19 Fotos que prueban que las casualidades no suceden solo en películas
¿Alguna vez te has topado con una casualidad tan increíble que te dejó sin palabras? Pues déjame decirte que el mundo está lleno de inexplicables momentos que pueden dejarnos boquiabiertos. Como encontrarte con un amigo de hace años en el transporte público, ver cosas familiares en lugares inesperados o capturar el momento perfecto en el que la naturaleza crea algo asombroso. Aquí te mostramos algunas pruebas de lo increíble que puede ser la realidad.
1. “Una hoja de mi planta presenta una combinación de colores perfecta”
El debate sobre si existen o no las casualidades es un tema que ha sido objeto de discusión desde hace siglos. Algunas personas creen que todo sucede por una razón y que nada es obra del azar, mientras que otros argumentan que ciertos eventos ocurren sin causa aparente. También, la ciencia ha intentado explicar este fenómeno por medio de la probabilidad e, incluso, la psicología.
Para comenzar, hemos de explicar lo que es una casualidad. Esto se refiere a un momento en el que las cosas ocurren de manera imprevista, generalmente como resultado de la combinación de circunstancias en las que el observador nota una sucesión de hechos que es extrañamente coincidente, inesperada e inexplicable.
2. “Me encontré con estas velas en mi trabajo que se parecen a mi color de esmalte”
Desde una perspectiva estadística, las coincidencias son inevitables y, a menudo, menos notables de lo que parecen intuitivamente. Por ejemplo, el problema del cumpleaños muestra que la probabilidad de que dos personas tengan el mismo cumpleaños ya supera el 50% en un grupo de solo 23 personas. Esto puede parecer sorprendente, pero en realidad es una consecuencia de la ley de los grandes números, que establece que, en un gran número de eventos aleatorios, la frecuencia de ocurrencia de un resultado particular se acerca a su probabilidad teórica.
Sin embargo, hay quienes sostienen que las casualidades son más que meras coincidencias estadísticas. Algunas personas creen en la idea de que todo en la vida está conectado, y que las casualidades son signos o mensajes del universo que nos guían hacia nuestro destino. Desde esta perspectiva, las coincidencias son más que simples eventos aleatorios, sino que tienen un propósito y un significado más profundo.
3. “El color de ojos de los perros de mi hermana son iguales”
Por otro lado, existen explicaciones científicas para muchos eventos que parecen casualidades. Por ejemplo, la teoría del caos muestra que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un sistema pueden tener un gran impacto en el resultado final. Esto significa que, aunque los resultados parezcan aleatorios, pueden ser el resultado de una cadena de eventos causales complejos.
Un estudio de 2015 publicado en New Ideas in Psychology informó que las coincidencias son “una consecuencia inevitable de la mente que busca una estructura causal en la realidad”. Esa búsqueda de estructura es un mecanismo que nos permite aprender y adaptarnos a nuestro entorno.
La definición misma de coincidencia se basa en que escojamos similitudes y patrones. “Una vez que detectamos una regularidad, aprendemos algo sobre los eventos que van juntos y la probabilidad de que ocurran”, dice Magda Osman, psicóloga experimental de la Universidad de Londres y una de las autoras del estudio. “Y estas son valiosas fuentes de información para comenzar a navegar por el mundo”.
4. “La camisa nueva de mi novio completa su tatuaje”
¿Pero qué es en sí la teoría del caos? Para explicarlo, tenemos que comenzar con su origen. La teoría del caos tiene sus raíces en el estudio de sistemas dinámicos, que son sistemas que cambian con el tiempo. Un ejemplo de esto es el movimiento de una pelota en el aire. Si arrojas una pelota al aire, su movimiento es determinado por las fuerzas que actúan sobre ella, como la gravedad y la resistencia del aire. Sin embargo, pequeñas variaciones en las condiciones iniciales, como la velocidad y la dirección en la que se arroja la pelota, pueden llevar a grandes diferencias en su trayectoria final.
Sin embargo, la teoría del caos se hizo famosa en la década de 1960 gracias al trabajo de matemáticos como Edward Lorenz, quien descubrió que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales en los modelos matemáticos del clima podían llevar a grandes diferencias en las predicciones meteorológicas. Este descubrimiento se conoce como el “efecto mariposa”, ya que sugiere que el aleteo de las alas de una mariposa en Brasil podría, en teoría, causar un tornado en Texas.
