12 Consejos de crianza que a los padres realmente no les hacen falta
Ser madre significa que todos quieren compartirte sus ideas y experiencias, pero ¿realmente son útiles? Familiares, amigos y vecinos pueden ser bienintencionados, pero a menudo sus consejos son irrelevantes y no se aplican a tu situación. ¿Estás lista para descubrir un enfoque fresco y realista en la crianza de tus hijos? Únete a nosotros en esta búsqueda para encontrar lo que realmente funciona para ti y tu familia.
1. “Deberías tener un segundo bebé para que el niño tenga a alguien con quien jugar”
Muchas personas ajenas parecen saber exactamente lo que es mejor para los padres jóvenes. Es obvio para los amigos y vecinos cuando es el momento exacto de “ir tras el segundo”, que mamá y papá “deben tener otro niño o niña”, y un bebé que no tiene suficiente atención salvará su situación con la aparición de un hermanito/a menor. Por supuesto, pocas personas se apresuran a seguir estos consejos, pero resultan demasiado molestos.
2. “No lo acostumbres a tenerlo siempre en brazos”
Los bebés no están gritando desesperadamente en sus cunas para que sus madres les cojan en brazos porque intenten manipular a los adultos. Este comportamiento es la única forma que tienen de comunicar sus necesidades al mundo y pedir ayuda. Ignorar a tu bebé en este momento solo para que “no se acostumbre a estar en tus brazos” es una estrategia muy extraña, pero que muchas personas siguen.
3. “Madres que amamantan necesitan comer más para que su leche tenga más grasa”
Muchos familiares mayores bienintencionados aconsejan a las madres lactantes que coman más para que la leche materna sea más grasa, y luego se lamentan de que las mujeres no se parezcan a Gisele Bündchen. Todo lo que hacemos tiene que ser con moderación. No deberías comer por dos si no te apetece, de lo contrario, no te reconocerás en el espejo dentro de un año.
4. “Enséñale a tu hijo a compartir, de lo contrario, crecerá egoísta”
Los adultos suelen exigirles a los niños que compartan sus juguetes con sus compañeros, sin pensar que, de este modo, violan sus límites. Por alguna razón, las madres, los padres y las abuelas no se apresuran a dar sus objetos de valor a la primera persona que conocen solo para evitar que les llamen egoístas. Si el objeto es del niño y no quiere compartirlo, está en su derecho.
5. “Deja de degradar mientras estás de licencia por maternidad. Hay mucho tiempo: ¡obtén otro título universitario!”
Muchas personas que no han tenido la oportunidad de disfrutar de un permiso de maternidad piensan que las madres jóvenes tienen mucho tiempo libre y no saben cómo emplearlo. De hecho, con noches de insomnio, llantos y cólicos, no siempre hay un par de minutos para tomar una taza de té tranquilamente. Es una lástima que las personas que dan consejos sobre el autodesarrollo durante la licencia de maternidad, por lo general, solo quieren ayudar con palabras, pero ayudarle a aliviar las responsabilidades de la madre: ya no es su tarea.
6. “Un niño tiene que ser criado como un caballero. Debe cederles su lugar a las niñas”
Casi desde el momento en que nace un niño, la sociedad dicta a los padres de los hijos cómo deben educar a los futuros caballeros: no deben llorar y deben ceder siempre el paso a las chicas. Tal vez estos “requisitos” habrían funcionado si los propios hombres adultos se hubieran adherido a ellos. Pero no: a los niños se les adoctrina una cosa, y los hombres adultos se comportan de forma muy diferente. Incluso aquellos que abogan por la “educación masculina” más que nadie.
7. “El niño tiene que comer lo que hay”
Si alguna vez has probado un puré de brócoli, probablemente sabrás que no todos los adultos se atreverían a comerlo, sin embargo, muchos niños pequeños prácticamente lo devoran. Los gustos alimentarios de los niños y sus padres pueden no coincidir, y esto es normal. Así que no hay nada de malo en que un niño se niegue a comer las papillas que no le gustan, porque los adultos tampoco soportan algunos platillos.
8. “¡Ponle un abrigo! ¡Quítale el gorro!”
Cada uno tiene una idea diferente de lo que es “calor” y “frío”. A 15 °C, algunos llevan abrigos; otros, sudaderas, y otros, camisetas, y todos están cómodos. Nadie les hace comentarios a los adultos sobre el hecho de que no están vestidos de acuerdo con el tiempo. Pero siempre es “bienvenido” informar al padre que no conoce bien lo que necesita su hijo y que lo ha vestido mal de alguna manera.
9. “Es mejor comprar prendas de talla grande para que duren más”
Comprar ropa “de gran tamaño” es generalmente una buena estrategia considerando la rapidez con la que crecen los niños. Pero esto no se aplica a las cosas de temporada, que este año pueden ser francamente demasiado grandes, y al año siguiente, por decirlo suavemente, un poco pequeñas. Todos los padres quieren que su bebé esté cómodo. Así que es mejor no imponer su filosofía a las madres y padres para elegir la ropa, aunque los motivos sean buenos.
10. “Tienes que hacer más cosas con el niño: a su edad, él ya tiene que ir al baño solo, (dejar el chupón, citar a Shakespeare...)”
Comparar al niño con alguien, incluso con sus padres a la misma edad, es una tarea ingrata. Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y desde luego no tiene que dominar ninguna habilidad en una fecha “determinada”. Ir solo al baño o dejar el chupón no ha convertido a nadie en un genio, así que no hay que forzar los acontecimientos y molestar a las mamás y a los papás con esos comentarios vanos.
11. “Descansa mientras el bebé duerme”
Hay niños con los que es fácil y sencillo hacer todas las tareas del hogar: donde los pongas con un juguete o un libro los encontrarás en una hora, pero otros niños pequeños están dispuestos a gritar más fuerte que una sirena si su madre desvía su atención de ellos aunque sea por un segundo. A los padres de niños de la segunda “categoría” a menudo les resulta más fácil sacrificar su descanso que cocinar y limpiar con un bebé en brazos. Pero eso no significa que no estén cansados y no merezcan apoyo.
12. “El bebé debería dormir en su propia cuna”
Mucha gente aconseja a los jóvenes padres que no acostumbren al bebé a dormir con ellos, sino que desde el nacimiento lo pongan en la cuna. Algunas personas lo encuentran muy cómodo, y eso es genial. Es más fácil para otras madres no levantarse 5 o 7 veces por noche para alimentar y calmar al bebé, sino acostarlo junto a ellas. Y tampoco hay nada malo en ello. Lo principal es la comodidad de los padres y un sueño tranquilo para toda la familia.