12 Errores de lavado que podrían arruinar no solo nuestra ropa sino también la lavadora
Quizá lavar ropa no nos parezca un problema porque cargar una lavadora no tiene mucha ciencia, ¿verdad? Pero es posible que nos quejemos porque nuestra ropa se desgasta rápido o no queda tan limpia, o porque el consumo de agua y luz está siendo excesivo, o tenemos gastos extra en reparaciones del electrodoméstico. Bueno, tal vez, después de todo, estemos errando un poco en nuestra rutina de lavado de ropa.
En Bella y Genial te compartimos algunos errores comunes que cometemos con la limpieza de nuestras prendas en la lavadora y te decimos cómo evitarlos para que todo te dure mucho más.
1. No quitarle los pelos a la ropa antes de lavarla
Si tienes animales en la casa, es bastante natural que las cosas a menudo se cubran con su pelo abundantemente. Pero no conviene ponerlas a lavar en la máquina de esta forma, ya que esto puede causar daños graves. El hecho es que los pelos, durante el lavado, seguramente se juntarán en grumos, que al final del ciclo pueden obstruir los orificios de drenaje e incluso la bomba, provocando roturas. Por lo tanto, es mejor ir a lo seguro y dedicar un par de minutos a limpiar las cosas con un rodillo adhesivo antes de lavarlas, con el fin de evitar las molestias y costos asociados con las reparaciones.
2. Lavar la ropa sin antes tratar las prendas con manchas
A veces pensamos que si echamos la ropa con manchas a la lavadora, junto con el resto, podríamos quitarle la mancha, y después pasamos al plan B dándole un tratamiento particular. Esto es un error, primero debemos tratar la mancha, ya sea con vinagre blanco o bicarbonato de sodio, para que esta se reduzca o desaparezca por completo, y luego lavarla con el resto para un mejor efecto.
3. Descuidar tu ropa delicada
Con las prisas que tenemos creemos que lo mejor que podemos hacer es lavar nuestra ropa delicada en un paquete especial con la configuración adecuada para ella. Pero, aunque el lavado también sea delicado, no nos garantiza el desgaste habitual. Por ello, si no tienes tiempo de lavarla a mano, es aconsejable protegerla con una bolsa de tela para que no sufra directamente el desgaste. Además, puedes agregarle detergente para tratar este tipo de prendas.
4. Sobrecargar la lavadora
También nos pasa que queremos acabar de lavar rápido y nos parece buena idea poner grandes cantidades de ropa en la lavadora. Sí, quizá tenga hasta para una carga máxima, pero eso no significa que podamos abusar de ella porque requerirá de más agua, detergente y electricidad, además del sobre esfuerzo de nuestro electrodoméstico, y tu ropa ni siquiera podrá lavarse correctamente. Lo mejor es separar cantidades de ropa según su peso y material para un lavado más eficaz.
5. Usar detergente en cápsulas para una pequeña cantidad de ropa
En cuanto a la comodidad, el detergente en cápsulas, a primera vista, ocuparía el primer lugar: es fácil de usar y guardar, y consiste en una cantidad del producto perfectamente ajustada. Sin embargo, es precisamente en este último detalle en el que se esconden algunas desventajas importantes. La cápsula está diseñada para, al menos, una carga media de la lavadora. Esto significa que al agregarla a una pequeña cantidad de ropa, creamos un efecto excesivo de química tanto en las prendas como en la máquina, ya que en su interior se puede formar un residuo de exceso que puede dañar las bombas y el motor.
6. No agregar la cantidad de detergente necesaria
Al añadir una cantidad demasiado modesta o exagerada de detergente estamos lavando la ropa incorrectamente. Es lógico que con poco jabón tendrás que lavarla con más frecuencia, lo cual, a su vez, desgastará las prendas más rápido. Y con demasiado los químicos dañarán tu ropa y tu lavadora.
7. Usar detergente en polvo en lugar del producto líquido
Hay que reconocerlo: el detergente en polvo sirve mejor para eliminar manchas profundas, por lo que es más que razonable utilizarlo en algunos casos. Sin embargo, en otras ocasiones, el detergente líquido conviene mucho más. En primer lugar, es más adecuado para el pretratamiento de manchas. En segundo, deja menos huellas del producto en la ropa. Y, en tercer lugar, es más seguro para los electrodomésticos debido a su mejor solubilidad, a diferencia del detergente en polvo, que puede obstruir todo el sistema.
8. Uso excesivo del suavizante para ropa
Los beneficios de usar suavizantes de telas en verdad son la fragancia y la suavidad de la ropa. Sin embargo, aquí es donde terminan sus ventajas. Técnicamente, el suavizante no contribuye a un mejor lavado de la ropa; por el contrario, es una especie de “ensuciamiento”, solo que este ocurre con productos químicos. Además, la máquina misma se ensucia: debido a las características específicas de la composición, el suavizante puede causar el crecimiento de moho y obstruir el electrodoméstico y sus tuberías.
9. Ignorar la existencia de las bolas de lana para secar y suavizar la ropa
Vale la pena reconocer que los suavizantes de telas son muy populares, por eso casi todo el mundo los usa, pero solo unos pocos saben de la existencia de las bolas de lana. Aunque tienen algunas desventajas, son muy buenas para secar, suavizar y evitar que la ropa se electrifique, al igual que el producto químico. Además, servirán bien para 1000 lavados.
10. Agregar el producto directamente al tambor
Agregar detergente directamente al tambor (especialmente en polvo) es una mala idea por 2 razones. En primer lugar, la máquina no está sin razón diseñada de cierta manera: libera el producto en el momento adecuado; si se altera esta secuencia, es posible que el polvo simplemente no se disuelva. Y esto lleva al segundo factor negativo: es posible que el producto no se elimine de la ropa y deje manchas y rayas blancas.
11. Olvidarse de ventilar el tambor
Al cerrar el electrodoméstico inmediatamente después de sacar la ropa, lo dejamos en un estado de alta humedad. Esto, a su vez, crea el entorno perfecto para que se desarrollen moho y bacterias en su interior. Por lo tanto, es mejor no olvidarse de dejarlo entreabierto durante 15-20 minutos, o, mejor aún, repasar la superficie con un trapo después del lavado para ayudar a que se seque más rápido.
12. Dejar la ropa mojada en el tambor o el cesto de ropa
Como decíamos, la humedad crea el ambiente perfecto para que crezca el moho. Por lo tanto, es mejor resistir la tentación de solo tirar las toallas mojadas o ropa deportiva sudada en la canasta o tambor en espera del lavado. Es mejor encontrar tiempo para colgar y secarlas si no piensas comenzar con el proceso de lavado pronto. Así evitarás con éxito la aparición de olores desagradables y no estropearás el estado de la ropa. Lo mismo si ya las lavaste, tiéndelas en cuanto puedas y no las dejes ahí por mucho tiempo.
¿Qué otro truco conoces para un mejor lavado de nuestras prendas?