Estilo

Las cejas, al ser el marco de nuestro rostro, no suelen mantenerse ajenas a los cambios en la moda. Actualmente, son las cejas pobladas, gruesas, casi al natural o ligeramente perfiladas las que están en la cima de las tendencias estéticas. A pesar de esto y como contraste, hace unas décadas estaba en furor depilarlas en exceso, a tal punto que en ocasiones eran solo una delgada línea que no siempre lucía bien.

La distribución de productos pirata está a la orden del día, los falsificadores intentan convencer a las personas que obtienen una gran oferta sobre un producto original de cierta marca reconocida, y para muchas de nosotras es un reto resistir a las rebajas. El problema de caer en una estafa de este tipo, al adquirir una réplica o imitación, es que la inversión que creemos hacer termina siendo una pérdida de dinero, comprobando el dicho popular “lo barato sale caro”.

En la década de los 2000, el mundo de la moda estaba repleto de lujo; ya fueran diamantes verdaderos o cristales strass, lo importante era que todo deslumbrara. Pero de pronto y de forma inesperada, esta tendencia cayó en el olvido y fue reemplazada por el estilo dirty chic. Hoy, las marcas, tanto las de alta gama como las masivas, venden prendas rotas y arrugadas, y los famosos e influencers aceptan las reglas del juego y las visten.

No es algo raro encontrar a una persona que tiene la misma prenda que nosotras; incluso puede ser una de nuestras amigas o conocidas. Los famosos no son inmunes a este problema. A pesar de contar con profesionales que seleccionan cuidadosamente el vestuario que van a lucir en cada aparición pública, una misma prenda puede llamar la atención de más de uno y encajar en el estilo que define a cada artista.

A todos, nuestros papás alguna vez nos dijeron cosas como: “No hagas ruido al masticar”, “No sorbas la sopa”, “No subas los codos a la mesa”. Por supuesto, esas son normas generales que procuramos seguir, sobre todo cuando estamos en público. Pero de una forma más específica, las reglas para comer dependen tanto de la cultura donde nos encontremos como del alimento que esté en el plato.

Es una de las prendas que más usamos y, sin embargo, no todas sabemos cómo encontrar la talla correcta. Cuando se trata de comprar brasieres, generalmente nos llevamos una talla más chica o una talla más grande, por lo que vamos por la vida o enterrándonos el alambre de la copa o subiéndonos los tirantes porque no los ajustamos bien. Es comprensible, entonces, que para muchas mujeres el brasier sea de lo más incómodo. Pero solo se trata de saber elegirlo.

A lo largo de los últimos años, algunas de las prendas que más llamaron la atención se quedaron en nuestros clósets y corazones. Estas piezas se convirtieron en verdaderas joyas en sus épocas y, en más de una ocasión, pudimos verlas en nuestras películas y programas favoritos o en los outfits de muchas famosas.

Seamos sinceras, cuántas de nosotras hemos pensado en dar un cambio radical a nuestro cabello, sobre todo dejar a un lado la larga cabellera que nos distingue y pasar a lucir un corte pixie o bob moderno que nos ayude a resaltar nuestras facciones. Son muchas las razones por las que no nos atrevemos a dar ese paso, desde los comentarios de las personas cercanas a nosotras que nos dicen que el cabello corto es para mujeres grandes, hasta el miedo a realizar una total transformación en nuestra apariencia.

A medida que pasa el tiempo, vamos perdiendo interés en las tendencias o accesorios y prendas de moda. La realidad es que con el paso de los años, las mujeres tenemos mayores responsabilidades y muchas veces no contamos con el tiempo suficiente como para estar pendientes de cuál outfit es el más moderno. ¡Pero tranquila, podemos ayudarte!

A la mayoría de nosotras podría no gustarnos cómo lucimos en las fotos y las evitamos. Pero muy seguramente no se trata de nuestra apariencia, sino de la forma en la que posamos ante la cámara. Afortunadamente, nunca es tarde para intentar cosas nuevas. Oksana Prokopenko es una influencer con cuyo contenido puedes aprender a posar y a darte cuenta de que errores sueles cometer.

