12 Tips que podrían ayudarte a comprar de manera consciente y a ahorrar dinero
La mayoría de nosotras en algún momento hemos tenido la intención de ahorrar. Sin embargo, a pesar de nuestros intentos, muchas desistimos en el momento en que vemos que nuestro dinero no solo no crece, sino que continúa escapándose de nuestras manos como por arte de magia.
En Bella y Genial sabemos que el aspecto económico es un elemento importante para la realización de nuestros planes. Por eso, queremos compartir contigo algunos consejos que pueden ayudarte a evitar los gastos impulsivos y así lograr tus objetivos en menos tiempo.
1. Ahorra para un propósito
Quieres todo y de inmediato, pero las cosas no funcionan así. Empieza por definir qué objetivo es el más importante, y qué y cuánto tendrás que ahorrar para conseguirlo. Esto te dará la motivación que necesitas para ponerte en marcha con el ahorro.
¿Qué hacer?
- Selecciona un objetivo. No necesariamente debe ser grande y elevado, lo más importante es que sea único. Entonces, los ahorros parecerán dar resultados, y el objetivo gradualmente se acercará.
- No te detengas en la complacencia. ¿Ahorraste para un deseo y lo cumpliste? Genial, ahora empieza a ahorrar para hacer realidad otro.
Concéntrate en un solo objetivo, y continúa con el siguiente solo cuando hayas alcanzado el anterior.
2. Concéntrate en el hecho de por qué quieres ahorrar, y no solo en cómo lo harás
Muchas veces, nos enfocamos en cómo ahorraremos la mayor cantidad de dinero posible, y perdemos de vista las razones que tenemos para hacerlo. Cuando esto pasa, es común que pronto nos cansemos de la austeridad y empecemos a despilfarrar, lo que hará que nos cueste más retomar nuestro plan de ahorro una vez que decidamos hacerlo.
¿Qué hacer?
- Recuerda frecuentemente para qué estás ahorrando. Se determinó que las personas que reflexionan en las razones por las cuales quieren apartar dinero ahorran más en comparación con aquellas que se concentran en desarrollar técnicas específicas de ahorro, como ir a las tiendas con menos frecuencia o rechazar todo.
- No tengas miedo de inventar una solución. La vida es dinámica: cada semana tendrás que inventar soluciones que saldrán de los márgenes de tus planes financieros, y eso es normal. De manera planificada muévete hacia tu objetivo y no rechaces los dulces placeres de la vida.
- Gasta menos, pero no rechaces los pequeños placeres que te puedas permitir.
La planificación es más efectiva cuando una persona es capaz de tomar inesperadas decisiones y recordarse a sí misma por qué quiere alcanzar sus objetivos.
3. Aparta el dinero que quieres ahorrar
Tú conoces la suma que puedes gastar en compras por semana. Pasan 7 días y el domingo le echas un vistazo a tu cartera o verificas tu cuenta, y descubres que te “sobra” algo de dinero. Si lo ahorras dejándolo en ellas, el riesgo de que lo gastes es muy grande.
¿Qué hacer?
- No gastes dinero que “surgió repentinamente”. ¿Te pagaron una deuda o conseguiste ahorrar? Divide la suma en dos partes: una para gastar valientemente (esta es una excusa para mimarte), y la otra, para cumplir algún sueño o gran objetivo.
- Recoge y mira los recibos de las tiendas. Frecuentemente en ellos se ve reflejada la suma de un descuento. Tienes que sacar el dinero ahorrado de tu cartera o transferirlo a una cuenta por separado. En tu alcancía coloca todas las monedas pequeñas y aquello que suene en tu bolsa o bolsillos.
- Rechaza todas las pequeñeces sin las cuales fácilmente puedes vivir. Por ejemplo, evitar comprar una taza de café a diario puede ahorrarte unos cientos de dólares al año.
Consigue una alcancía para dinero en efectivo. Pero no necesariamente debe de ser el clásico cochinito; lo principal es que te guste. Entonces, el proceso de ahorrar te causará satisfacción. Si se trata de fondos, guárdalos en tu tarjeta y, al final de la semana, transfiere el saldo.
4. Toma un descanso antes de comprar un artículo
Al escuchar que únicamente durante ese día se llevará a cabo una promoción, que el artículo posee un descuento muy especial, y que es una propuesta única que nunca volverá a ocurrir, puedes tomar una decisión impulsiva sobre la cual más tarde te arrepentirás. Para hacer una correcta elección, tienes que esperar.
