Qué es la moda “dirty chic”, que cautivó a los famosos y ahora acapara los mercados masivos
En la década de los 2000, el mundo de la moda estaba repleto de lujo; ya fueran diamantes verdaderos o cristales strass, lo importante era que todo deslumbrara. Pero de pronto y de forma inesperada, esta tendencia cayó en el olvido y fue reemplazada por el estilo dirty chic. Hoy, las marcas, tanto las de alta gama como las masivas, venden prendas rotas y arrugadas, y los famosos e influencers aceptan las reglas del juego y las visten.
En Bella y Genial, averiguamos el origen de esta moda y por qué muchos consumidores están dispuestos a gastar mucho en este estilo.
Pantimedias rotas por 190 USD, jeans sucios por 425 USD y manicura con esmalte descascarado
En 2017, la conocida marca de ropa Prps sorprendió con fuerza a sus aficionados presentando jeans para hombres cubiertos con una capa de suciedad artificial por un precio de 425 USD. La prenda aparentaba haber servido para trabajos de jardinería y acabado en una zanja. Según los diseñadores, se hizo a propósito para que los clientes potenciales pudieran probarse “la imagen de una persona que no tiene miedo de acabar ensuciándose”. Las redes sociales enseguida estallaron con comentarios hirientes de personas que realmente se veían obligadas a realizar trabajos sucios. Esto es lo que escribió uno de los usuarios: “Estos no son pantalones. Ni siquiera es moda. Es un traje para gente rica que trata el trabajo con ironía”.
No en vano, pronto las prendas sucias y gastadas a conciencia se convirtieron en una verdadera tendencia, que fue seguida por las marcas de lujo. Así, la firma Gucci lanzó jeans por un valor de 770 USD con manchas que parecían de hierba, así como pantimedias de nailon rotas por 190 USD. Siendo honestas, debemos mencionar que antes de eso, las pantimedias rotas fueron presentadas por modelos de Yves Saint Laurent, pero en aquella época fue solo en un desfile dentro de la Semana de la Moda.
A finales de 2021, también se abrió la puerta en el mundo de la moda a la manicura con el esmalte descascarado.
Durante la Semana de la Moda de Nueva York, para la temporada otoño/invierno, los diseñadores decidieron convertir una de las peores pesadillas del mundo de la belleza en un fenómeno de moda. En el desfile de la marca Khaite, la modelo Bella Hadid subió a la pasarela y mostró uñas con un esmalte negro descascarado. Según dijo la famosa maestra de la manicura, Jin Soon Choi, este efecto se produjo de manera intencionada. Para conseguirlo, borró una parte del esmalte nada más haberlo aplicado.
Finalmente, las prendas francamente descuidadas empezaron a conquistar el mundo de la moda.
Todo comenzó en los lejanos años 80 con los músicos de rock
No obstante, no se puede decir que la suciedad, bolitas de lana, agujeros y otros defectos recreados intencionadamente sobre las prendas sean un fenómeno nuevo, surgido en el siglo XXI. En realidad, sus raíces se remontan a los años 80 y 90, cuando se puso de moda el estilo grunge. Este se basaba en negar todas las normas y reglas existentes, incluida la moda como tal. No en vano, irónicamente, pronto el propio grunge se convirtió en una de sus tendencias.
Este estilo nació en Seattle en los años 80 gracias a grupos de rock como Nirvana, Alice in Chains y Soundgarden. Estos artistas interpretaban música rebelde y solían dar conciertos vistiendo ropa cotidiana, que no destacaba por su elegancia. Este estilo informal de vestir fue adoptado rápidamente por los jóvenes y, más tarde, el diseñador Marc Jacobs introdujo el grunge en la alta moda al lanzar su controvertida colección en 1992. Esto respondió a una especie de replanteamiento y deconstrucción de la moda, algo que ya hacían los diseñadores Yohji Yamamoto y Martin Margiela.
Probablemente se pueda decir que, en cierto modo, estos diseñadores fueron los protagonistas de una revolución en el mundo de la moda, cambiando reglas vigentes en años anteriores: si antes las tendencias se fijaban en la pasarela y luego llegaban a la gente, ahora estas vienen de la calle. Por cierto, entre estos revolucionarios del siglo XXI podemos encontrar a Gosha Rubchinskiy y Demna Gvasalia, quienes pusieron de moda la ropa “de calle”.
La gente se cansó de ser ideal y perfecta
¿Cuál fue la causa principal del nacimiento de una tendencia que se puede llamar dirty chic?
Probablemente, esta tendencia sea una especie de negación de las normas de años anteriores. En su tiempo, las amantes de la moda renunciaron a los corsés, y ahora se niegan a lucir perfectas. Dirty chic es una metáfora de la libertad y la comodidad, una especie de rebeldía: “Me da igual lo que llevo puesto. Trata de amarme no por mi apariencia, sino por mi mundo interior”. Quizá todos ya estemos cansados de ser juzgados únicamente por nuestra forma de vestir.