El mundo de la moda tiene opciones casi infinitas, y si hablamos de zapatos, ni se diga: diferentes colores, materiales, diseños... en fin, es casi imposible decidirse por un par entre tantos. Aunque muchas veces escogemos los más bonitos, quizá sea hora de considerar también si favorecen o no a nuestro estilo y tipo de cuerpo.

La ropa puede jugar un rol fundamental en varios aspectos. Debemos admitirlo, cuando nos sentimos cómodas y bonitas con nuestro look, creemos que podemos comernos el mundo. Pero combinar las prendas no es tan sencillo como parece, ¿verdad? Actualmente, existen tantas estampas y prendas novedosas que es normal no poder encontrar el estilo que mejor se adapte a una.

Los jeans se han convertido en una prenda básica que no falta en nuestro armario. ¿La razón? Podemos llevarlos en cualquier ocasión. Desde que se inventaron en 1871, no han dejado de adaptarse a nuestras necesidades y existe mucha variedad para combinar con nuestros outfits. Pero, aunque nos encanta usarlos, puede que no nos favorecen como queremos.

Uno de los momentos más especiales para una novia es cuando hace su entrada al lugar de la boda. En ese instante en el que todos los ojos están sobre ella, el maquillaje y peinado ponen broche de oro al atuendo nupcial que hará que deslumbre de pies a cabeza. Para lograr este objetivo, algunas dejan todo en manos de un profesional, mientras que otras confían en sus propias habilidades y optan por hacerse el estilismo ellas mismas, logrando resultados admirables.

La depilación es de las imposiciones sociales que más ha dominado en la vida de las mujeres, sobre todo en las últimas décadas. Antes del siglo XX, las mujeres no lo hacían y nadie lo veía mal, ni siquiera era algo que llamara la atención; pero en 1915, una mujer apareció en la portada de una revista proclamando que la nueva moda era deshacerse del “molesto vello”. A partir de ahí, la eliminación del vello se volvió una práctica casi esclavizante para muchas. Pero afortunadamente, cada vez son más las que se rebelan y no están dispuestas a vivir sometidas al rastrillo.

Las celebridades, al ser figuras públicas, todo el tiempo son una expresión de sí mismas como una forma de sello propio. Marcan tendencias, y al ser artistas reconocidas, pueden arriesgarse a llevar atuendos que nadie del común se atrevería. De este modo es que las reconocemos y admiramos, porque su estilo es distintivo de su personalidad creativa y atrevida.

Las famosas suelen cambiarse el look tantas veces como nosotras, porque parte de su trabajo implica verse increíbles y, al mismo tiempo, ser camaleónicas. Por eso nos sorprendemos cuando dejan al descubierto su cara más auténtica al mostrar su cabello sin tintes, pelucas ni ninguno de esos procesos que las transforman en las celebridades que son.

Es común que los famosos sean reconocidos por su envidiable estilo y sus icónicos atuendos para ir hasta al supermercado; sin embargo, muchos de ellos nos han demostrado que el reutilizarlos está más en tendencia que nunca, ya que no solo ayudan a la cartera, sino también al medio ambiente. Con tan solo ajustar ciertos detalles del atuendo pudieron conseguir resultados increíbles que hacen que ni siquiera notemos la repetición.

Todas queremos vestir bien, pero algunas veces cometemos pequeños errores que terminan siendo muy notorios y arruinan nuestro look. Saber identificar tendencias adecuadas para cada una, mezclar tipos de telas y colores, estampados o zapatos, no es tan fácil como parece. Podemos tener un outfit hermoso, pero a veces basta un pequeño desajuste para que pierda toda su gracia.

Las modas cambian rápido, sobre todo en estos tiempos tan acelerados que vivimos. De igual forma, los hábitos de las personas se modifican con mucha velocidad: aquello que era muy usual hace apenas 5 años (como los audífonos inalámbricos), de pronto pierde popularidad y es visto como algo obsoleto; o cosas que para nuestras madres eran la norma hoy incluso se ven mal, como usar bolsas de plástico o trabajar en tus días libres.