11 Señales que indican que un niño es superdotado y suelen pasar desapercibidas
Si eres madre, seguro que prestas atención a cada comportamiento que tienen tus pequeños, pero a veces estamos pendientes de otras cosas y algunos detalles importantes se nos pasan por alto. Durante la infancia, hay algunos niños a los que se les denomina niños prodigios porque presentan un coeficiente intelectual mayor a 145 puntos. Pero, hay un grupo más pequeño aun donde los niños poseen una inteligencia que supera los 175 puntos. Estos son los llamados superdotados y nace uno por cada 3 millones de pequeños.
Por eso, en Bella y Genial, queremos compartirte 11 señales no tan notorias de pequeños genios. La próxima vez, prestaras más atención a estas características y podrás descubrir si tu pequeño pertenece a este grupo.
1. Prefieren los juegos complicados
Como consecuencia de su curiosidad, creatividad y pensamiento poco tradicional, los pequeños genios se aburren de jugar con sencillos juguetes. Les gusta complicar las reglas, prefieren los juegos intelectuales y su ingenio se ve a simple vista.
No les parece interesante estar sentados y armar una pirámide, pero colocar anillos en la mesa en un orden lógico es algo que les llama la atención. Llenar una taza con agua del grifo es un aburrimiento total, pero sumergirla en el inodoro y observar cómo se llena es un completo espectáculo.
2. No solo fueron criados por mamá, sino también por su abuela
Los pequeños que no solo son criados por mamá y papá, sino también por sus abuelas, son más atentos, centrados y enfocados.
Uno de los padres, además de cuidar a su hijo, se encarga de los deberes del hogar, mientras que el otro está en el trabajo. Por eso, no siempre pueden dedicarle tiempo completo al pequeño. En ese caso, una abuela ayuda mucho, ya que está abierta a jugar, leer o dibujar con él. Debido a una mayor interacción social, tal niño tiene mayor probabilidad de tener éxito en el futuro.
3. Entablan relaciones con niños mayores o adultos
Ellos se sienten más cómodos entre niños más grandes y adultos, adoptan y aprenden experiencias. En una fiesta de cumpleaños es más probable que veas a un niño prodigio conversando con los adultos, en lugar de jugar a las atrapadas con un montón de pequeños.
Pero esta peculiaridad tiene un inconveniente: los jóvenes talentosos pueden experimentar dificultad para relacionarse con sus compañeros.
4. Nacen en la época fría del año
Investigaciones han demostrado que entre las personas que nacen de noviembre a abril, el porcentaje de niños sobresalientes es más alto en comparación con aquellos que nacen en verano. El punto más alto se obtiene en febrero, y se observa una disminución de junio a agosto.
5. Son callados y muy observadores de su entorno
Los jóvenes prodigio desde la infancia desarrollan una fuerte cautela hacia las personas y cosas desconocidas. En primer lugar, ellos observan cuidadosamente el objeto y después comienzan a imitar las acciones que ven.
A veces, esto puede interpretarse como timidez. Los niños tímidos evitan las miradas, se cohíben y con todas sus fuerzas superan su incomodidad interior. A diferencia de ellos, en un entorno desconocido, los superdotados eligen un lugar en donde puedan presenciar a todos y en silencio estudian lo que sucede a su alrededor.
6. Se interesan en libros y manuales para edades más grandes
A menudo, un niño con un alto intelecto se encuentra en busca de nuevos conocimientos y descubrimientos. Es poco probable que un pequeño genio le dedique mucho tiempo a un libro del abecedario o vea con atención las imágenes en un libro infantil. Uno de física o una gran enciclopedia de las leyes del universo le resultará mucho más interesante.
7. Meten su dedo a la nariz, se chupan los dedos o se muerden las uñas
Incluso los genios tienen defectos. Los niños con un alto nivel intelectual son más propensos a tener hábitos neuróticos. Por lo tanto, morderse las uñas, hurgarse la nariz y chupar los dedos no siempre son señales de un mal hábito.
Posiblemente el cerebro del niño está tan abrumado que le envía al cuerpo tales señales. Los psicólogos recomiendan a los padres no regañar a su hijo, sino intentar relajar el ritmo acelerado de vida y la carga de actividades.
8. Son muy exigentes con la comida
No siempre un mal apetito indica que un niño está demasiado mimado. Puede que estés viviendo con el futuro Mozart o Elon Musk.
Los problemas de alimentación son un fenómeno común en los padres de niños superdotados. El cerebro de un pequeño memoriza y percibe rápidamente el sabor, el color y la textura de los productos. Es poco probable que un niño inteligente quiera volver a probar pedazos de cebolla en la comida, pasta demasiado cocida y una sopa muy grasosa, ya que su memoria conserva las sensaciones desagradables experimentadas al comer.
9. Tienen una mala escritura
La escritura poco legible y descuidada es otra característica de los niños dotados. Ellos no siguen el ritmo de sus pensamientos, se apresuran e intentan escribir velozmente. En pocas palabras, piensan más rápido que lo que escriben.
10. Al leerles un libro en voz alta, ellos también leen y no solo escuchan u observan los dibujos
No cabe duda de que leer libros juntos es una actividad útil. Pero es poco probable que un joven prodigio se acueste tranquilamente y escuche un cuento antes de dormir con mucha atención. Es posible que les quite el libro a los padres, comience a leer por sí solo y comente de forma activa lo que ocurre en las ilustraciones.
11. Les cuesta dormir o duermen poco durante la noche
Por lo general, los niños inteligentes duermen poco y a muy temprana edad rechazan las siestas, o bien duermen muy poco y de manera superficial. En el primer caso, su cerebro consigue recuperarse rápidamente y requiere menos tiempo para descansar. En el segundo, una sobrecarga de la información obtenida puede dificultar que los niños se duerman.
¿Qué te parecen estos datos? ¿Qué conductas atípicas has notado en tus pequeños? ¡Compártelo en los comentarios! Tal vez estés frente a un mismísimo genio.