De niña actriz a diosa de Hollywood: el camino de Natalie Portman para alcanzar el éxito
Actrices guapas hay muchas, actrices buenas hay menos. Pero si queremos juntar esas dos características con la inteligencia, la madurez y la conciencia social, entonces la cosa se pone un poco difícil. Sin embargo, hay un nombre en Hollywood que representa todo eso y que, por lo mismo, se ha vuelto un ejemplo a seguir para muchas niñas y mujeres. Se trata de la talentosa Natalie Portman, quien en casi 30 años de carrera no ha hecho más que evolucionar.
En Bella y Genial queremos hacerle un pequeño homenaje recorriendo su historia de vida y recordando cómo fue su camino para convertirse en la gran mujer que es hoy.
Sus inicios como estrella de cine le dejaron una mala experiencia
Natalie Portman debutó como actriz de cine a los once años en la película El perfecto asesino. Ella cuenta que fue una experiencia muy emocionante: “Fue mi primera vez en un rodaje y con actores increíbles”. Tiempo después, formaría parte del elenco de la cinta Beautiful Girl. Tanto en esta como en su primer filme, Portman apareció en escenas donde debía interpretar roles muy maduros para su edad; esto le afectó de algún modo hasta el punto de cuestionarse sobre su propia seguridad.
Fue una gran incomodidad para la joven actriz la forma en la que los hombres se sentían atraídos por ella sabiendo que era una menor. Entonces se creó sus propias barreras, mostrándose como una persona seria y conservadora. La actriz, recordando lo que sintió en sus inicios dentro de la industria, dijo en una entrevista: “Cuando era adolescente, no quería tener ninguna escena de amor o uso de maquillajes”.
Su experiencia previa no la detuvo para seguir con su sueño de ser actriz
Natalie tenía bien en claro que quería dedicarse a la actuación, pero también fue consciente de que ciertos roles podrían generarle algún inconveniente en la industria. Cuando le ofrecieron el papel de Padme en las precuelas de Star Wars en 1999, ella lo consideró un gran compromiso por ser toda una saga en la que, además, se vería comprometida su imagen.
El problema fue que más adelante le costó mucho repuntar su carrera debido a que se la consideró una mala actriz: “Estuve en la película más taquillera de la década, y ningún director quería trabajar conmigo”. Por suerte, el director Mike Nichols la recomendó para la película Regreso a Cold Mountain, y por esta actuación recibió una mejor recepción por parte de la crítica.
Luego de eso, consiguió un papel en la película Closer: Llevados por el deseo donde interpretó a una chica atractiva como lo había hecho en el pasado. La diferencia era que, siendo adulta, ya tenía control sobre su imagen y sabía bien en lo que se estaba metiendo. También comentó algo sobre su aspecto diciendo: “tengo el cuerpo de una niña pequeña”.
Años después, y con la idea de alejarse de la imagen niña-adulta que mostró durante la infancia, comenzó a tomar otros tipos de roles en películas más complejas, como Los fantasmas de Goya. Asimismo, fue consciente de que para convencer al público debía conocer a su personaje. En esa cinta, estudió sobre los trastornos de personalidad en personas que pasaron mucho tiempo prisioneras.
Natalie Portman demostró ser una actriz versátil, interpretando diversos roles en sus películas
Cuando protagonizó la película Cisne Negro del 2010, Natalie Portman se alejó a la imagen de “chica dulce” de Hollywood, mostrando una faceta capaz de superar cualquier expectativa acerca de su talento actoral y llegó a ganarse un óscar con este papel. “Es sofocante ser quien está promulgando la idea de cómo debe verse una mujer joven”, dijo la actriz. “He visto un cambio real en la industria desde que tenía veinte años, pero no un cambio total. Todavía veo esos roles de chica de ensueño que quieren que promulgues”, agregó.
También se lució con la cinta V de Vendetta del 2005 al raparse la cabeza en plena producción, Mostró así que no tenía miedo de cómo lucía ante los demás y logró un contraste con la aparente fragilidad de su personaje en un lugar inhóspito. Sin embargo, ella no solo se limitó a su personaje sino que además investigó acontecimientos históricos relacionados con la trama e, incluso, asistió a clases de dialecto para imitar el acento británico a la perfección.
Pero no se detuvo ahí. En el 2011, formó parte del elenco de la película de Thor, perteneciente al Universo Cinematográfico de Marvel. La actriz se sintió emocionada al interpretar a una científica en un mundo donde existen los superhéroes, además de que sería una película con muchos efectos, algo con lo que ya adquirió una experiencia previa en Star Wars.
Años después, se alejó de la ficción pura para protagonizar una película biográfica llamada Jackie, para la que también realizó una investigación previa sobre su personaje para poder interpretarlo. “La película te da esa sensación del misterio de un ser humano, porque realmente no podemos entender a nadie, y cada persona actúa según las diferentes situaciones que surgen en los distintos momentos de su vida”, declaró la actriz.
Si bien Portman ya no volvió a aparecer en las demás películas de Marvel, retornaría en el 2022 en Thor: amor y trueno, donde se la ve luciendo una armadura similar al héroe asgardiano. En el cómic, su personaje se vuelve digna de portar el martillo. Así, esta versión cinematográfica significaría un gran giro en los acontecimientos tras lo sucedido en las cintas anteriores.
También se ha apartado por momentos del mundo de Hollywood para trabajar en películas independientes
Otra cosa que amamos de ella es que, además de participar en todas estas películas famosas que la convirtieron en una de las reinas de Hollywood, Natalie siempre ha buscado retos actorales. Es por eso que ha colaborado constantemente con directores de culto que, más que fama, le proporcionan oportunidades de superarse y de demostrar su calidad como intérprete.
Algunos de estos proyectos alternativos son su intervención en Paris, je t’aime junto al director Tom Tykwer (creador de Corre, Lola, corre), su papel protagónico en el film My blueberry nights del mítico director chino Wong Kay-wai; el cortometraje Hotel Chevalier dirigido por el legendario Wes Anderson y su papel estelar en The Death and Life of John F. Donovan, largometraje del aclamado director canadiense Xavier Dolan.
Supo equilibrar su carrera como actriz con sus estudios universitarios
Natalie Portman es de las pocas actrices de cine que dio prioridad a sus estudios académicos. Tan es así que, durante su etapa en Star Wars, tuvo que suspender un tiempo la actuación para ir a la universidad. Cuenta con un título en Psicología, el cual, según sus profesores, la ayudó a interpretar su papel en Cisne Negro.
Durante su periodo universitario, publicó dos artículos científicos bajo el seudónimo de Natalie Hershlag. Uno trata sobre la producción de enzimas de hidrógeno a partir del azúcar y otro versa sobre la activación del lóbulo frontal durante la permanencia de los objetos.
Cuando le preguntaron si no supondría un problema conjuntar su educación con el cine, la actriz respondió: “No me importa si la universidad arruina mi carrera. Prefiero ser inteligente que ser una estrella de cine”. También habla varios idiomas y, por mucho tiempo, consideró dejar el mundo del espectáculo para ser psicóloga clínica o veterinaria.
Natalie Portman logró superar sus inseguridades revelando la cosificación por la que pasó durante sus inicios como actriz. Asimismo, vivió su vida de forma tranquila aun siendo actriz, logrando su sueño de terminar la universidad y tomarse en serio a cada personaje que interpretó para ir más allá de toda expectativa.
De todos los papeles de Natalie Portman, ¿cuál ha sido tu favorito? ¿Qué es lo que más admiras de ella?