14 Errores comunes en el cuidado de nuestras mascotas que afectan su bienestar
El amor por nuestras mascotas es tan grande que a veces hacemos cosas por ellas con la intención de hacerles un bien, pero en realidad no es así. La crianza de nuestros animalitos debe ser asesorada por un especialista, quien sabe lo que es mejor para ellos, pues aunque tengamos las mejores intenciones para su cuidado, podemos cometer errores que afecten su forma de interactuar con los demás y hasta su salud.
1. Le permitimos a la mascota dormir en nuestra cama
¡Quedarse dormido con tu mascota favorita a tu lado es tan agradable! Pero puede ser perjudicial tanto para la mascota como para la persona. Nuestros hermanos menores y nosotros tenemos horarios de funcionamiento diferentes, y un despertar constante debido a sus juegos puede alterar el ritmo de nuestro sueño. El resultado es un sueño insuficiente y fatiga.
Por otro lado, dormir con mascotas puede provocar asma y alergias. Además, los gatos llevan en las patas pequeñas partículas de su caja de arena que pueden transportar bacterias.
Además, un gato o un perro necesitan su propia cama para tener un descanso cómodo, donde tendrán la oportunidad de estar solos y recargar energías.
2. No pensamos en qué tipo de agua bebe el animal
Las disputas sobre qué darle de beber a una mascota no paran: algunos compran agua embotellada, otros llenan tranquilamente el cuenco de un perro o un gato con agua del grifo. En este caso, mucho depende de la zona, y lo que se recomienda es darles a las mascotas la misma agua que bebemos nosotros.
Si el agua del grifo de tu zona está lo suficientemente limpia y puedes beberla tú mismo, también puedes dársela a las mascotas. Si es necesario filtrarla, no dejes que beban el agua del grifo. Puede contener impurezas que son peligrosas para la salud.
3. Permitimos que el perro ponga las patas sobre las personas
Un cachorro que se para sobre sus patas traseras frente a ti se ve lindo. Pero a medida que crezca, pueden surgir problemas: el perro comienza a saltar sobre otras personas en busca de atención. En el peor de los casos, incluso puede derribarlas sin querer.
La solución más sencilla es desalentar este comportamiento desde una edad temprana. A menudo, después de que el perro pone sus patas sobre la persona, se le da una golosina. Esto forma un reflejo en el perro, y continuará haciéndolo para obtener algo sabroso.
4. Les damos a las aves muy pocos juguetes
A una persona sin experiencia puede parecerle que un par de juguetes son perfectos para los loros. Pero estas aves necesitan varios tipos de juguetes: para las patas, para los picos, anillos para colgar, escaleras y mucho más. Es importante que puedan realizar varias acciones: balancearse, lanzar y sujetar el juguete en su pata. Los elementos de entretenimiento deben cambiarse periódicamente, de lo contrario, el ave puede aburrirse.
5. Compramos un cuenco de forma incorrecta
Si el cuenco del gato es demasiado pequeño, los bigotes de tu mascota tocarán todo el tiempo los bordes. Este órgano sensible no debe estimularse con demasiada frecuencia: puede provocar la llamada fatiga de bigotes. Debido a esto, el gato puede experimentar estrés, excitación, cambios en la conducta alimentaria, incluida una disminución del apetito, y agresión.
Presta atención también a la profundidad del tazón. Si los platos son demasiado profundos, la mascota comenzará a ignorar la comida que queda en el fondo. Tendrá hambre y las sobras se estropearán constantemente.
6. Permitimos que las mascotas hurguen en los botes de basura
A veces, a los perros, y a los gatos también, les gusta hurgar en la basura en busca de restos de comida sabrosa. Es mejor cortar estos intentos de raíz, porque el sistema digestivo de las mascotas es tan delicado como el humano. Los alimentos rancios también pueden causarles dolores de estómago, náuseas e intoxicación alimentaria.
Hay varias formas de evitar que tu mascota escarbe en los desechos. Compra un bote de basura con tapa hermética para que no pueda abrirlo. Cuando salgas de casa, deja juguetes para que tu mascota no se aburra sola. Y, por supuesto, asegúrate de que el animal esté siempre lleno, entonces no surgirá la tentación de hurgar en la basura.
7. Ponemos peces en el acuario demasiado pronto
Dan ganas de llenar el nuevo acuario con agua, decoración marina y hermosos habitantes lo antes posible. Pero no hay que apresurarse: los primeros días el acuario debe estar en cuarentena. Es necesario que se forme un entorno biológico especial, adecuado para la vida de los peces.
Llena el recipiente con agua previamente pasada por un filtro especial, instala plantas y refugios para los futuros residentes.
Tampoco hay que colocar muchos peces a la vez: muy pronto habrá demasiados desechos en el agua, lo que tendrá un efecto perjudicial en las mascotas.
