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10 Datos de bebés que te ayudarán a comprenderlos mejor y evitar sustos

¿Preparada para descubrir todo sobre la llegada de un bebé? Conoce cómo funciona su cuerpo y aprende qué esperar en cada etapa de su desarrollo. Los especialistas en pediatría pueden ser de gran ayuda, aunque siempre habrá cosas que te sorprenderán. Acompáñanos a explorar el fascinante mundo de los bebés. ¡Empecemos!

1. Es normal que pierdan peso

Cada bebé es único y no todos pesan lo mismo al nacer. Sin embargo, los especialistas sugieren que un bebé saludable suele pesar entre 2,7 y 4 kilogramos al momento del nacimiento. Es posible que resulte extraño para los padres, especialmente para los primerizos, que en vez de aumentar de peso, los bebés pierdan peso. No obstante, no hay motivo para preocuparse, ya que es normal que los bebés pierdan entre el 5% y el 10% de su peso durante los primeros 5 a 7 días de vida. Después de esto, suelen aumentar de peso alrededor de las dos semanas de edad.

2. Se les caerá el cabello

Si los padres o cuidadores notan que el bebé está perdiendo cabello durante los primeros 6 meses después del nacimiento, no deben preocuparse. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, esto es normal durante este período y puede estar relacionado con cambios hormonales naturales y la fricción que se produce cuando el bebé está acostado boca arriba, que es la posición más común y recomendada para dormir.

Es importante tener en cuenta que, entre los 6 y los 12 meses, el bebé desarrollará una nueva cabellera, que puede ser diferente a su cabello original. Si los padres notan algo inusual, como enrojecimiento o descamación excesiva del cuero cabelludo, deben consultar al pediatra del niño para descartar cualquier problema.

3. Su primera sonrisa real aparece cerca de los dos meses

Es común que muchos padres crean que son los responsables de generar la primera sonrisa de su recién nacido. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las primeras sonrisas que los bebés emiten suelen ser reflejos que pueden ser provocados por estímulos internos como gases o hambre.

La primera “sonrisa social”, que es intencional y se produce cuando el bebé desea interactuar con sus padres y otros seres queridos, suele ocurrir alrededor del segundo mes de vida. Por lo tanto, es importante hablar con el pediatra del niño para estar atentos a este importante hito del desarrollo y estar preparados para disfrutar de una de las formas más hermosas de comunicación.

Por otra parte, los bebés no pueden llorar antes de las tres semanas de vida, porque las glándulas lagrimales no producen suficientes lágrimas.

4. Suelen estornudar más que un adulto solo para limpiar su nariz

Cuando los bebés son recién nacidos, es normal que estornuden con frecuencia. Aunque no se sabe con exactitud cuántas veces al día lo harán, es común que ocurra con bastante frecuencia. No hay necesidad de preocuparse, ya que esto es un reflejo saludable que ayuda al bebé a limpiar sus fosas nasales y protegerse de los gérmenes.

Sin embargo, si el bebé presenta otros síntomas, además de los estornudos, como dificultad para respirar, fiebre, falta de apetito o rechazo de la comida, secreción nasal o tos, es importante llevarlo a un especialista para una evaluación médica.

5. Tienen más huesos que los adultos

Sí, es cierto que los bebés tienen aproximadamente 300 huesos en su cuerpo, mientras que los adultos tienen 206. Sin embargo, esto se debe a que los huesos de los niños son más suaves y flexibles, compuestos de un material llamado cartílago. Durante el crecimiento, algunos de estos huesos se fusionan con la ayuda del calcio, lo que da forma al esqueleto de un adulto. Este proceso de fusión ósea puede tardar hasta los 25 años de edad.

6. Los niños respiran a un ritmo más rápido que los adultos y, en ocasiones, detienen la respiración durante unos segundos

Aunque un adulto promedio realiza entre 12 y 20 respiraciones por minuto, un recién nacido puede tener entre 30 y 60 respiraciones por minuto. Cuando duermen, esta cifra puede disminuir a unas 30 a 40 respiraciones por minuto. A medida que el niño crece, su respiración se volverá más lenta.

Lo que puede sorprender a los cuidadores es que los bebés pueden hacer pausas o detener su respiración por menos de 10 segundos. Sin embargo, esto no debería preocupar a los padres siempre y cuando hablen con su médico acerca de los patrones de respiración del bebé y estén atentos a cualquier señal de un problema, como dificultad para inhalar y exhalar, fosas nasales dilatadas o una pausa en la respiración que dura más de 20 segundos, entre otros síntomas.

7. El olfato de los bebés es como un radar que les ayuda a identificar y encontrar la leche materna

Los recién nacidos tienen un olfato altamente desarrollado y son capaces de reconocer el aroma de su madre. Además, cuando son alimentados con leche materna, aprenden rápidamente a distinguir el olor de la leche de su madre del de otras mujeres. La Academia Estadounidense de Pediatría compara el sentido del olfato de los bebés con un “radar” que les ayuda a encontrar su nutrición adecuada.

8. Reconocen las canciones que escucharon cuando aún estaban en el vientre

Según un estudio realizado por investigadores finlandeses en 2013, los bebés pueden reconocer la música que escucharon en el vientre de su madre durante algunos meses después del nacimiento. Además de este dato curioso, algunos especialistas recomiendan a las madres escuchar música de forma ocasional durante el tercer trimestre del embarazo, ya que puede ser un estímulo positivo para el cerebro del bebé.

Se recomienda que la música sea suave y relajante, como la música clásica y las canciones de cuna, o cualquier otra que relaje y haga feliz a la madre. Es aconsejable evitar el volumen alto, colocar audífonos en la barriga y permanecer en lugares ruidosos.

9. Las características físicas y el aroma de los bebés despiertan un sentimiento de ternura en los adultos, que actúa como un mecanismo de supervivencia

Los bebés tienen una serie de características, como su mirada, olor, sonrisa, mejillas, piel y mucho más, que despiertan ternura en la mayoría de las personas. Según un estudio realizado en 2016 por investigadores de la Universidad de Oxford, estas características adorables son parte de un mecanismo de supervivencia, diseñado para despertar el instinto protector de los adultos y proporcionar la protección que los bebés aún no pueden proporcionarse por sí mismos.

10. Sus ojos cambiarán de color

Durante los primeros meses de vida, es común que familiares del recién nacido se enfrasquen en largas discusiones sobre quién tiene los ojos más parecidos al pequeño. Sin embargo, la realidad es que el color de ojos definitivo del bebé no se puede determinar hasta que tenga al menos un año de edad.

El color de los ojos está determinado por la cantidad de melanina presente en el iris, la cual también determina el color de nuestra piel. Durante el primer año de vida, la cantidad de melanina producida en el iris varía y, dependiendo de la cantidad, se determina la intensidad del color de ojos. Así, si hay poca melanina, el bebé tendrá ojos azules; si hay un poco más, serán verdes o avellana; y si hay mucho más, serán marrones, el tono más común.

Es importante tener en cuenta que la información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos. Siempre debes aclarar cualquier duda que tengas sobre la salud de tu recién nacido con un médico de confianza y también recuerda revisar los 14 mitos más comunes sobre los bebés.

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