15 Hábitos silenciosos que boicotean tu pérdida de peso y cómo combatirlos
Probablemente, el tema de perder o ganar peso nos moleste un poco pues, a veces, intentamos de todo y no vemos resultados favorables. Al contrario, los kilos siguen aumentando y no sabemos el porqué. Lo interesante es que cambiamos dietas y ejercicios, pero no hábitos diarios. Quizá estos últimos sean los culpables de que nuestro progreso no sea como esperamos y sigamos estancadas.
Pero, no te preocupes más, Bella y Genial detectó algunos hábitos boicoteadores que podrías evitar para tener una pérdida de peso eficaz y mejorar el estado de tu salud.
1. Ignoras la hora del almuerzo
Algunas personas se saltan el almuerzo porque creen que comer ligero es bueno para ellas, mientras que otras simplemente están tan ocupadas durante el día que se olvidan de comer. No alimentarse lo suficiente puede hacer que te sientas fatigado y estresado, lo que provoca un aumento de antojos y descontrol con comida poco saludables más adelante. Además de esto, puede provocar desequilibrios hormonales que te impiden quemar grasa.
2. Evitas los carbohidratos y las grasas
Sacrificar otros nutrientes por más proteínas puede resultar en problemas cardíacos, un sistema, inmunológico debilitado, deficiencias de vitaminas y más. Además de esto, no consumir suficientes carbohidratos y grasas saludables en tus comidas desequilibra tu dieta y conduce a un aumento de peso. Para obtener mejores beneficios para la salud, asegúrate de consumir principalmente carbohidratos complejos y grasas insaturadas.
3. Estás obsesionada con los aguacates
Los aguacates están cargados de grasas insaturadas saludables y otros nutrientes, minerales y antioxidantes útiles. Debido a esta buena reputación, las personas tienden a ponerlos en sus tostadas, huevos, salsas e incluso hacen batidos sin tener en cuenta la cantidad. Sin embargo, son bastante altos en calorías, lo que significa que demasiados no serán beneficiosos. Se recomienda consumir medio aguacate al día para perder peso de manera saludable.
4. No duermes lo necesario
Si no duermes lo suficiente, las hormonas que te producen el apetito pueden desbalancearse y verse afectadas, esto podría generarte más apetito durante el día. Por eso es recomendable que duermas las horas que tu cuerpo requiera para descansar (de 6 a 8 horas) y establecer un horario fijo para que tu cuerpo se acostumbre.
5. Esfuerzas demasiado tu cuerpo
El ejercicio regular no solo te ayuda a lograr un cuerpo delgado, sino que también es una manera increíble de reducir los niveles de estrés. Sin embargo, demasiado puede funcionar a la inversa y elevar los niveles de cortisol. Esto hace que tu cuerpo almacene más grasa y anhele más comida. Se recomienda realizar alrededor de 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana. Tus principales grupos musculares deben entrenarse dos veces por semana.
6. Tus modales son demasiado buenos
Comer junto con nuestros amigos y familiares puede hacernos comer más de los que planeamos. Además, podemos sentirnos culpables por no terminar nuestro plato, especialmente cuando alguien nos prepara una comida deliciosa. Sin embargo, esta sensación trae más mal que bien, haciéndonos comer en exceso y, como resultado, ganar más kilos.
7. Consumes vitaminas en goma
Si te esfuerzas por mantener un estilo de vida saludable, pero la pérdida de peso aún no se produce, es posible que debas verificar tus suplementos. Si consumes vitaminas de goma en lugar de píldoras comunes, debes saber que generalmente contienen azúcar agregada. Seguramente no te harán engordar instantáneamente, pero pueden ralentizar significativamente el proceso de pérdida de peso.
8. Prefieres quedarte en casa
Si no expones tu cuerpo a la luz natural a diario, es posible que acumules más y más grasa. Según un estudio, cuando la luz del día penetra en nuestra piel, también llega a las células grasas. Después de que esto sucede, comienzan a almacenar menos grasa porque las gotas de lípidos se reducen de tamaño y se liberan fuera de la célula. Por lo tanto, intenta salir y obtener tu dosis saludable de luz natural durante al menos media hora al día.
9. Prefieres el café con leche
El café en sí no estropeará tu pérdida de peso, pero lo que decidas agregarle definitivamente puede hacerlo. En lugar de una simple taza de café negro por la mañana, muchos optan por una bebida endulzada con leche o crema. El azúcar y la grasa de esta bebida pueden sumarse en términos de calorías, y beberla con regularidad rápidamente dará como resultado kilos de más. En comparación, una taza de café oscuro contiene solo 4 calorías, mientras que una taza de capuchino tiene 110 calorías.
10. Te excedes con los edulcorantes naturales
Los sustitutos naturales del azúcar, como el jarabe de arce o la miel, son excelentes alternativas, pero no olvides que también contienen azúcar. Por ejemplo, una cucharada de jarabe contiene 12 gramos de azúcar, mientras que una cucharada de miel tiene 17 gramos. No significa que debas eliminar por completo estos productos de tu dieta, pero debes tener en cuenta la cantidad que agregas a tus comidas.
11. No consumes suficiente magnesio
Este mineral no solo es vital para los impulsos nerviosos, los músculos y la salud del corazón, sino que su déficit puede sabotear tu pérdida de peso. El magnesio ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y el control de la glucosa. Impulsarlo tiene un efecto positivo en la mejora y el mantenimiento de un peso saludable. El chocolate negro, las nueces, las legumbres y los pescados grasos pueden ayudarte a elevar su nivel.
12. Comes en platos grandes
Cuando comemos no nos fijamos en las porciones que servimos ni en los platos en las que las ponemos. Entonces, si usas platos grandes, tenderás a servirte mayores porciones porque calcularás según el espacio del recipiente y no en la cantidad de calorías que requieres. Por lo que te recomendamos utilizar platos más reducidos que puedan ayudarte a servir porciones más adecuadas a lo que necesitas consumir.
13. Cambiaste a la leche de almendras
Si no eres intolerante a la lactosa o vegano, cambiar a sustitutos lácteos de origen vegetal podría no ser la mejor idea cuando estás tratando de perder algunos kilos. Quienes consumen productos lácteos tienen un metabolismo acelerado y una menor probabilidad de aumentar de peso, gracias al calcio. Sin embargo, esto solo funciona si se incorpora a una dieta sana y equilibrada.
14. Optas por “cero azúcar”
A corto plazo, los edulcorantes artificiales pueden ayudar a reducir algunas calorías, pero a largo plazo pueden causar algunos problemas de salud graves. No solo pueden truncar pérdida de peso, sino que los sustitutos del azúcar están relacionados con la diabetes y la obesidad. Además, pueden influir en tus antojos y hacer que desees comer más dulces.
15. Prefieres jeans ajustados
Pueden ayudar a crear una ilusión y ayudarte a parecer más delgado, pero usarlos con frecuencia puede ocasionar algunos problemas. Los jeans ajustados aprietan los muslos, los glúteos y el tronco, evitando que los músculos realicen su función de soporte. Después de estar bajo presión durante mucho tiempo, se relajan y comienzan a verse flácidos. Para evitar esto, puedes cambiar a estilos más relajados o masajear regularmente los tobillos y el tronco después de usar esos jeans.
Después de leer este artículo, ¿qué hábitos dañinos descubriste en tu día a día?