y ponerlas en la secadora junto con unos paños de microfibra.

Pero si estás apurada y lo que quieres usar está lleno de pelusas, no te preocupes, porque con un cepillo se puede solucionar. También puedes enrollar cinta adhesiva en tus dedos y apretarla contra la tela: así las pelusas se pegarán y saldrán fácilmente.

5. Marcas visibles de ropa interior

Cuando usamos pantalones ajustados o blusas y playeras de telas finas, las estrellas del outfit pasan a ser las marcas de la ropa interior. Inevitablemente están allí y arruinan el atuendo, no solo destacándose, sino también dándoles una mala figura a nuestra cadera y a nuestra espalda. Pero podemos ocultarlas si utilizamos pantimedias sin costura y el tamaño correcto de brasier.

6. Usar el mismo bolso para cada ocasión

Cuando nos enamoramos de un bolso, posiblemente lo utilizamos para ir a todos lados. Pero este accesorio no sirve solamente para cargar con nuestras pertenencias, sino que también complementa nuestro atuendo, y existe uno para cada momento. Ya sea para una fiesta de noche, para trabajar, ir de paseo o de compras, los bolsos y mochilas tienen su razón de ser y se deben usar según amerite.

7. Tener una cola de caballo despeinada

Quienes tienen el cabello largo saben muy bien que atárselo es la salvación cuando la melena está incontrolable o hace mucho calor. Pero esta rápida solución casi siempre hace ver el cabello desaliñado, especialmente cuando lo hacemos en la calle o en algún lugar donde no tenemos un espejo. Es mejor tomarse unos minutos para arreglarlo correctamente y darle a nuestro look un estilo relajado, pero igual de sofisticado.

8. Barniz de uñas desprolijo

Las uñas son algo pequeño a lo que muchas veces no le prestamos atención, pero en realidad son muy visibles a la hora de estar en contacto con la gente, y una mala manicura podría darte una apariencia descuidada.

Un libro de etiqueta empresarial recomienda que para una imagen profesional, lo mejor es tener las uñas limpias y cortas y con las cutículas recortadas. También, en cuanto a colores, es mejor usar tonos neutros o rosados.

9. Bolitas en la ropa

Las molestas bolitas aparecen cuando las pequeñas fibras cortas o rotas de la tela se anudan entre ellas tras el uso excesivo de la prenda. Se desarrollan especialmente en los lugares donde más roce diario tiene la ropa, como debajo de las axilas, el cuello, los puños, los muslos y la parte trasera del pantalón. Por eso, su presencia significa que la prenda ya se usó demasiado.

Pero no hay que resignarse a tirarla: puedes lavarla con la opción de lavado delicado junto a otras de igual textura, usar suavizantes y evitar la secadora. Aun así, si las bolitas ya están presentes en la tela, puedes eliminarlas con una máquina de afeitar o cortándolas suavemente con una tijera.

10. Salir con el pelo mojado

Seguramente, más de una vez tu madre te ha dicho que no salgas a la calle con el cabello mojado porque te dará un resfriado. Aunque no es del todo cierto, tu barrera inmunológica puede verse afectada si llevas el cabello húmedo, por lo que puedes enfermarte si justo te cruzas con un virus de gripe, además de que la humedad constante puede debilitar el cuero cabelludo y hasta generar hongos.

Aparte de ser perjudicial para tu salud, esta acción demuestra que saliste apurada de casa y no tomaste el tiempo suficiente para arreglarte. Sí, lo entendemos, la vida diaria nos hace correr contra el reloj, pero tomarse unos minutos para secarse el cabello puede hacer una diferencia.

11. Ropa descolorida

Debido a los lavados deficientes, a la mala calidad de la tela o al uso excesivo de las prendas, los colores oscuros empiezan a perderse y los blancos a volverse amarillentos; este problema hace que la ropa se vea desgastada y con un mal aspecto. Si los colores se desvanecen, significa que las tinturas que se utilizaron para su fabricación no son de buena calidad, así que siempre hay que acordarse de seguir las instrucciones de lavado que contiene la etiqueta.

En cambio, para las amarilleces por suerte existen algunas soluciones, ya que la utilización de blanqueadores, detergentes específicos y el lavado a alta temperatura pueden hacer que nuestra prenda favorita luzca como nueva.

12. Tirar de la ropa

Cuando la ropa nos queda ajustada, solemos luchar para acomodarla de la manera más disimulada posible. Ajustarla en público no solo queda visualmente mal, sino que es sinónimo de que te queda pequeña y no tienes el interés suficiente en usar aquellas prendas apropiadas a tus proporciones.

Además, tiene un tinte psicológico, ya que puede plantearnos la idea de que tenemos que bajar de peso, cuando en realidad, lo que necesitamos es usar prendas que nos queden bien, pues es la ropa la que tiene que caber en nosotras y no nosotras en ella.

¿Cuáles son tus trucos para lucir de maravilla y con mucho estilo?

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