13 Cosas que nadie te dice pero son esenciales al comprar zapatos
¿Qué mujer no ama los zapatos? Son capaces de estilizar los pies, hacernos ver más altas, darnos personalidad y hasta cambiar nuestro estado de ánimo. Pero, si no los elegimos con cuidado, también pueden sacarnos ampollas, causar dolor y, en resumen, volverse una tortura al caminar. Por eso, cuando se trata de calzado, la parte estética no es la única a tomar en cuenta, hay muchos aspectos que debemos considerar.
1. Suela de madera
Se utiliza en la fabricación de botas, sandalias y chanclas con tacón. Se ve elegante y, además, el material es extremadamente ecológico. Sin embargo, estas ventajas no son nada comparadas con lo incómodo que es caminar con este tipo de zapatos. Mientras te los pruebas, la suela parece poco usual, incluso resulta interesante. Pero después de una o dos horas, el interés es reemplazado por la comprensión de que es mejor caminar lo menos posible con un calzado así: los pies se cansan mucho y pueden aparecer callos.
2. Suela de goma
Muchos modelos modernos de zapatos están hechos con suelas de goma, por ejemplo, las populares Converse. Este material es bastante suave y elástico, pero a bajas temperaturas, la suela delgada del tenis puede volverse muy fría. Caminar con estos zapatos en invierno no solo es incómodo, sino que también puede ser peligroso para la salud. Así que, si te gustan mucho, consulta con un médico antes de usarlos a temperaturas bajas.
3. Soporte de arco en zapatos con tacón
El soporte de arco merece una mención aparte. Esta parte está oculta a la vista, pero los zapatos de tacón alto no se pueden usar a menos que tengan esta placa de metal. Da rigidez y no permite que el calzado se deforme donde el pie se dobla al caminar. Si el arco se rompe, lo sientes instantáneamente: el talón comienza a retroceder y el centro de gravedad cambia.
Por lo tanto, al comprar, hay que prestar atención al más mínimo detalle: un bulto apenas perceptible en la plantilla, la más mínima molestia al caminar, entre otros. Todo esto implica una falla en el soporte de arco y puede convertir tu vida en una tortura en literalmente una o dos horas.
4. Plataforma demasiado alta
Los zapatos con una plataforma alta son una buena opción para aquellos que quieren agregarse altura y alargar visualmente sus piernas. Sin embargo, el sentido de moderación es bueno en todo: una plataforma que se estrecha hacia abajo con una altura de más de 2 cm es inestable y aumenta el riesgo de doblarse el pie.
5. Cuero demasiado suave
Las botas hechas de cuero suave se compran por su suavidad y apariencia cara. Solo hay un problema con ellas: a menudo, precisamente debido a la suavidad, la bota no mantiene su forma y se desliza gradualmente hacia abajo al caminar. Tienes que levantarla constantemente o resignarte y silenciar a tu perfeccionista interno.
6. Parte superior de plástico transparente
Estos zapatos parecen ligeros y aireados, pero no son particularmente cómodos de usar: por lo general, el plástico transparente es bastante duro. Además, la piel debajo de él comienza a sudar rápidamente y, debido a eso, se pega al zapato, lo que no es una sensación particularmente agradable.
7. Forro de algodón
El algodón es un material transpirable y maravilloso, pero ten en cuenta que prácticamente no se estira, por lo que es adecuado solo para aquellos que tienen un pie estándar. Así pues, si esperas que los mocasines de cuero suave, forrados por dentro con un paño de algodón, se estiren y después de un par de usos adopten una forma cómoda para un pie no estándar, olvídalo: mantendrán su forma perfectamente, pero es poco probable que se conviertan en unos zapatos cómodos.
8. Forro sintético
El forro sintético es, a menudo, más elástico, pero el pie suda mucho más, especialmente si los zapatos son de cuero. El efecto no es muy agradable: sudor y más sudor. Además, los forros sintéticos no permiten que los lados del zapato se estiren según la forma del pie, lo que puede causar bastantes ampollas. Así que si tienes un pie no estándar y deseas que los zapatos se asienten correctamente en él, es mejor comprar calzado sin ningún forro, solo hecho de cuero.
9. Forro de cuero sintético
Otro problema es el cuero sintético en el interior del zapato, tan agradable al tacto y similar a la delicada silicona. Los zapatos con este forro no pueden usarse cómodamente ni con pantimedias ni con calcetines de algodón: para la tela, dicha superficie es demasiado rugosa, por lo que el pie no se desliza dentro de los zapatos. Como resultado, las medias y los calcetines se estiran demasiado y causan molestias. Además, esto hace que aparezcan agujeros rápidamente en la zona de los dedos.
10. Zapatos de cuero de imitación
Este calzado llena los mercados y las tiendas: los modelos modernos y la asequibilidad hacen que los zapatos y las botas de cuero sintético sean bastante atractivos. Además, la tecnología moderna permite hacer materiales que se parecen mucho a la piel real. Sin embargo, el cuero sintético es mucho menos duradero que el natural, y tampoco puede estirarse y adoptar la forma de un pie. Además, el policloruro de vinilo, el material del que generalmente se fabrican los sustitutos del cuero de bajo costo, es bastante tóxico. El pie suda en él, lo que puede hacer que aparezca un olor desagradable e incluso hongos.
11. Botas de lluvia que no son de goma
Los zapatos hechos de plástico blando poroso han entrado firmemente en nuestras vidas: la compañía Crocs, que produce zapatos ligeros y coloridos para niños y adultos, es un ejemplo vívido de ello. Sin embargo, no todos los modelos son tan cómodos como nos gustaría.
Por ejemplo, las botas de goma clásicas, indispensables durante los días lluviosos, no son cómodas. Al caminar en ellas, la suela se dobla notablemente, pero lo que es bueno para la suela no siempre es bueno para otras partes del pie. En el área del tobillo, el material ya no parece tan suave y flexible, y casi no se dobla. Este detalle es casi imperceptible cuando te las pruebas en la tienda, pero con el uso regular no da las sensaciones más agradables: aprieta al caminar y no se dobla en el tobillo.
12. Tenis y alpargatas de tela
Muchos fabricantes conocidos producen zapatos con la parte superior hecha de tela: es cómodo en la temporada cálida y también es económico. Sin embargo, solo pueden usarlos los felices propietarios de un pie estándar y sin defectos, mientras que las personas con un pie ancho o huesos sobresalientes tendrán dificultades con este tipo de calzado. La tela no se estira tomando la forma del pie, como el cuero natural.
13. Zapatos puntiagudos
A menudo, los zapatos puntiagudos se ven muy elegantes. Sin embargo, seamos sinceros: no son cómodos. En primer lugar, debido al hecho de que el pie toma una forma antinatural, lo cual puede llevar a una deformación. Y en segundo, las puntas largas no son prácticas: al caminar, tocan el suelo y se desgastan muy rápidamente. Si de todas formas te gustan y vas a comprarlos, fíjate que el escote no sea demasiado amplio, pues esto puede hacer que se alcancen a ver tus dedos y el look elegante se arruine.
¿Qué tip para evitar molestias en los zapatos nos puedes contar?