14 Actitudes tóxicas de los padres y cómo ponerles un alto con educación
La crianza de los más pequeños es toda una aventura, en ocasiones llena de risas y momentos tiernos; pero en otras, toda una prueba de paciencia. A veces, nuestros hijos se encuentran con otros niños y surgen problemitas; o, peor aún, otras veces, descubrimos que es un adulto el que ocasiona el conflicto.
En Bella y Genial, enumeramos algunas acciones y actitudes de los adultos capaces de acabar con los nervios incluso del padre más tranquilo.
1. Cuando un adulto acapara todo para su hijo y no les permite jugar a otros niños
La escena es más común de lo que parece: un padre o madre no permite que otros niños jueguen porque su retoño se está divirtiendo. Este comportamiento molesta a otros niños, que no pueden debatir con el adulto. La forma más fácil de calmar a un padre enojado es con una actitud amable pero directa. A veces la gente simplemente no se da cuenta de lo mal que se está comportando, por lo que la simpatía la confunde.
2. Permitir que sus hijos utilicen las cosas de otros sin permiso
Algunos adultos siempre están dispuestos a complacer a sus pequeños sin importar a quién afecten. Es mejor no expresar agresivamente el descontento con personas así; al contrario, basta con pedir cortésmente la devolución de las cosas que no le pertenecen.
3. Cuando alguien ajeno interviene en la educación del niño
A veces vale la pena mostrarles a los niños que la forma más inteligente de lidiar con un conflicto es la retirada táctica. Si un adulto ajeno está regañando al pequeño, no hay necesidad de discutir con él. Es mejor agradecerle su atención, distraer al niño con algo y retirarse en silencio.
4. Convidar comida sin preguntar primero a los padres
No se puede convidar comida a los niños de otras personas sin antes pedirles permiso a sus padres, incluso si el pequeño parece hambriento y mira al paquete de galletas en tus manos con ojos tristes. Existe la posibilidad de que sea alérgico a ciertos alimentos o esté siguiendo una dieta estricta. En estos casos, hasta un simple dulce puede representar una seria amenaza para su salud. Es mejor agradecer la amabilidad y explicar por qué el niño no puede aceptar tal ofrecimiento.
5. Un padre que no se da cuenta, o pretende no hacerlo, de que su hijo se comporta de manera desagradable
No importa cuántas ganas tenga uno de tener una conversación educativa con el niño de otra persona, no debería hacerlo. Si un pequeño se porta mal e interfiere en las actividades de otros niños, lo mejor es informar con calma a sus padres al respecto.
6. Dejar a otros al cuidado de los niños sin ninguna consideración
De vez en cuando, cada padre necesita alejarse literalmente por un par de segundos, y entonces les pide a otros que cuiden del niño. Pero algunas personas en particular abusan de la bondad de los demás. Para no tener que quedarse con un pequeño ajeno por un período indefinido, es mejor simplemente rechazar la petición con calma.
7. Cuando los padres enojados se quejan del comportamiento de otros niños
A veces, la irritación de alguien puede ser causada no por las acciones del niño de otra persona, sino por circunstancias completamente diferentes. Por lo tanto, la forma más fácil de tranquilizar a un adulto así es escuchar con calma todas sus afirmaciones, convencerlo de que han sido comprendidas y aceptadas, y marcharse cortésmente.
8. Comparaciones y críticas interminables
La verdad es que es mejor evitar la comunicación con personas así. Es casi imposible calmarlas, y las críticas interminables y los consejos obsesivos pueden socavar la confianza en uno mismo, incluso del padre más tranquilo.
9. Criticar el comportamiento de los hijos de otras personas
Cuando un adulto no expresa una queja directa, sino que supuestamente solo comenta sobre la situación, no hay que molestarse, enojarse o ser grosero respondiendo. Es mejor contar hasta 10 y tomarlo con humor y calma. A veces, las personas simplemente no comprenden que se están comportando de manera grosera.
10. Forzar a otros niños a ceder sus cosas
Uno de los fundamentos de la crianza de los niños es que los pequeños deben obedecer a sus mayores, no importa si conocen a estas personas o no. Pero también hay cierto peligro en este comportamiento. Por lo tanto, vale la pena explicarle al niño de antemano que no debe cumplir con todas las solicitudes de un adulto. Si duda de su decisión, debe hablar con sus padres.
11. Los padres megaorgullosos de sus hijos que no paran de presumir sobre ellos
Por supuesto, cualquier padre cree que su pequeño es el más talentoso, inteligente y encantador. Pero a veces el orgullo por los logros del hijo de uno traspasa todos los límites. Es casi imposible detener el flujo de elogios. En este caso, solo se puede asentir alegremente con la cabeza y tratar de no entrar en un diálogo. De lo contrario, la conversación será interminable.
12. Fiestas donde los adultos dejan que los niños hagan lo que quieran
Algunos padres siempre tienen un desorden divertido en su casa. Los niños pueden comer toneladas de papas fritas, chocolates y otras cosas similares, beber litros de refresco, ver películas de terror, caminar cabeza abajo y hacer lo que quieran. Lo que sea mientras no interfieran con los adultos. Por lo tanto, es mejor tener cuidado a la hora de dejar que tu hijo vaya a visitar un lugar así. Puede que valga la pena invitar a los niños a tu casa para evitar los problemas correspondientes.
13. Personas que justifican el mal comportamiento de sus hijos
“Solo es un pequeño”, “¿Qué querías? Así son los niños”, “Pero es una niña”, “Es la pubertad, ya saben”; esta es solo una pequeña lista de las frases que los adultos están dispuestos a compartir con los demás. No importa lo terrible que se comporte el niño, siempre hay una razón para ello. Si una conversación con un adulto no ayudó, es mejor alejar a tu hijo del caos que esas familias crean a su alrededor.
14. Padres que se burlan de los hijos de otros
El bullying no solo ocurre en grupos de niños. Algunos adultos ganan 100 puntos por adelantado a cualquier adolescente en este aspecto. Los comentarios sarcásticos de tales padres ofenden a niños y adultos por igual. Es poco probable que funcione permanecer en silencio o responder con una broma en tal situación. Es mejor dar con calma un fuerte rechazo y luego, apartando al agresor, explicarle por qué un comportamiento así es inaceptable.
¿Qué es lo que más te molesta del comportamiento de otros padres? ¿Cómo logras ponerles un alto?