5. “Las calcetas de mi novia se camufla con la alfombra”
Entonces, la definición de teoría del caos sería algo así: una rama de la física y las matemáticas que se enfoca en el estudio de los sistemas complejos y su comportamiento. Esta teoría sugiere que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un sistema pueden generar grandes diferencias en su evolución a largo plazo. En otras palabras, el comportamiento de un sistema caótico es altamente sensible a condiciones aparentemente insignificantes.
Además, esta se aplica en muchos campos, desde la física hasta la biología y la economía. Por ejemplo, la teoría del caos se ha utilizado para modelar el crecimiento de poblaciones animales, la propagación de epidemias y el comportamiento de los mercados financieros. También se ha utilizado para explicar fenómenos aparentemente caóticos en la naturaleza, como el patrón de las hojas en un árbol o la forma de las costas.
6. “La punta de mis zapatos coincide con la placa estriada. ¡Seguridad ante todo!”
Desde una perspectiva psicológica, las casualidades pueden ser vistas como experiencias subjetivas que tienen un gran impacto emocional en las personas. Cuando nos sentimos felices y satisfechos con nuestras vidas, somos más propensos a ver cada día como una oportunidad para seguir avanzando en nuestro camino. Sentimos orgullo, contento y agradecimiento hacia la vida, lo que nos permite estar abiertos a las posibilidades que se nos presentan.
Sin embargo, cuando nos encontramos en un estado de tristeza, desánimo y hastío, es posible que no veamos lo que nos ocurre como una oportunidad, sino como una mala suerte o un fastidio. En estas circunstancias, es más difícil encontrar el sentido en las cosas y estar abiertos a nuevas oportunidades. Es importante recordar que nuestras percepciones y emociones pueden influir en cómo vemos y experimentamos los eventos de la vida cotidiana.
7. “El color de la taza que encontré en una tienda de segunda mano se parece al de mis calcetas favoritas”
8. “El gatito que duerme es mi amigo”
La teoría psicológica más común sobre las casualidades es la denominada “ilusión de la casualidad”, la cual sugiere que las personas tienden a encontrar patrones y relaciones de causalidad donde no los hay. Esta tendencia humana puede ser explicada por la necesidad de encontrar sentido y significado en las experiencias, especialmente aquellas que son impredecibles y desconcertantes.
Por ejemplo, imaginemos que alguien se encuentra con un amigo de la infancia en un lugar inesperado. Esta experiencia puede ser interpretada de varias formas. Por un lado, la persona podría verlo como una simple casualidad o coincidencia, sin embargo, otra persona podría interpretarlo como una señal del universo o una intervención divina. En cualquier caso, la interpretación de esta experiencia depende de la perspectiva y la interpretación individual de cada persona.
9. “El número de lote de esta medicina para la gripe es el mismo que mi nombre de usuario”
Una explicación posible de la ilusión de la casualidad es que los seres humanos tendemos a buscar patrones y significados en el mundo que nos rodea, incluso cuando no hay una relación real entre los eventos. Nuestro cerebro está programado para buscar relaciones causales y esto puede llevar a interpretar las coincidencias como causalidad.
Además, la memoria también puede jugar un papel importante en la ilusión de la casualidad. Recordamos mejor los eventos que son emocionalmente significativos, como los que se relacionan con experiencias positivas o negativas. Esto puede hacer que parezca que los eventos coincidentes están relacionados de alguna manera, cuando en realidad es solo una coincidencia.
Otro factor que puede influir en la ilusión de la casualidad es la falta de control que sentimos sobre los eventos que nos rodean. Cuando nos sentimos impotentes o fuera de control, puede parecer que los eventos están conectados y que hay una fuerza externa que nos afecta.
10. “El camote blanco es morado por dentro y el camote morado es blanco por dentro”
Precisamente la ilusión de casualidad es un sesgo cognitivo. Estos han sido objetos de investigación en programas fascinantes desde hace décadas y se han popularizado gracias a la divulgación científica. El sistema cognitivo humano tiene predisposición a producir ciertas respuestas o llegar a ciertas conclusiones, ya que como cualquier otro animal, debemos tomar decisiones rápidas con información incompleta. Los sesgos cognitivos pueden producir respuestas correctas la mayoría de las veces y ayudarnos a decidir y actuar con rapidez.
