Qué sucede con tu cuerpo cuando te duchas más de una vez al día
Ducharte es importante para mantener tu salud, pero hacerlo con demasiada frecuencia y durante un largo rato podría ser contraproducente. Si acostumbras ducharte apenas te despiertas y lo repites después de un entrenamiento, o si disfrutas tomar baños largos en la tina antes de dormir, es posible que estés dañando tu piel y tu cabello, e incluso podrías afectar tu salud reproductiva.
En Bella y Genial compartimos contigo algunas evidencias de que ducharse varias veces al día puede no ser la mejor decisión para mantenerte sana.
1. Tu cabello puede verse más grasoso
El cabello recién lavado se ve y se siente genial, pero lavar los mechones con champú con demasiada frecuencia puede hacerlos más grasos. Cada vez que aplicas tu champú favorito, secas ligeramente tu cuero cabelludo, provocando que produzca más sebo como respuesta. Si tienes el hábito de lavarte el cabello a diario, tu cuero cabelludo recibe el mensaje de que necesita producir más aceite para evitar que la piel de tu cabeza se seque demasiado. Esto, a su vez, hará que tu cabello se engrase más rápidamente.
2. Puedes notar más caspa de lo habitual
Muchos champús afirman que tu cabello se verá brillante, voluminoso y sin caspa, pero usarlos con demasiada frecuencia en realidad funciona al revés. Lavarse el cabello en exceso hace que el cuero cabelludo se sienta irritado y con comezón. Esto eventualmente puede conducir a la caspa y, en algunos casos, incluso puede desencadenar la caída del cabello.
3. Tu piel puede volverse más sensible
Tomar una ducha larga y caliente parece una forma saludable de estar limpio y de mantener a raya a los gérmenes desagradables. Pero exponer tu cuerpo a algo de suciedad y bacterias fortalece tu sistema inmunitario y te ayuda a combatir los virus de manera más efectiva. Ducharse con demasiada frecuencia altera el microbioma de la piel, lo que hace que se sienta irritada y se vea agrietada y rojiza.
4. Tu cabello puede estar más enredado
Secarte el cabello con secador inmediatamente después de la ducha puede darte ese aspecto de recién salido del salón, pero convertirlo en un hábito diario no le hará ningún favor a tu melena. Lavarse el cabello con demasiada frecuencia lo vuelve seco, quebradizo y propenso a romperse. Cuando tu cabello es débil y se quiebra fácilmente, es más difícil cepillarlo y peinarlo.
5. Tu piel puede comenzar a sentirse seca
Aunque no ducharse con regularidad no suena atractivo, enjabonarse con demasiada frecuencia hace más daño que bien. Los geles de ducha, el jabón y el agua caliente eliminan las bacterias saludables y los aceites esenciales de la piel. Estos aceites ayudan a que tu piel se mantenga joven y radiante por más tiempo, y algunos dermatólogos incluso recomiendan tomar una ducha solo 2 o 3 veces a la semana para prevenir la picazón y la piel demasiado seca.
6. Puede afectar tu salud reproductiva
Tus partes íntimas se limpian naturalmente con secreción, y el uso de jabones y geles perfumados para lavarlas podría afectar sus niveles saludables de pH. Esto, a su vez, puede provocar un desequilibrio bacteriano, irritación e incluso afectar tu salud reproductiva. Es mejor optar por limpiadores suaves y sin fragancia para lavar la zona alrededor de tus partes íntimas.
¿Cuántas veces al día te duchas? ¿Qué otros rituales de higiene realizas más de una vez al día?