¿Qué hacer?
- Experimenta con la tentación. Para los “deseos” repentinos puedes tomarte una pausa de 24 horas, y, para las grandes compras, más de 3 días.
- Utiliza el aplazamiento sabiamente, mira análisis en YouTube, compara precios y lee reseñas sobre el artículo en cuestión.
- Cuenta cuántas horas de trabajo necesitas para ganar esa suma que tienes pensado gastar. A veces, esto realmente es motivo de reflexión.
- Realiza un inventario de todo lo que tienes en esa categoría. Al echarles un vistazo a tus pertenencias puedes darte cuenta rápidamente de lo poco que necesitas el producto en cuestión.
La satisfacción de una adquisición se encuentra principalmente en la anticipación, así que, si de todos modos adquieres el artículo, no perderás nada.
5. No sostengas un artículo que te gustó
Las personas valoran las cosas que les pertenecen, y esto explica por qué los vendedores de artículos costosos quieren que los pruebes con tus propias manos. Al sostener un artículo que te gusta, inconscientemente decides que es tuyo, y el exagerado precio hasta comienza a parecerte justificado. En momentos así olvidas todos los consejos sobre ahorro y te diriges a la caja de pago con un teléfono que realmente no necesitas.
¿Qué hacer?
- Pídele al vendedor que él mismo te muestre cómo funciona el teléfono que te gustó o desdoble el suéter que conquistó tu corazón.
- Compra con menor frecuencia por Internet. Investigaciones han demostrado que las compras en línea están determinadas por el comportamiento impulsivo de las personas, las cuales no saben controlarse.
Lo más importante es que, bajo ninguna circunstancia, tomes entre tus manos algo a lo que le hayas echado un ojo.
6. No mastiques gomas de mascar cuando vayas de compras
Cuando masticas goma de mascar, la corriente sanguínea que se dirige al cerebro aumenta y mejora la función cognitiva. En consecuencia, querrás pasar más tiempo en las tiendas, viendo artículos y reflexionando.
¿Qué hacer?
- No mastiques chicle al ir de compras. De acuerdo con una investigación, el mismo proceso te hace gastar más tiempo en la elección de un artículo y comprar más cosas de lo planeado.
- Concéntrate en lo que es importante para ti y no te distraigas con propuestas “interesantes”.
- Limita el tiempo que tienes planeado pasar en la tienda. Llega, mira y compra.
Tu eslogan debe ser: conciencia plena, autocontrol, y nada de chicles.
7. Navega por las tiendas estratégicamente
Al entrar a una tienda, la mayoría de las compradoras camina por la derecha, debido a que las personas suelen ser diestras. Los mercadólogos saben esto, y deliberadamente colocan los artículos más caros del lado derecho del edificio.
¿Qué hacer?
- Presta especial atención a los estantes más altos y bajos. Los artículos más baratos estarán precisamente ahí.
- No tomes una cesta, y utiliza tus manos para llevar únicamente lo que tienes planeado adquirir. Si necesitas comprar varios artículos, entonces toma una cesta, pero no un carrito. Esto te ayudará a no comprar de más.
Recuerda que la formación es la clave para una compra fundamentada.
8. Lleva una lista de compras y apégate a ella
Al ver un artículo con un precio en promoción, una persona intenta adquirirlo para evitar perderlo, incluso si no lo necesita por completo. Esto es un instinto: las posibles pérdidas nos preocupan más que las adquisiciones, y el pensamiento de que si no compras el artículo ahora perderás la posibilidad de adquirirlo en el futuro, incluso te causará preocupación.
¿Qué hacer?
- Ignora los artículos en promoción si no se encuentran en tu lista.
- Si ya tomaste lo que necesitabas, ve directo a la caja de pago, y no olvides negarte cortésmente cuando la cajera te ofrezca comprar 3 artículos por el precio de 1.
Lucha contra el miedo a la pérdida y saldrás victoriosa.
9. ¿Qué prefieres?
Los mercadólogos hacen de todo para que involuntariamente te encuentres con un artículo y te den ganas de adquirirlo. No por nada los probadores se encuentran en el rincón más alejado de la tienda, y los productos más caros son ubicados al nivel de los ojos. En su arsenal también tienen un diseño promocional, atractivas letras en las vitrinas, tarjetas para acumular puntos, olor agradable y música suave.
