20 Objetos que podrían estar más sucios de lo que pensabas, y cada cuánto limpiarlos
La limpieza del hogar no tiene por qué convertirse en un suplicio que nos agote cada fin de semana, mucho menos diariamente. Pero eso tampoco significa que podamos dejar que ciertos objetos acumulen montañas de polvo, óxido o restos de comida.
En Bella y Genial preparamos un pequeño listado con ciertas cositas que deberíamos limpiar con mayor frecuencia, ya que de lo contrario podríamos poner en riesgo incluso nuestra salud.
1. Neceser de maquillaje
Es un imprescindible en el bolso de muchas mujeres, pero rara vez se limpia en profundidad. En una investigación de la Universidad de Aston, se demostró que 9 de cada 10 bolsas de maquillaje tienen superbacterias potencialmente mortales. En este estudio encontraron bacterias que pueden causar infecciones de la piel si los productos se usan cerca de los ojos o de la boca.
Aseguran que “se necesita educar a los consumidores y a la industria del maquillaje en general sobre la necesidad de lavar las esponjas regularmente y de secarlas por completo, así como los riesgos de usar maquillaje después de su fecha de caducidad”. Por ejemplo, la Academia Estadounidense de Dermatología recomienda lavar las brochas de maquillaje cada 7 a 10 días, para proteger la piel y evitar exponer el rostro a bacterias y hongos.
2. Cepillo para el cabello
Ver cabello enredado en el cepillo asusta a más de una, pero tranquila: de acuerdo con la Academia Estadounidense de Dermatología, al día se pierden entre 50 y 100 hebras y la mayoría de ellas se desprenden al cepillarnos. Por tal motivo, la falta de limpieza puede convertir al cepillo en un foco de suciedad, bacterias y hongos.
No existe una norma fija para su higiene, sino que varía dependiendo del uso y de los productos que te apliques en el cabello. Si usas cremas, gel o espray fijador, con realizar una limpieza semanal es suficiente. Si, por el contrario, no utilizas ningún químico, podrías hacerla cada 2 o 3 semanas. Además, es recomendable eliminar los cabellos enredados entre las cerdas cada 2 días.
3. Celular y llaves
Hoy en día el celular se ha convertido en un accesorio imprescindible y, como tal, es normal que lo llevemos a todos lados e incluso que otras personas lo utilicen. Al guardarse y apoyarse en infinidad de superficies, tus manos se convierten en hospedadoras de gérmenes, y sin una limpieza oportuna, todas esas sustancias se transmiten a todos los lugares que tocan, incluyendo el rostro y la boca.
Es por ello que estos elementos deben desinfectarse al menos una vez al día o después de cada uso.
4. Almohadas
Las almohadas son portadoras de sudor, piel muerta, polvo y gérmenes, y atraen a los ácaros del polvo, que son los causantes de alergias, ojos llorosos o comezón, erupciones cutáneas e incluso un mayor riesgo de sufrir asma, explica Alex Savy, entrenador certificado en ciencias del sueño y fundador de SleepingOcean.
Es por eso que las almohadas deberían lavarse cada tres a seis meses. Dependiendo de la sudoración de cada persona, es recomendable lavarlas al menos dos veces al año, pero en casos especiales, quizá sea necesario hacer una limpieza más frecuente, asegura Natalie Barret, supervisora de limpieza y experta en Nifty Cleaning Services.
5. Sábanas
Las sábanas absorben la sudoración y los aceites corporales que desprende la piel durante el sueño, además del polvo ambiental, que contribuye a la aparición de caspa y acné. Es por ello que se deberían cambiar una vez por semana para mantener la cama limpia y libre de microorganismos.
6. Toallas
Las toallas de baño, debido a su uso, albergan muchas bacterias, sudor, piel muerta, y si además no se secan completamente, constituyen un ecosistema perfecto para la aparición de gérmenes. Por ello, se aconseja cambiar las toallas cada dos días y lavarlas de inmediato, preferiblemente a alta temperatura, usando un detergente que contenga oxígeno activo para que penetre en los tejidos y elimine las bacterias. También hay que evitar mezclarlas con la ropa de uso común.
7. Trapos y esponjas de cocina
Se descubrió que las áreas donde se almacenan o se preparan los alimentos suelen tener más bacterias y contaminación fecal que otros lugares del hogar. Más del 75 % de las esponjas y los trapos para platos pueden tener Salmonella, E. coli y materia fecal, en comparación con el 9 % que se encuentra en las manijas de las llaves del baño.
Sin embargo, no se necesita un tratamiento especial, basta con dejar las esponjas en agua hirviendo (durante 2 minutos) o colocarlas cada dos días dentro del microondas mientras aún están húmedas (2 minutos). Esto es suficiente para eliminar las bacterias presentes en su superficie, y solo será necesario reemplazarlas cuando se deterioren. Con respecto a los trapos de cocina, se recomienda lavarlos semanalmente, a menos que se haya manipulado algún tipo de carne cruda; en ese caso, se deben lavar de inmediato.
8. Utensilios de madera
La madera es un material muy poroso que permite que muchas sustancias sean absorbidas, como restos de comida y humedad. Es por ello que la limpieza de estos utensilios debe realizarse inmediatamente después de su uso, y se debe procurar secarlos muy bien antes de guardarlos, ya que de esa forma se puede evitar la posterior contaminación de los alimentos y la proliferación de bacterias.
9. Fregaderos
La acumulación de restos de comida y de jabón forma capas de suciedad que se pueden convertir en un caldo de cultivo, tanto de bacterias como de hongos, por su constante contacto con los alimentos y desechos. Para evitarlo, es ideal limpiar el fregadero semanalmente con una solución suave de cloro.
