14 Consejos de nuestros padres que ignorábamos y ahora nos arrepentimos de haberlo hecho

Nuestros padres siempre nos decían: “Recoge tu cuarto”, “Duérmete temprano”, “No salgas sin abrigo”, y nosotras creíamos que exageraban. Pero ahora que somos adultas, nos damos cuenta de cuánta razón tenían. En ocasiones, hemos tenido que aprender a la mala que los consejos de nuestros papás no eran para molestarnos, sino para que tuviéramos una mejor vida en la adultez.

1. En nuestros años escolares, nuestros padres siempre nos decían: “Aprende inglés”, pero para nosotras era más interesante nuestra imaginación. Ahora, estamos dispuestos a descargar todas las aplicaciones para aprender más de un idioma

2. Cuántas veces lloramos y nos quejamos de que un compañero de clase nos insultó. Nuestras madres solían decir sabiamente: “Solo no le hagas caso”. Ahora las personas tóxicas no tienen cabida en nuestras vidas

3. Demostramos el maximalismo juvenil de todas las maneras posibles. Lo principal es que en la edad adulta aprendemos a pensar sobre el futuro

4. Un juguete a medio ensamblar o una tarea escolar inacabada no nos parecían relevantes en absoluto. Pero fueron una lección para toda la vida: si empiezas algo, termínalo bien

5. Nuestros padres nos enseñaron a defender los límites personales. Y nosotros solíamos pensar que al decir “no” ofenderíamos a alguien

6. De niños, cuando hacía frío, nuestras madres no nos dejaban salir sin gorro ni abrigo. Y ahora estamos dispuestos a ponernos incluso 10 gorros solo para no enfermarnos

7. Cuando éramos niños, compartíamos nuestros secretos sin pensar en las consecuencias. Y el consejo de los padres: “Sé inteligente, mantén la boca cerrada” parecía absurda

8. Las cejas finas pasaron de moda hace mucho tiempo, y las nuestras no nos volvieron a crecer. Pero nuestras madres sabían que iba a pasar

9. “La estabilidad financiera es la clave del éxito”, esta es la filosofía de los padres. Menos mal que les hicimos caso, incluso en contra de nuestra voluntad, y aprendimos a ahorrar para los tiempos difíciles

10. Cada vez que armábamos un berrinche por los dulces, nuestras madres nos decían: “Las cosas buenas vienen en paquetes pequeños”. Ojalá hubiéramos sabido entonces que dejar de comer en exceso era un buen hábito

11. Nuestros padres nos decían: “Duérmete temprano”, y nosotros nos rebelábamos contra las reglas. Pero ahora, acostarnos antes de las 12 es una verdadera felicidad

12. La vajilla odiosa a veces frustraba nuestros planes de salir con amigos. Pero ahora sabemos bien que debemos lavar el plato antes de que los restos de comida se sequen

13. Un niño sentado en la mesa con la espalda encorvada es una cosa habitual. Ojalá hubiéramos sabido en aquel entonces que la postura afecta todo el cuerpo

14. Solíamos querer pasar todo nuestro tiempo con nuestros amigos. Y ahora nos damos cuenta de que lo más importante es la familia

¿Cuál es el consejo que más te repetían tus padres? ¿Cuál de los consejos que te dieron de niño es el que hoy sigues en la adultez?