¿Qué hacer?
- Realiza el “test del desconocido”. ¿Quieres comprar un nuevo vestido? Imagina frente a ti a una persona que, en una mano, sostiene tu futura adquisición, y, en la otra, su equivalente en dinero. ¿Qué escogerías? Si te sientes atraída por el dinero, entonces significa que esa prenda no es tan necesaria.
- Imagina tu compra después de medio año. Probablemente tendrás un vestido que solo usaste una vez colgado tristemente en el armario. Visualiza ese momento y utilízalo para tomar la decisión correcta.
Pon a prueba tu imaginación y no te rindas sin probar ambas opciones.
10. Haz compras conscientes
La pasión hacia la vida se pierde en el momento en el que las compras pasan de ser una necesidad a un pasatiempo. Al adquirir un artículo, el estado de ánimo de una persona aumenta por 20 minutos, y después sientes frustración y preocupación en relación con el dinero gastado.
¿Qué hacer?
- Compra en medida de lo necesario y no vayas a la tienda sin necesidad.
- Planea tus visitas a las tiendas. Las compras realmente pueden traerte felicidad si ocurren conscientemente y son planeadas para que después no estés triste ni te sientas avergonzada porque solo te quedan 5 USD para todo el mes.
Las compras no son un objetivo en sí mismo, sino una pequeña parte de la vida.
11. Haz del proceso de ahorro algo que disfrutes
Frecuentemente, las personas se enfocan más en qué tan lejos están de sus objetivos en lugar de qué tanto se han acercado a ellos. Aportas a un fondo de ahorro o configuras un pago automático y lo transfieres a una cuenta de ahorros, pero no ves ni tocas ese dinero. Como resultado, este comienza a parecer abstracto, casi como monedas de un juego. Los ahorros son tuyos, pero no se sienten así, ya que no te brindan felicidad.
¿Qué hacer?
- Mira cómo crecen tus ahorros. Esto te ayudará a entender si tus acciones valen la pena en tiempo real.
- Crea un ritual: empieza por preparar un ambiente en el que disfrutes estar. Cada mes, a la misma hora y en el mismo lugar, ponte ropa cómoda, prepárate una taza de tu bebida favorita, enciende una vela o acerca una planta que te guste, y siéntate a revisar cuánto has conseguido ahorrar.
- Recompensa tu éxito: ¿has alcanzado un cierto punto que te habías fijado? Celebra y permítete una pequeña recompensa.
Estas simples acciones fortalecerán tus deseos y te ayudarán a conseguir tus objetivos.
12. Date permiso de soñar
No es fácil pelear con el deseo de alegrarse ahora mismo y arrepentirse sobre eso después. Todas las compras en pagos y préstamos para el consumo están diseñados para eso.
¿Qué tienes que hacer?
- Recuerda tu objetivo cada vez que surja la tentación de adquirir algo “fuera del presupuesto”. Hazte la siguiente pregunta: “¿cómo alcanzaré mi objetivo al comprar pequeñeces con dinero que podría ahorrar para mi sueño?”.
- En lugar de simplemente pensar en tu objetivo, escríbelo o haz un vision board con lo que quieres alcanzar. Las personas que escriben sus metas o hacen una representación visual de ellas, tienen más éxito a la hora de lograrlas, en comparación con aquellas que únicamente lo piensan.
Tener presentes tus objetivos, disminuirá los retrasos en tu plan de ahorro.
Bono: 3 preguntas que debes responder para comprar conscientemente
En estas tres preguntas se basa toda la teoría del gasto consciente y se construyen todos los consejos para ahorrar dinero:
- Practicidad. Tomamos una pausa y nos preguntamos: “¿en realidad necesito esto? ¿Voy a utilizarlo?”.
- Disponibilidad financiera. Si la respuesta a la pregunta anterior fue positiva y estás interesada, pregúntate: “¿puedo permitirme esto? ¿Es una buena idea comprarlo ahora mismo?”. Si la respuesta es afirmativa, pasa a la siguiente pregunta. En caso contrario, añade la compra de este producto a tu lista de objetivos.
- Emociones. Hazte la siguiente pregunta: “¿cómo me sentiré al realizar esta compra? ¿No se estropeará mi estado de ánimo por este gasto?”.
¿Consideras que gastas de manera consciente? ¿Qué estrategias utilizas para cumplir tus objetivos de ahorro?