9 Tendencias que han llegado a triunfar en la década de los 2020
Cada temporada de nuestras vidas la podemos asociar con la forma en que vestíamos o la música que escuchábamos, por lo que recordarlos nos provoca nostalgia por los tiempos vividos. De esa misma manera pasa con las décadas, pues las tendencias que reinaban en ellas nos trasladan a esa época y los años 2020 no se están quedando atrás.
1. Nanoinfluencers
En lugar de blogueros con una audiencia de varios cientos de miles de personas, llegaron los nanoinfluencers, que tienen solo de 1 000 a 5 000 suscriptores. Sus cuentas no son glamorosas ni pulidas, y las fotos no son procesadas por docenas de filtros. Por lo tanto, el usuario tiene la sensación de que se trata de una “chica de al lado”, y confía en ella más que en las señoritas ideales de las portadas de revistas.
Las marcas, a su vez, prestan cada vez más atención no a la cantidad, sino a la calidad de los suscriptores. La publicidad es más barata con nanoinfluencers y su audiencia es más leal que la de los grandes blogueros.
2. Video vertical
Los videos verticales cortos, que son especialmente cómodos para ver en un teléfono inteligente, se han vuelto muy populares en Internet. A menudo no hay trama en ellos, pero sí una imagen agradable a la vista. Antes, solo teníamos Historias en Instagram y Facebook, pero ahora tenemos TikTok. Quizás pronto se les unirán clips, películas y transmisiones verticales, solo que ya habrán dejado de ser experimentos y se convertirán en algo completamente común.
3. Los doomers
Muchas personas ya conocen el significado de las palabras “zoomer” y “boomer”, pero el término “doomer” es relativamente nuevo y no es familiar para todos los usuarios modernos de las redes. Los doomer no están incluidos en la teoría oficial de las generaciones: de hecho, son los mismos mileniales que se diferencian por una perspectiva pesimista de la vida. Creen que no tiene sentido luchar contra el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales, incluso la corrupción. Como regla general, estas personas sufren de trastornos mentales, no pueden adaptarse a la sociedad, tienen malos hábitos desde una edad temprana y escuchan música depresiva.
El concepto de “doomer” se mencionó por primera vez en un comentario sobre el ensayo de Jonathan Franzen, ¿Qué tal si dejamos de pretender?, publicado en 2019 en The New Yorker.
4. Cultura woke
Cuando se habla de la cultura woke, se refiere principalmente a personas que son muy sensibles a la injusticia social y que defienden los derechos de diferentes razas, personas LGBT y feministas.
Sin embargo, en los medios de comunicación existe la opinión de que algunas personas ven la opresión incluso donde no existe. Además, la cultura woke ha llevado a las empresas a sacar provecho del idealismo de las personas y a lanzar campañas de mercadeo orientadas progresivamente.
5. Grupos y páginas cerrados
Los amigos cercanos, así como los grupos y las comunidades locales cerrados, son el futuro de Facebook e Instagram, cosa que Mark Zuckerberg dijo ya a principios del año. Internet se está cerrando cada vez más: los blogueros crean cuentas privadas por acceso a las cuales piden una tarifa adicional, y muchas estrellas prefieren abrir sus páginas solo a sus suscriptores.
Además, cada vez es más difícil encontrar información de calidad en la red entre la enorme capa de información diversa y, a veces, inexacta.
6. Máscaras virtuales
Las máscaras, o filtros, se convirtieron inesperadamente en uno de los principales productos visuales de Instagram, y después de eso apareció incluso una profesión especial de las personas que se dedicaban a desarrollarlas. Esta es una actividad muy joven, aunque la tecnología en sí ha existido durante al menos 3 años. A pesar de que aparecieron máscaras en la aplicación Snapchat, su auge se produjo precisamente en Instagram.
El precio de una máscara será determinado por la complejidad del proyecto y el tamaño de la marca. Por ejemplo, dicho contenido realizado por la artista berlinesa Johanna Jaskowska costará entre 8 000 USD y 28 500 USD.
7. Sadfishing
Si antes todos trataban de mantener la compostura en situaciones difíciles, y a veces incluso parecer más calmados de lo que realmente eran, ahora se ha puesto de moda hacer alarde de pensamientos y sentimientos ocultos. El fenómeno por el que los usuarios de la red comparten sus experiencias y lloran (en el sentido literal y figurado) ante una amplia audiencia, se denominó “sadfishing”. Esta palabra fue utilizada por primera vez en 2019 por la periodista británica Rebecca Reid. El término se puede traducir literalmente como “pesca de la tristeza”.
El sadfishing se percibe ambiguamente: algunos simpatizan sinceramente con la persona, otros la acusan de exageración. Algunas celebridades también se dedican al sadfishing. Por ejemplo, la modelo Kendall Jenner compartió en Instagram su historia de problemas con acné, y Justin Bieber admitió abiertamente que estaba enfrentando problemas mentales. Y Billie Eilish a menudo llora en público y sube publicaciones con mensajes tristes.
Según los investigadores, las personas con una pronunciada tríada oscura (narcisismo, maquiavelismo y psicopatía) a menudo quieren atraer la atención de los demás hacia ellos mismos. Por esta razón, es muy probable que se conviertan en autores de publicaciones de sadfishing.
8. E-girl e e-boy
E-girl e e-boy es una nueva subcultura que es una variación de los emo. Puedes reconocerlos por sus coloridas cuentas en TikTok e Instagram, sombras de ojos rosadas, ojos delineados, así como el color de cabello antinatural y rubor en la nariz.
Los intereses de los emo de la generación emo Z son bastante amplios: juegan videojuegos, ven ánime, siguen las tendencias de Internet y escuchan a artistas de moda modernos, como Billie Eilish y Lil Pipa.
Aunque tienen una diferencia importante con las subculturas de los 2000 que intentaban transmitir sus puntos de vista a la sociedad, y cuya imagen llamativa y apariencia no estándar solo se necesitaban para atraer la atención y para la autoidentificación.
No puedes encontrar a los nuevos emo, e-girl e e-boy en la calle, porque no es una subcultura típica, sino su imitación en la era de las redes sociales. En ella, en primer lugar está la imagen externa, y no las ideas, y, en realidad, es una personalidad alternativa que existe solo en las redes sociales.
9. Foto en cuclillas
La pose, llamada en inglés getting leggy, o simplemente “ponerse en cuclillas”, de repente se hizo popular no solo entre los adolescentes comunes, sino también entre las celebridades. Permite crear una imagen atrevida e incluso gamberra. En esta pose a menudo se sacan fotos Kylie Jenner, Emily Ratajkowski y otras celebridades populares en Instagram.
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