Susana Zabaleta cancela su boda para irse con otro sin imaginar lo que haría su papá
¿Te imaginas que tengas que elegir entre tu padre y el hombre que amas? Nadie tendría por qué enfrentarse a dicha elección, pero, a veces, cuando la familia no está de acuerdo con lo que deseamos, pueden ponernos entre la espada y la pared. Susana Zabaleta tenía 23 años y estaba a punto de casarse con un hombre con el que llevaba 5 años de relación cuando conoció al amor de su vida y lo canceló todo. A su papá no le gustó y ella tuvo que tomar una difícil decisión.
Los famosos también enfrentan grandes obstáculos cuando se trata del amor. A pesar de su éxito, a menudo, tienen que lidiar con las presiones de la industria del entretenimiento, donde los compromisos y la falta de tiempo pueden dificultar las relaciones. Además, como nosotros, también pueden tener limitaciones de todo tipo: religiosas, de crianza o conflictos familiares que los obliguen a tomar decisiones difíciles.
Muchos de ellos han dejado ir a la persona que amaban porque no podían lidiar con la rutina pública, su familia, su estilo de vida, sus creencias, etc. Algunos han logrado encontrar el equilibrio perfecto para estar con sus parejas y seguir fluyendo en sus carreras artísticas. Otros han dejado de lado su fama para dedicarse completamente a la persona que les gusta, y otros más, como Susana, son capaces de sacrificar todo por seguir lo que les dicta su corazón, y esta es su historia.
Susana Zabaleta Ramos es una talentosa soprano, actriz, conductora y productora mexicana que ha cautivado audiencias de todo el mundo con su voz y su presencia en el escenario. Es reconocida por su trabajo en la banda sonora en español de la película de Disney, Pocahontas y su colaboración con el compositor Armando Manzanero. Además de su trabajo en la música, Susana también es conocida por su programa de televisión, Susana adicción, donde comparte su pasión por la música y la cultura con el público.
Pero nadie se imaginaría que detrás de todo ese éxito, tuvo que enfrentarse en su juventud a una decisión que lo cambiaría todo para siempre.
Zabaleta nació en la ciudad de Monclova, Coahuila, en 1964. Desde temprana edad, demostró su pasión por la ópera, lo que la llevó a estudiar en Florencia, Italia, y finalizar su carrera de concertista en la Escuela Superior de Música en la Ciudad de México. Ella estaba en México para estudiar música, pero también para experimentar el mundo, aunque le había dicho a su padre que iba a aprovechar para conocer a su novio de aquel entonces, con quien llevaba cinco años de relación y estaba a punto de casarse, pero no habían estado mucho tiempo juntos porque cada uno viajó a otro lugar por sus estudios. De 1986 a 1988, actuó en puestas en escena como El violinista en el tejado, Barnum, Don Quijote de la Mancha, Mi vida es mi vida y Magnolias de acero.
Fue gracias a El violinista en el tejado que la invitaron a una fiesta para celebrar la obra, y ahí conoció al primer hombre que sacudió su mundo cuando ella solo tenía 23 años y su carrera estaba a punto de despegar: Ari Telch.
Susana y Ari se encontraron en la fiesta y comenzaron a charlar animadamente, hasta que el actor notó que ella llevaba un anillo en su dedo anular. Con una sonrisa pícara en su rostro, Ari le preguntó si estaba comprometida, y ella le confirmó que sí, que estaba comprometida y se iba a casar.
Pero entonces, en un momento juguetón, el actor le quitó el anillo con la boca, dejando a Susana consternada y un poco enojada. Él le pidió que fuera a buscarlo, y ella se quedó sin saber qué hacer. La actriz buscó consejo de sus amigos, pero finalmente se decidió a ir a buscar su anillo, aunque admitió sentir una gran atracción hacia el actor desde el primer momento en que lo vio.
Susana menciona que Ari fue el primer hombre en su vida, quien le enseño como amar. Y es que, la actriz y cantante había crecido en un ambiente conservador donde aprendió que la mujer debía dar todo el amor del que podía ser capaz solamente cuando se casara, pero al conocer al actor y sentir toda esa conexión, descubrió que no podía casarse con alguien que no le hacía sentir lo que Ari sí, así que decidió no seguir lo que le habían enseñado en casa y le avisó a su papá que iba a cancelar su boda porque estaba muy enamorada de otra persona. Pero su papá no lo tomó nada bien.
La actriz todavía recuerda lo que su papá le comentó: “Oye, te ibas a casar con Cayo Valenzuela, para eso te fuiste a México, para casarte” (porque ella relató que le dijo que quería estar en México para conocer mejor a su futuro esposo porque no habían vivido juntos lo suficiente), entonces, Susana le contestó: “Pues, fíjate que ya no me voy a casar con él” y su padre le respondió: “Pues fíjate que ya no hay herencia”. Ella no lo tomó nada bien y pensó que la estaba castigando por estar enamorada de un hombre que no era afín a su religión, pero su padre simplemente le dejo claro que ya no contaría con él.
En ese momento, Susana se molestó mucho y comenzó a quitarse todo lo que su papá le había comprado, zapatos, ropa, joyas y se los devolvió. Con ello su papá se dio cuenta de que su hija verdaderamente amaba a otra persona y estaba dispuesta a todo, así que no le quedo más remedio que aceptar las cosas y apoyar a su hija, aunque se tomó su tiempo (y en ese periodo si dejó de apoyarla económicamente).
Susana y Ari tuvieron una relación de dos años, y en ella la actriz cuenta qué se la pasó de maravilla y que aprendió mucho porque fue un amor a primera vista donde la química y la juventud funcionaron a la perfección, pues él era una persona bastante libre. Después de su relación, la actriz se dio otras oportunidades con más personas y llegó a formar una familia con el cineasta Daniel Gruener, con quien estuvo casada por más de 23 años, y con quien tuvo a sus dos hijos.
A pesar de la difícil situación que vivió, Susana Zabaleta demostró que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo. Al final, ella se mantuvo firme con lo que deseaba y ha sido una fuente de inspiración para muchos. En un mundo donde el amor a veces es juzgado por su apariencia o por las expectativas de otros, la valentía de Susana para seguir su corazón es un recordatorio poderoso de la importancia de ser fiel a uno mismo y de tomar las oportunidades que nos brinda la vida.