11 Mitos falsos sobre prácticas de belleza que hemos creído durante mucho tiempo
A lo largo de los años hemos seguido consejos para nuestras rutinas de belleza que pasan de generación en generación. Nuestras abuelitas y mamás nos han compartido mitos que nos ayudan a mejorar alguna condición en nuestra cara o cabello, sin embargo, alguno de ellos no son tan acertados como imaginamos.
En Bella y Genial recopilamos para ti algunas de las creencias que hemos incluido en nuestras prácticas de belleza, pero que resultaron ser falsas. ¡Ojo! Podrías llevarte algunas sorpresas.
1. La pérdida del cabello está determinada por tu abuelo materno
Para nada. Muchos factores intervienen en la pérdida del cabello de una persona, y aunque sí aumenta el riesgo dependiendo de las características capilares de nuestros padres, las anormalidades hormonales, problemas de nutrición, el estrés diario y otras condiciones de salud resultan más importantes en lo que a conservar la cabellera se refiere. Lo único que podemos hacer al respecto es tratar de mantenernos en condiciones óptimas de salud y alimentación.
2. Para desmaquillar bien y quitarnos la máscara de pestañas hay que frotar
Uno de los mayores errores. Sí, es difícil retirar por completo el rímel, y más si usamos uno a prueba contra el agua pero frotar nunca será la mejor opción. Al hacerlo dañamos la piel de la zona, lastimamos nuestros ojos, debilitamos nuestras pestañas y no obtenemos el resultado esperado.
Lo adecuado es colocar una almohadilla de algodón con desmaquillante sobre los ojos, dejar reposar por unos segundos y luego deslizar suavemente. Este proceso se debe repetir hasta que no salga ningún resto en el pad y las pestañas queden limpias.
3. Los faciales profesionales son lo mejor para el cuidado correcto de la piel
Los faciales profesionales no son obligatorios para que tu piel luzca fabulosa; de hecho, pueden llegar a ser una pérdida de tiempo y dinero. Estas rutinas de belleza se realizan con productos que, aplicados frecuentemente, pueden resultar irritantes y dañar las barreras de la piel, especialmente en personas con dificultades dermatológicas.
La verdad es que puedes mantener una piel maravillosa con una rutina adecuada de cuidado en casa y el uso consistente de productos bien formulados, de buena calidad, de acuerdo con tus necesidades. Los faciales profesionales pueden ser muy relajantes y ofrecer buenos resultados en las manos correctas, pero no son un paso obligatorio para ninguna rutina.
4. Los ingredientes químicos son dañinos
Durante muchos años ha persistido la idea de que debemos evitar usar productos para el cuidado de la piel (o el cabello) que contengan ingredientes químicamente desarrollados como los sulfatos, parabenos o aceites minerales, pues se piensa que podrían dañar nuestra salud más que ayudar. Pero para nada es así.
Este tipo de productos han sido creados tras décadas de investigación y desarrollo científico, por lo que, sin duda, son una excelente opción. Solo debes cuidar la calidad y procedencia de lo que te apliques, ya que existen opciones fraudulentas que sí podrían ser potencialmente riesgosas. Mientras elijas distribuidores verificados, puedes estar tranquila.
5. Adelgazar reduce la celulitis
Aunque parece tener mucho sentido, esto tampoco es verdadero. Y es que la celulitis en realidad es un problema de la piel, no uno relacionado con la grasa o directamente con el peso corporal de una persona. Su aparición ocurre cuando las fibras de colágeno y elastina de las capas profundas de nuestra epidermis comienzan a romperse y esto se hace visible en la superficie.
Perder peso no puede influir en su desaparición porque está provocada por la predisposición genética, cuestiones hormonales y el envejecimiento de nuestros tejidos.
6. Los granitos se desarrollan durante la noche
A casi todos nos ha pasado: vamos a dormir con la piel perfectamente limpia y hermosa, pero al despertar tenemos un enorme grano en una zona completamente visible. A diferencia de lo que se cree, estos bultos no se desarrollan mágicamente mientras dormimos. De hecho, les toma más de una semana formarse hasta lucir de esa manera.
Tal como lo lees, los granitos visibles son el resultado de un poro bloqueado que ha ido acumulando sebo durante un par de semanas hasta infectarse, para finalmente producir inflamación y ese llamativo enrojecimiento que buscamos cubrir a como dé lugar.
7. Sonreír te sacará arrugas en los ojos
Otra enorme mentira. Las arrugas alrededor de tus ojos y en cualquier otra zona de tu rostro no aparecen en relación con cuánto sonríes durante el día. Tienen que ver más con el grosor de tu piel, tus niveles de melanina, hidratación, colágeno y otros factores hereditarios. Así que no dudes en mostrar tus emociones ante el mundo, solo trata de tener una rutina de cuidado que incluya protección solar, humectantes y algún contorno de ojos con antioxidantes.
8. El pepino, por sí mismo, reduce la hinchazón de los ojos
Estamos acostumbrados a ver en series y películas que el pepino forma parte de los mejores tratamientos de spa, tanto que nos hemos creído que un par de rodajas tienen todo el poder de corregir la hinchazón y ojeras de nuestros ojos. Sin embargo, no es exactamente así. Si bien el pepino posee algunas propiedades que lo vuelven ideal para estos tratamientos, lo que realmente potencializa sus cualidades es el hecho de que se aplica frío.
La temperatura fría sobre nuestros ojos, venga de donde venga, ayuda a contraer los vasos sanguíneos de la zona, lo cual libera el exceso de líquido y da un aspecto menos inflamado. Es básicamente el mismo principio de aplicar hielo sobre un golpe para que se reduzca la hinchazón. Al aplicar pepino, por añadidura, nos beneficia su contenido de agua y vitaminas. Digamos que es una combinación ganadora.
9. La comida chatarra o muy grasosa produce acné
No existe una relación real entre la comida chatarra y la aparición de acné. Este problema de la piel se debe más bien a otro tipo de factores, como la sobreproducción de sebo, fluctuaciones hormonales, bacterias o elementos en el ambiente. Así que puedes disfrutar de tu comida sin preocupaciones dermatológicas, claro, siempre y cuando no sea en exceso, pues esto sí puede provocar otro tipo de problemas graves para tu salud.
10. Sentarse con las piernas cruzadas provoca várices
Las venas varicosas aparecen más bien por cuestiones genéticas y otros detalles de salud vinculados a la circulación sanguínea. No tienen ninguna relación con la manera en que te sientas, así que ponte cómoda y relájate, que no te saldrán várices por cruzar un poco las piernas.
Si quieres evitar la aparición de estas pequeñas venas, trata de llevar un estilo de vida menos sedentario, con una cantidad moderada de actividad física, alimentarte de manera balanceada y mantener tu peso corporal en un rango saludable.
11. Afeitarse engrosa el vello
Antes que nada, el vello facial y corporal es de lo más natural, y afeitarlo es una elección completamente personal. Pero si lo haces, no crecerá ni más rápido ni más grueso, ni más largo ni más oscuro, ya que estos detalles dependen del folículo, que se encuentra varias capas debajo de la piel y no se ve afectado en absoluto por la navaja de afeitar.
De hecho, afeitarse tiene varios beneficios, pues exfolia la piel y retira células muertas de su superficie. Solo hay que hacerlo con el debido cuidado. La equivocada idea de que vuelve más grueso el vello viene de que, al pasar la navaja, esta corta la parte más delgada, que se localiza en la punta de los pequeños cabellitos. Debido a eso, queda un corte plano que, al crecer, se vuelve notorio.
¿Qué otro mito de belleza conoces que te haya compartido tu abuelita o mamá?