Sesgo cognitivo se define como patrones sistemáticos de desviación en el razonamiento y la toma de decisiones que a menudo ocurren de manera automática e inconsciente. Estos sesgos pueden ser el resultado de la simplificación y la generalización que hacemos del mundo a nuestro alrededor para poder procesar la información de manera más rápida y eficiente. Sin embargo, los sesgos cognitivos también pueden llevar a errores en nuestro pensamiento y a decisiones subóptimas.
11. “El baño y yo combinamos”
Los sesgos cognitivos pueden manifestarse de diversas maneras. Algunos ejemplos comunes incluyen la heurística de disponibilidad, que es la tendencia a juzgar la probabilidad de un evento por lo fácil que es recordarlo; el sesgo de confirmación, que es la tendencia a buscar, interpretar y recordar información de manera que confirme nuestras creencias existentes (como la ilusión de la casualidad); y el sesgo de anclaje, que es la tendencia a depender excesivamente de la primera información que recibimos al tomar una decisión. Ahora hablaremos más sobre cada uno de ellos.
12. “Encontré una zanahoria con la misma forma de mi dedo”
El sesgo de confirmación es un tipo de sesgo cognitivo que se refiere a la tendencia de las personas a buscar, interpretar y recordar información de una manera que confirme sus creencias o hipótesis preexistentes. En otras palabras, las personas tienden a prestar atención y aceptar información que confirma lo que ya creen, mientras que ignoran o descartan información que contradice esas creencias.
Un ejemplo común de sesgo de confirmación ocurre cuando una persona tiene una opinión política muy arraigada. Es posible que esa persona solo busque noticias y opiniones que apoyen su punto de vista, ignorando las que no lo hacen. También podría interpretar cualquier información que recibe de una manera que apoye su opinión, incluso si esa información no lo hace de manera explícita. De esta manera, la persona puede reforzar aún más sus creencias preexistentes, a pesar de cualquier evidencia en contra.
Otro ejemplo podría ser el de una persona que cree firmemente en la existencia de ovnis y comienza a buscar información en internet que confirme esta creencia, ignorando o descartando información que sugiere explicaciones alternativas o la falta de evidencia sólida. En lugar de buscar información objetiva y evaluarla críticamente, la persona busca activamente información que confirme su creencia preconcebida, lo que refuerza su convicción de que los ovnis existen.
13. “Cuando el perro se pierde con la alfombra”
El sesgo de disponibilidad es un sesgo cognitivo en el que las personas tienden a juzgar la probabilidad de un evento en función de lo fácil que les resulta recordarlo o imaginarlo. En otras palabras, las personas tienden a sobrestimar la probabilidad de eventos que son más fáciles de recordar o que están más disponibles en su memoria.
Un ejemplo común del sesgo de disponibilidad es cuando las personas tienen miedo de volar en avión debido a los informes de noticias sobre accidentes aéreos, aunque los accidentes de avión son en realidad muy raros. Debido a que los informes de noticias sobre accidentes aéreos son muy dramáticos e impactantes, las personas tienen una imagen muy vívida de estos eventos en su mente, lo que lleva a una sobrestimación de la probabilidad de que un accidente de avión ocurra. Otro ejemplo es cuando alguien cree que los delitos violentos son muy comunes porque los informes de noticias sobre ellos son más llamativos que los informes sobre delitos no violentos o crímenes financieros.
14. “El sol dibuja un signo de exclamación en mi puerta”
El sesgo de anclaje es un sesgo cognitivo en el que una persona se basa demasiado en la primera información que recibe al tomar una decisión. Es decir, el individuo “se ancla” en la información inicial y la utiliza como punto de referencia para tomar futuras decisiones, a pesar de que esta información puede no ser relevante o precisa.
Un ejemplo común de sesgo de anclaje es cuando un vendedor de automóviles establece un precio inicial alto para un vehículo que está tratando de vender. El comprador potencial puede sentir que ese es el precio “justo” y basar su decisión de compra en torno a ese precio, incluso si otros vehículos similares están disponibles por menos dinero.
Otro ejemplo es cuando un empleador establece un salario inicial para un puesto de trabajo en particular que es más alto de lo que se ofreció anteriormente para ese mismo trabajo. Los nuevos solicitantes pueden sentir que ese salario es lo que deberían esperar y, por lo tanto, estarán menos dispuestos a aceptar un salario más bajo.
