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18 Trampas que los meseros utilizan para manipular a los clientes

Muchas tenemos algún restaurante predilecto al que nos encanta ir. Ya sea por la comida, el servicio, los precios o el ambiente. ¿Pero será que es solo eso o tendrán algún otro truco bajo la manga? Los restaurantes han encontrado ciertas estrategias (en su mayoría psicológicas) que pueden mantener a un cliente feliz y al mismo tiempo beneficiarse de ello. Por ello, averiguamos cuáles son los trucos que más utilizan los meseros y ahora los compartimos contigo. Usa sabiamente esta valiosa información.

  • Si tienes una fiesta de boda, algunos platillos pueden no aparecer en la mesa del evento. Frecuentemente reducen la mitad de las porciones, en especial en agosto y septiembre, un período fuerte de casamientos. Todo el personal se alimenta de tales fiestas, ya que los empleados no esperan nada de propina.
  • Si el comensal no sabe qué pedir, entonces, el mesero que se encuentra cerca ayudará con la elección nombrando un par de platillos. El cliente siempre pedirá el último de los que escuche, ya que se acordará mejor de ese. Eso es bueno para el restaurante, porque, por supuesto, el mozo dejará el platillo más caro para el final.
  • Al crear un menú, los especialistas frecuentemente eliminan los ceros al final de los precios para tranquilizar a los comensales. Si el platillo cuesta, por ejemplo 30,00 USD, pueden quitar dos ceros al final. Los números adicionales se asocian con algo costoso, y, entre menos piensen las personas en los gastos, más pedirán. Otra práctica analógica es la eliminación del signo dólar.
  • Si pides bajar la música, en realidad, bajarán en uno de cada 10 casos. Con mayor frecuencia, simplemente te dirán que lo hicieron, y podrá parecerte que realmente es así, cuando no lo es.
  • No te engañes al ver la frase “leche de granja” en el menú. Con frecuencia, esto se refiere al producto del supermercado más cercano de una marca pertinente. La leche de almendra o de avena también suele ser reemplazada por una normal.
  • Cuando la comida se sirve en platos grandes, se pone en práctica la ilusión Delboeuf. A pesar de que la porción no es tan abundante, el comensal se sentirá lleno. Con mayor frecuencia se usa un método contrario, sirviendo los platillos principales en platos grandes. El comensal, de forma intuitiva, siente que no se ha llenado y pide un postre.
  • Muchos restaurantes refuerzan los olores para que los comensales tengan mucho apetito. Por ejemplo, en las panaderías se instalan hornos con una mínima ventilación para que el aroma a pan fresco vaya hasta los comensales ubicados a muchos metros del establecimiento.
  • Las personas comen menos en los restaurantes decorados con espejos. Esto está relacionado con el hecho de que, cuando alguien tiene la oportunidad de verse, el nivel de autocontrol en el proceso de la comida aumenta.
  • Los dulces, chicles y otras pequeñeces que suelen darte junto con el recibo no son cumplidos del establecimiento. A través de ellos, los dueños tratan de causar un sentido de culpa. Los comensales sienten que, por tal regalo, tienen que pagar de alguna manera.
  • En los nombres de los platillos se usan las llamadas consonantes “deliciosas”, cuya pronunciación coincide con los sonidos de masticar los alimentos. Por ejemplo, “t”, “v” y “s” en la siguiente frase: “Suave corte de ternera en salsa verde”.
  • Ayudas mucho al restaurante si, al entrar, buscas un lugar en el rincón, ya que, cuando nadie ve a una persona, ella pide más comida. Además, los huéspedes que eligen tal lugar piden platillos con más calorías, y esto también influye en buenas ventas de postres.
  • Pero una tendencia inversa también funciona: se trata de ubicar a los comensales cerca de la entrada del restaurante, “en el plano delantero”, para crear una atmósfera de comodidad y de que el establecimiento está lleno. A las personas bonitas a propósito les proponen ocupar el lugar cerca de la ventana o en el patio para atraer más la atención y causar la máxima impresión fuerte.
Wiese / face to face / FaceToFace / REPORTER
  • El mesero identificará inmediatamente a un comensal que rara vez va al restaurante. Si pides pasta “carbonara”, entenderá rápidamente que no te gusta probar lo nuevo y que rara vez comes fuera de casa. Los establecimientos siempre incluyen este platillo en su menú porque su precio es accesible y es fácil de preparar.
  • Todas las cocinas de los restaurantes tienen productos semiacabados. Frecuentemente, la pasta o pizza de los restaurantes italianos se compra en la tienda, lo que significa que los cocineros no preparan la masa. Los caldos para las sopas suelen cocerse de antemano y se guardan en recipientes especiales de plástico. A veces, para preparar los productos semiacabados se usan concentrados en forma de polvo.
  • A menudo, los meseros limpian las mesas y recogen los trastes usados no solo por limpieza. Los platos sucios les recordarán a los comensales qué tanto han comido y, en ese caso, es poco probable que quieran pedir algo más.
  • Con mayor frecuencia, los meseros son personas jóvenes. Pero está demostrado que a las personas de mediana edad en este cargo se les tiene una mayor confianza. Los clientes perciben las recomendaciones de los trabajadores más mayores con gran entusiasmo.
  • Incluso los platillos más sencillos son adornados al máximo: por lo tanto, se crea una variedad de manera artificial. Lo mismo sucede con los alimentos multicolor: el cerebro humano reacciona de forma activa a los colores brillantes porque los asocia con frutas maduras. Como resultado, nos sobreexitamos y comemos más.
  • No siempre hay que creer en el cartel de “reservado”. A veces lo ponen para mantener las mesas para compañías más grandes, las cuales potencialmente traerán más ganancias que una pareja de enamorados que quiere ocupar un lugar pequeño.

¿Cuál es tu restaurante preferido y qué tiene de especial? ¿Cuál de estos trucos te parece que han utilizado contigo?

Imagen de portada Paulien Osse / Filckr, CC BY 2.0
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