Antes, las mujeres y los hombres escogían cuidadosamente sus prendas y accesorios, preocupándose de que sus zapatos combinaran de manera obligada con el bolso y el cinturón. En la actualidad, todo lo que es demasiado perfecto parece muy intencionado y artificial. Hoy en día, no están de moda los rostros perfectos, sino la apariencia con algo singular. Lo mismo pasa con la ropa. La regla principal es la ausencia de todas las normas.
Nuestro ritmo de vida ha cambiado
También es importante el hecho de que las prendas del estilo dirty chic albergan una valiosa característica en la vida práctica: no da pena ensuciarlas y arrugarlas. Es más, pueden lavarse con mucha menos frecuencia y no plancharse nunca. ¿Acaso no es esto un regalo para un habitante de la ciudad del siglo XXI, que siempre va con prisas y no tiene tiempo para nada? Hoy en día, una persona con los jeans rotos y camisa arrugada ya no es una descuidada que va sucia, sino una creadora de tendencias de moda. Así que, para todos aquellos a los que les da demasiada pereza cuidar su vestuario, ha llegado su mejor hora.
Además, el ritmo de vida moderno supone que en un solo día, el individuo puede visitar varios lugares completamente distintos: desde la oficina, cafetería y vagón de metro hasta un museo, una exposición y un club. En este caso, no se puede prescindir de un atuendo universal que sería cómodo en todas las situaciones y, al mismo tiempo, no perdería su aspecto original. La opción ideal es aquella prenda que desde el principio aparenta estar “desgastada”, porque incluso el manejo más descuidado la hará lucir aún más original y con estilo.
Al fin y al cabo, la ropa y los zapatos de estilo dirty chic son una salvación para los días con mal tiempo. ¿Recuerdas que solíamos preocuparnos por haber ensuciado nuestros jeans y calzado favoritos bajo la lluvia o en el transporte público? Ahora todo esto dejó de ser un problema.
Los zoomers y la moda del consumo consciente tienen “toda la culpa”
Durante mucho tiempo, los mileniales marcaron tendencias, pero ahora los zoomers, o la generación Z, ya les están pisando los talones, es decir, están dictando nuevas reglas. Probablemente, la moda de la ropa que parece sucia y desgastada, en gran medida, haya surgido gracias a la tendencia del consumo consciente. La protagonista de esta, Greta Thunberg, apela a la ciudadanía a proteger el planeta de los efectos de la contaminación, incluyendo la reducción del número de compras. Hoy en día, ya no es vergonzoso vestirse comprando en tiendas de segunda mano y mercadillos. Los consumidores se dieron cuenta de que muchas cosas en el mundo moderno deberían tener un ciclo de vida diferente: mucho más largo que aquel al que nos acostumbraron los fabricantes del mercado masivo.
No obstante, algunas personas no están dispuestas a cambiarse a sí mismas e ir en busca de una prenda necesaria a una tienda de segunda mano, pero al mismo tiempo quieren seguir la moda. Así, las cosas envejecidas y desgastadas de manera artificial acudirán en su ayuda, una especie de falsificación ideológica de una tendencia ecológica popular.
Los valores principales: libertad e intelecto
En el mundo moderno, uno de los valores más importantes que se ha proclamado es la libertad: la libertad de elegir dónde vivir, dónde trabajar, a quién amar y qué vestir. Cualquier tendencia de seguir las reglas inventadas por nadie sabe quién es una clara señal de falta de libertad interior. Así que si alguien se permite ser imperfecto, al menos en su aspecto, ya ha dado un paso más hacia la libertad interior.
Además, en la actualidad, los especialistas en TI se han convertido en una verdadera élite intelectual. ¿Y cómo visten? Intencionadamente casual, sin dar importancia alguna a cómo se ve su ropa. Al fin y al cabo, ¿a quién le importa lo que llevas puesto cuando la capitalización de tu empresa es de miles de millones de dólares? Por eso, una persona verdaderamente rica puede pasar por alto las normas y códigos de vestimenta establecidos y vestir aquello con lo que se siente cómoda. ¿Para qué gastar miles de dólares estadounidenses en prendas si puedes invertirlos de forma rentable en una startup prometedora?
En otro orden de cosas, quizá otra razón para la creciente popularidad de dirty chic sea la autoironía. Probablemente, las casas de moda más conocidas lanzan este tipo de prendas por pura broma: simplemente para llevar las tendencias de moda dudosas al límite de lo absurdo y, junto a sus clientes, reírse de aquello a lo que puede llegar tal industria. Así las cosas, la autoironía es una señal de un gran intelecto.
¿Qué opinas del estilo dirty chic? ¿Qué otras tendencias controversiales conoces?