8. Instalamos solo un punto de apoyo en la jaula
A menudo, solo hay un punto de apoyo en una jaula. Debido a esto, las aves pueden tener pododermatitis (una enfermedad de la piel de las extremidades traseras) y con el tiempo pueden desarrollar bumblefoot: daño en las patas. Para una vida sana y cómoda, los loros y otras aves aladas necesitan de 3 a 4 puntos de apoyo diferentes. Es mejor si no son de plástico y tienen una superficie irregular. Esto evitará que las aves acumulen sangre en las extremidades. Es importante que el diámetro del punto de apoyo coincida con el agarre de las patas.
9. Elegimos una mascota exclusivamente por su color
Al elegir una mascota, le prestamos mucha atención al color. Es importante, por supuesto. Algunos incluso asocian el color del animal con ciertos rasgos de carácter y consideran, por ejemplo, a los gatos pelirrojos más amigables y a los blancos y negros menos sociables. Sin embargo, el temperamento es igualmente importante.
Antes de llevar un animal a casa, lee sobre la raza seleccionada u obsérvalo en el refugio. Compara su temperamento con el tuyo. Algunas razas pueden parecerte demasiado sociables y te cansarás rápidamente del exceso de actividad felina o canina.
10. No revisamos su pelo en busca de garrapatas después de caminar por el bosque
Estamos acostumbrados a examinarnos la ropa y el cuerpo cuando regresamos de un paseo por el bosque. Si un amigo de cuatro patas te ha hecho compañía, revisa también su pelaje. Los perros a menudo corren por la hierba alta o entre los arbustos y tienen muchas posibilidades de atraer a insectos o ácaros desagradables.
La detección oportuna del parásito mantendrá a tu mascota sana y reducirá el riesgo de contraer la enfermedad de Lyme y otras dolencias. Una vez que encuentres la garrapata, ve a ver a tu veterinario lo antes posible.
11. Sobrealimentamos a los peces de acuario
La alimentación es una de las pocas formas de mostrar afecto si tu mascota vive en un acuario. Por lo tanto, muchos dueños de habitantes acuáticos les sirven comida a cada rato. Esto puede provocar estrés, obesidad y degradación de la calidad del agua: los alimentos no consumidos comenzarán a descomponerse y a liberar toxinas.
12. Elegimos un relleno incorrecto para las jaulas de los hámsteres
El relleno que cubre el piso de la jaula no es menos importante que la dieta del pequeño roedor. Se desaconseja encarecidamente el uso de periódicos: la tinta de impresión es tóxica. También es mejor evitar el relleno hecho de virutas de madera: si la madera no está lo suficientemente seca, los aceites volátiles pueden irritar el tracto respiratorio.
El hámster puede confundir la fibra de algodón con comida y llevársela a la boca, lo que le puede provocar asfixia. El heno puede pinchar al delicado animal. La mejor opción son los rellenos blandos especiales para jaulas. No le provocarán alergias ni lesiones a tu mascota. Cambia este relleno cada dos semanas.
13. Afeitamos su pelo cuando hace calor y no tanto
No importa si tu mascota vive en el interior o a veces está al aire libre; sea como fuere, no es buena idea afeitarla. Ni siquiera cuando la temperatura ha subido mucho. Las glándulas sudoríparas de los animales se encuentran en las almohadillas de las patas, y a través de ellas se enfría el cuerpo. El pelo protege la piel del animal de los efectos nocivos del sol y de las picaduras de insectos, y la mantiene fresca, por lo que en ningún caso deberías deshacerte de él.
Hay pocas razones para afeitar a los animales, y están relacionadas con afecciones médicas. Por ejemplo, si una mascota está a punto de someterse a una cirugía o sufre una enfermedad de la piel. Para ayudar a los peludos a superar el calor, prepara un refugio oscuro y fresco para ellos y no te olvides de ventilar el lugar. Cepilla a los gatos de pelo largo todos los días para eliminar el exceso de pelo.
14. Traemos a casa a cachorros y gatitos demasiado pequeños
Es difícil resistirse al encanto de los bebés peludos. Pero no debes llevarte a casa gatos y cachorros recién nacidos. Cuando son bebés, necesitan cuidados especiales y un control de su salud. Un dueño novato puede enfrentar problemas que no se pueden resolver sin la ayuda de un especialista.
La mejor edad para traer una mascota a un nuevo hogar es de 12 a 13 semanas. Antes de eso, los cachorros deben estar bajo la supervisión de su madre: ella los alimenta y les enseña habilidades básicas para una vida independiente. La salud de los peludos que crecen en su nido nativo será mucho más fuerte. Además, los hace sociabilizar más.
¿Cuál es el pasatiempo favorito de tu mascota?