10. Estufa
“Las estufas tienden a estar algo descuidadas. Las salpicaduras o los derrames de alimentos que no se limpian rápidamente pueden convertirse en un buen medio para el crecimiento de microbios”, asegura Philip Tierno Jr., profesor clínico de microbiología y patología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.
Por otro lado, Melissa Maker, experta en limpieza, considera que las estufas deben limpiarse después de cada uso con un limpiador universal y un paño de microfibra, y el interior del horno, cada 3 meses, o cuando se note que los alimentos dentro se han quemado o sale humo al utilizarlo.
11. Refrigerador
El refrigerador alberga todo tipo de alimentos que comparten ese pequeño ecosistema, por lo que es necesario organizarlos según su clase, a fin de evitar la contaminación cruzada. Se estima que con una limpieza profunda cuatro veces al año y un mantenimiento una vez por semana, es suficiente para mantener el espacio higienizado.
12. Gomas del refrigerador
Este accesorio olvidado de los refrigeradores alberga la mayor de cantidad de humedad y suciedad. Esta zona permite el cierre hermético para mantener el frío interior, y no realizar una periódica limpieza podría afectar el almacenaje de los alimentos y causar su deterioro antes de tiempo. Así que es recomendable limpiar los burletes dos veces al año con un cepillo de dientes y pasta dentífrica, retirarla con un paño húmedo y dejar secar.
13. Tabla de cortar
Este utensilio, que no suele faltar en ninguna cocina, sin una limpieza prudente podría poner en riesgo a los miembros de la familia. Lo recomendable es tener una tabla disponible para cada grupo alimentario y, a su vez, se debe limpiar después de su uso con un detergente antibacteriano y agua caliente para eliminar los restos de comida. También es importante secarla muy bien para evitar la humedad que favorece la proliferación de microorganismos.
Pero además de esta limpieza superficial, es necesario hacer rutinas de desinfección profunda con limón y sal, preferiblemente, para eliminar todas las bacterias que quedan en la superficie. Hay que dejar actuar estos ingredientes al menos durante 5 minutos y luego retirarlos con toallas de papel. Recuerda cambiar las tablas cuando presenten imperfecciones o grietas que dificulten su limpieza.
14. Licuadora
Otro utensilio que participa en la contaminación cruzada de alimentos es la licuadora. En ella se pueden dejar fácilmente restos de comida procesada, por lo que se debe limpiar con un detergente antibacteriano y agua cada vez que se utiliza. Adicionalmente, después del tercer o cuarto uso, es recomendable realizar una limpieza profunda para combatir los olores con vinagre, agua y jabón para platos, encendiéndola durante 5 minutos, enjuagando y dejándola secar por completo.
15. Cafetera
Para los amantes del café, las cafeteras han pasado a ser un artefacto infaltable en su hogar, pero la limpieza de los filtros y depósitos es un hábito necesario para preservar la salud. Por lo tanto, es necesario limpiar la cafetera después de cada uso, quitando los filtros y limpiando la canasta de preparación. Y también se debe hacer una limpieza de descalcificación cada 3 meses para eliminar los depósitos de minerales en los conductos.
16. Baño
El baño, más específicamente el inodoro, es un anfitrión de la bacteria Escherichia coli, que puede encontrarse hasta casi 2 metros de distancia del inodoro y del lavabo. Así que, como mínimo, se recomienda hacer una limpieza profunda semanalmente para combatirla y evitar su proliferación.
Por otro lado, también se debería higienizar la tina o bañera cada 15 días o semanalmente, si es utilizada con mucha frecuencia.
17. Cortina de baño
El moho es el principal enemigo de los baños; como resultado de la humedad, la mala ventilación y los cambios de temperatura, es común su presencia. Es por ello que hay que limpiar la cortina de baño después de cada uso para eliminar los restos de jabón y mantener el área ventilada de modo de eliminar la humedad y la condensación de vapor.
Pero además de la limpieza rutinaria del baño, es necesario hacer una limpieza profunda semanal de las cortinas, lavándolas con un poco de bicarbonato de sodio y jabón (sin olvidar revisar antes las instrucciones del fabricante) en un ciclo de ropa delicada con temperatura baja y dejarlas secar sin exposición directa al sol.
18. Lavadora
En un estudio, se ha demostrado que las lavadoras convencionales no están exentas de albergar gérmenes, especialmente si no se usa blanqueador con el lavado. Así que es recomendable realizar un ciclo vacío solo con agua y una taza de cloro semanal o quincenalmente; en el caso de que la lavadora tenga un ciclo especial germicida, se deben seguir las instrucciones del fabricante.
19. Alfombras y tapetes
Este elemento de decoración que da una sensación de calidez y comodidad en los espacios, dependiendo del tráfico y la circulación que haya, debe ganarse un lugar en los hábitos de limpieza por su alto nivel de absorción de polvo, ácaros y gérmenes que se encuentran en las suelas de los zapatos. Por ello, es necesario que se aspiren con frecuencia. Lo recomendable es hacerlo después de una o dos semanas, y si tienes mascotas, más a menudo, para mantener a raya el polvo, la suciedad y los alérgenos.
20. Tazones de comida para mascotas
Además de una fiel compañía, las mascotas son para muchas personas parte de la familia. Pero es necesario tomar en cuenta que les pueden transmitir múltiples enfermedades a los humanos, por lo que hay que establecer rutinas de limpieza de los objetos que utilizan, como los tazones (lavar después de cada comida), depósitos de agua (cada dos días), juguetes (según las especificaciones de higiene de cada uno), así como de cualquier elemento que ellos toquen frecuentemente.
¿Cuáles son tus mejores trucos de limpieza? Compártelos con nosotras, así el quehacer del hogar será menos tedioso.