3 Razones por las que meter la barriga puede dañar tu salud, según la ciencia
¿Has intentado “meter la barriga” para lucir más delgada o con un abdomen plano? Este es una práctica muy común entre muchas mujeres que buscan sentirse más seguras con su imagen corporal. Sin embargo, adoptar esta postura de manera constante, puede tener consecuencias perjudiciales para la salud. Aquí te las compartimos.
El área abdominal alberga uno de los grupos musculares más activos en el cuerpo. Estos músculos desempeñan un papel fundamental en la estabilidad, el equilibrio y la protección de la columna vertebral y los órganos internos. Además, contribuyen a mantener la posición adecuada de los órganos internos.
No obstante, según el profesor Adam Taylor, un experto en anatomía clínica de la Universidad de Lancaster, adoptar constantemente la costumbre de contraer el abdomen puede llevar al desarrollo del “Síndrome del reloj de arena”, un trastorno que afecta la estructura de la pared abdominal y puede tener consecuencias negativas en los órganos internos.
En un artículo difundido en The Conversation, el especialista detalla que el “Síndrome del reloj de arena” puede surgir debido a diferentes factores como posturas incorrectas, problemas digestivos o incluso una obsesión por conseguir un abdomen plano. En cuanto a las consecuencias, estas son las principales razones por las que meter la barriga puede dañar tu salud:
1. Afecta la estabilidad de tu columna
Cuando contraemos el abdomen, provoca que nuestro recto abdominal (comúnmente llamado nuestros músculos “six-pack”) se contraiga. Sin embargo, debido a que tendemos a acumular más tejido graso en la parte inferior del abdomen, los músculos en la parte superior del estómago tienden a estar más activos. Esto puede dar lugar a un pliegue o doblez en el abdomen durante un período prolongado, con el ombligo tirando hacia arriba, lo que afecta la estabilidad de la columna vertebral y puede generar presión en la zona lumbar y el cuello.
2. Evita que respires correctamente
Adicionalmente, esta acción disminuye el espacio disponible para los órganos abdominales e impacta en la respiración, ya que limita el movimiento del diafragma. Esto también puede resultar en una fatiga más rápida durante el ejercicio, al reducir el suministro de oxígeno a las células.
“Si consideras el abdomen como un tubo de pasta de dientes, apretarlo en el medio crea presión en la parte superior e inferior. La presión en la parte superior afecta a la respiración al hacer que el diafragma (el principal músculo involucrado en la aspiración de aire) no pueda bajar tanto”, aseguró el profesor.
3. Puede causar incontinencia temprana
Contraer el abdomen puede generar presión sobre el suelo pélvico, lo cual afectará el funcionamiento de la vejiga, el útero y el recto, pudiendo causar escapes de orina o heces, así como el prolapso uterino. En el caso de quienes ya presentan problemas con la disfunción del suelo pélvico (como incontinencia urinaria o fecal), la contracción del estómago podría agravar dichos problemas.
El síndrome de reloj de arena es reversible
Sin embargo, Adam Taylor indicó que este trastorno puede revertirse, por fortuna. Con el enfoque adecuado, es factible corregir el desequilibrio en los músculos abdominales.
A través de ejercicios específicos como la plancha o el pilates, que fortalecen esta área de manera efectiva, se puede contrarrestar este síndrome. También, se puede considerar la práctica del yoga para relajar los músculos y mejorar la postura.
Es fundamental tener presente que la salud, así como la aceptación de nuestro cuerpo tal como es, tiene la mayor importancia. No es necesario retraer el abdomen para lucir espectacular.
Aceptar nuestro cuerpo es fundamental para cuidarlo correctamente. Algunas famosas nos ayudan a hacerlo, como el caso de la comediante Michelle Rodríguez, quien siempre ha mostrado confianza en su cuerpo y ha luchado contra la gordofobia en el medio artístico.