Modelo de 71 años conquista la industria del modelaje con su belleza
El mundo de la moda es un sector que muchas seguimos, pero en el que pocas podemos entrar. Los estándares de belleza, impuestos por las firmas más reconocidas, han limitado el acceso de personas de acuerdo a sus estereotipos de belleza, edad y complexión física. Pero gracias a lo mucho que ha avanzado el body positive, mujeres que “se salen del molde”, han logrado crearse un nombre en el modelaje. Tal como Rosa Saito, que a sus 71 años ha conquistado las pasarelas demostrando que la edad es solo un número.
Su carrera como modelo comenzó más tarde en su vida
A los 68 años, con el pelo blanco y un talento muy fuerte para las artes, Rosa Saito descubrió de repente la pasión de su vida: la carrera de modelaje. Su nombre real es Setsuko Saito y adoptó el nombre de Rosa en su Instagram para facilitar la pronunciación.
Su estatura de 1,68 m y su entonces limitado conocimiento de la industria del modelaje no le impidieron brillar en esta área. El rasgo principal que la ayudó fue su espíritu aventurero, que incluso la llevó a la Semana de la Moda de São Paulo.
Rosa desarrolló el amor por la belleza en la infancia
Rosa nació en Araçatuba, São Paulo. En su primera infancia, descubrió su talento creativo y se dedicó al canto, el dibujo y la escritura. Al ser una niña muy creativa, sabía que conectaría su vida con algo realmente hermoso.
“Siempre supe que iba a buscar algo creativo, algo que pudiera inventar. Todo lo que hago lo llevo a ese lado”, dice.
El modelaje llegó a Rosa inesperadamente y fue un golpe de suerte
Antes de convertirse en modelo, Rosa pasó por muchos desafíos y pérdidas en su vida. A los 22, se hizo cargo de su madre postrada en cama. Luego, como mamá de 3 hijos, tuvo que ser tanto madre como padre para sus pequeños, ya que perdió a su esposo en el año 2000. Pero tenía un punto brillante en su vida y era el cuidado de las plantas. Encontró en ellas su meditación diaria.
“Es importante buscarse y encontrarse a uno mismo. Y mi momento de paz es con ellas (las plantas). Voy a mi jardín y les hablo”, dice.
Nunca había pensado en convertirse en modelo, pero varios profesionales se acercaron a ella. Solo después de haber sido invitada 3 veces decidió considerar la idea.
“Dos veces por profesionales de la agencia de modelos Mega y una vez por un fotógrafo. Dejé madurar la idea un año, al fin y al cabo hacerlo también tenía sus costos, no era algo en lo que me iba a meter así, a ciegas. Hasta que decidí arriesgarme”, recuerda.
La vida de Rosa es próspera ahora y tiene algo que decirles a sus admiradores
Setsuko fue criada de una manera muy natural y nunca llegó a tomar ni una sola aspirina cuando era niña. “Todo estaba basado en el té, y en mi esencia soy así, un poco en contra de todo lo que es químico. Así que siempre me cuidé con aloe, aceite de coco, aceite de oliva”, dice.
Pero el énfasis más fuerte lo hace en la armonía con uno mismo. “La belleza en sí está en cuidar realmente tus pensamientos, tu espiritualidad. La persona puede llegar a ser bella, cautivadora, amable, esto es mucho más que la belleza toda estirada y perfecta. Es el contenido lo que cuenta, en mi opinión”, dice Rosa.
Para ella, los estándares de la industria de la belleza son opresivos, pero hay esperanza. “Siento que poco a poco vamos cambiando. Las personas viven más, se cuidan más y las empresas realmente necesitan abrirse más en ese sentido y visualizar a estos clientes potenciales”.
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