13 Cosas que las personas ahorradoras no se molestan en comprar
Una de las cosas más satisfactorias es comprar artículos para nuestra casa a los que les sacaremos provecho en nuestro día a día. No obstante, a veces nos dejamos llevar por la publicidad y no tomamos en cuenta que algunos de ellos no son tan necesarios como lo hacían parecer y terminan siendo una mala inversión.
1. Memorias USB
Las tecnologías avanzan cada año, o más bien, cada mes, y lo hacen cada vez más rápido. Actualmente utilizamos más dispositivos de almacenamiento en línea y discos virtuales. La memoria de los teléfonos inteligentes, así como la de las computadoras modernas, aumentó tanto que ni siquiera podríamos haberlo imaginado hace unos cuantos años. Por consiguiente, es posible que tu nueva memoria USB nunca te resulte útil.
2. Aparatos de belleza poco fiables
Máscaras eléctricas para el acné que harán brillar tu piel al día siguiente, un masajeador que por fin te ayudará a perder algunos kilos de más, una depiladora láser por un precio ridículo; parece que nada de esto funcionará como debería. Pero cada vez esperamos un milagro y decidimos probar el efecto mágico de estos dispositivos. Es mejor que tú no lo hagas.
3. Ropa para mascotas
Por supuesto, no estamos hablando de esos casos en los que hace frío en la calle y tu perro no es muy peludo. Pero en la mayoría de las ocasiones, la ropa bonita y divertida simplemente no es necesaria para nuestros amiguitos esponjosos: tienen su propio pelo preparado para las bajas temperaturas.
4. Banda elástica para la cabeza
Se ve bonita, pero para quitarse el cabello mientras se lavan la cara, las chicas de cabello largo deberán recogerlo en una cola, y las de pelo corto deberán usar horquillas, que, con toda seguridad, ya tienen en su casa.
5. Paño de limpieza especial
Hay que admitir que no es necesario comprar un trapo especial para limpiar el piso si una camiseta vieja que nadie más quiere usar hace perfectamente este trabajo. Y aunque haya varias clases de trapos en los estantes de los supermercados, ¿por qué pagar por algo que ya tienes gratis?
6. Cepillo de silicona para vajilla
Lamentablemente, la realidad no siempre coincide con las expectativas. Eso sucede en el caso de este cepillo. Hace poca espuma y hay que usar mucho más detergente de lo habitual; además, las cerdas son demasiado suaves para limpiar los restos pegados de comida. Y otra cosa es su textura: el cepillo parece extenderse por la mano, e incluso puede ser difícil sostenerlo. Quizás se pueda usar para otras tareas domésticas, pero será mejor que elijas otra cosa para lavar los platos.
7. Cápsulas de detergente
Si tienes una familia poco numerosa o no estás acostumbrado a cargar la máquina “a tope”, entonces el uso de estas cápsulas no será rentable; después de todo, están diseñadas para la lavadora llena de prendas. Las cápsulas son más caras que la misma cantidad de detergente, y la ropa recién lavada tendrá un fuerte olor a suavizante, algo que no le agrada a todo el mundo. Además, deberíamos mencionar el hecho de que las cápsulas de colores vivos y olor curioso, desafortunadamente, son de especial interés para los niños pequeños.
Resumiendo, te aconsejamos que pienses dos veces si son tan necesarias, aunque te parezcan increíblemente atractivas en la tienda.
8. Altavoz inteligente
Entre otras cosas, puede contar un cuento de hadas, poner música, avisar sobre el tiempo que hace en la calle, etc. Pero tanto tu laptop como tu smartphone también pueden hacer todo lo mencionado anteriormente. La única diferencia es que la computadora portátil no tiene la función de activación por voz. Pero en los teléfonos modernos, el asistente controlado por voz se vuelve cada día más inteligente y sabe hacer lo mismo que el altavoz. Y no tienes que presionar nada.
9. Calcetines para procedimientos cosméticos
Volvemos a repetir, ¿por qué debemos pagar por algo que ya tenemos en un cajón? Por supuesto, a cualquiera le da gusto ponerse unos bonitos calcetines blancos de algodón después de aplicarse crema y pasar un rato de relax pensando en que tus pies han recibido la atención necesaria. Lo único es que los calcetines de algodón ordinarios y los calcetines de algodón “para procedimientos cosméticos” por desgracia son la misma cosa, aunque por un precio muy diferente.
10. Bono de gimnasio
Estamos seguros de que tú o tus amigos tuvieron esta experiencia: estabas ilusionado con ir al gimnasio y ya tienes un bono de un mes. Pero después de 3-4 entrenamientos, ya no estás seguro de si quieres seguir; buscas excusas para faltar, además, no tienes tiempo ni energía, solo que ya lo tienes pagado y no se puede devolver el dinero. Pero en tu casa puedes entrenar gratis y cuando te apetezca.
11. Cuchara mielera
En los anuncios publicitarios, así como en las fotos de Internet, esta cuchara se ve muy bonita: en cuanto la ves, enseguida te entran ganas de comprarla y de comer un poco de miel. Pero si no eres uno de esos golosos que no pueden imaginar su mañana sin panqueques con miel, apenas usarás esta joya. Es mejor que lo pienses bien y que no compres un artículo que solo ocupará más espacio en el cajón de tu cocina.
12. Papelería
La pasión por toda clase de cuadernos, marcadores, notas adhesivas y juegos de bolígrafos de diferentes colores permanece con nosotros incluso mucho tiempo después de haber terminado cualquier tipo de estudios. Sin embargo, deberíamos recordar que lo más probable es que no necesitemos una nueva agenda bonita, ni esos marcadores de colores que se secarán antes de que los usemos.
13. Ropa para estar en casa
Los conjuntos de pantalones cómodos y camisetas se ven adorables en los maniquíes de la tienda. Pero hay otra forma de ver esto. Tu ropa de cada día que ha cumplido su propósito puede convertirse en la de estar en casa. O como una opción, la ropa de las tiendas de segunda mano, que como sabes, tienen un gran surtido a precios muy bajos, servirá como una excelente alternativa a estos costosos conjuntos.
13. Trastes de plástico
Comprar utensilios para la cocina puede ser una de las adquisiciones que más disfrutamos, pero a veces la emoción nos suele ganar y compramos contenedores de plástico que no utilizamos con frecuencia. La mayoría de ellos terminan acumulados en nuestros gabinetes, esperando el momento en que nos acordemos de ellos pero esa ocasión muy raramente llega.
¿Qué artículos para el hogar te has arrepentido de comprar?