15. “La puerta del libro es igual que la mía”
El sesgo de representatividad se produce cuando se hace una evaluación o se toma una decisión basándose en la similitud de un evento o persona con un estereotipo o categoría previa, sin considerar otras informaciones relevantes.
Un ejemplo de sesgo de representatividad podría ser cuando se asume que todas las personas de cierta profesión tienen ciertas características y habilidades estereotipadas, sin considerar las variaciones individuales. Por ejemplo, si alguien cree que todas las personas que trabajan en marketing son extrovertidas y persuasivas, podría tomar una decisión de contratación basándose en esas características estereotipadas en lugar de considerar otras habilidades importantes para el trabajo, como la capacidad analítica o la creatividad.
16. “La sartén es igual a mi fregadero”
El sesgo de retrospectiva, también conocido como el efecto hindsight o “yo ya lo sabía”, se refiere a la tendencia a creer que un evento era predecible o inevitable después de haber ocurrido, a pesar de que en realidad no lo era. Este sesgo puede llevar a una falsa sensación de seguridad al tomar decisiones futuras, ya que se cree erróneamente que se podría haber prevenido un evento desfavorable.
Un ejemplo común es cuando alguien ve una película y dice: “Oh, yo sabía que el asesino era él todo el tiempo”. Sin embargo, antes del final de la película, la persona no sabía quién era el asesino y, por lo tanto, este pensamiento es una ilusión retrospectiva.
Otra forma en que puede manifestarse este sesgo es en la creencia de que se podrían haber prevenido tragedias o accidentes que ya han ocurrido, como la explosión de un volcán o un accidente de avión. Es importante reconocer este sesgo y recordar que la mayoría de los eventos son inciertos antes de que ocurran, por lo que es difícil predecir el futuro con certeza.
17. “Las pantuflas parecen parte de la alfombre de nuestro departamento de Airbnb”
El sesgo de atribución es la tendencia a explicar el comportamiento propio o de los demás en términos de características internas y estables, en lugar de considerar factores externos o situacionales.
Puede ser cuando alguien atribuye su propio éxito a sus habilidades innatas y su propio fracaso a factores externos, como la mala suerte o la interferencia de otras personas. O si alguien atribuye el éxito de otra persona a factores externos, como una oportunidad única, mientras que atribuye su fracaso a sus habilidades o falta de esfuerzo. Por ejemplo, si una persona obtiene un buen resultado en un examen, puede atribuirlo a su inteligencia y dedicación, pero si falla un examen, puede culpar al profesor por hacer un examen demasiado difícil o a los compañeros de clase por distraerlo durante el estudio.
Este sesgo puede llevar a una evaluación inexacta de la causa del comportamiento y puede influir en la forma en que se toman decisiones y se juzga a los demás.
18. “La blusa de mi amiga coincidía en colores con la taza de café”
El sesgo perceptivo se refiere a la tendencia de nuestra percepción de ser influenciada por nuestras expectativas, creencias y experiencias pasadas. Nuestro cerebro utiliza la información sensorial que recibimos de nuestros sentidos y la interpreta basándose en nuestra comprensión previa del mundo.
Un ejemplo común de sesgo perceptivo es la pareidolia, que es la tendencia a ver patrones significativos en estímulos aleatorios, como rostros humanos en nubes o en manchas en una pared. Otro ejemplo es la ilusión óptica, en la que nuestra percepción de la realidad se ve afectada por la forma en que los objetos aparecen en nuestro campo visual, como en la ilusión de Müller-Lyer, en la que dos líneas del mismo tamaño parecen tener diferentes longitudes debido a la adición de flechas en los extremos.
19. ¿Ave o persona?
Es importante tener en cuenta que los sesgos cognitivos no siempre son negativos. De hecho, algunos sesgos cognitivos pueden ayudarnos a procesar la información de manera más eficiente y tomar decisiones más rápidas en situaciones cotidianas. Sin embargo, es importante estar conscientes de estos patrones de pensamiento para poder tomar decisiones más informadas y evitar decisiones subóptimas en situaciones más complejas o importantes. Los estudios sobre los sesgos cognitivos son un campo de investigación en constante evolución en la psicología y tienen importantes implicaciones en muchas áreas, incluyendo la toma de decisiones en negocios, política y salud.