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9 Sencillas maneras de lograr que tu hijo no sea caprichoso

Es normal que los niños busquen llamar la atención constantemente y, para lograrlo, es usual que se comporten mal. Aunque los motivos de un berrinche llegan a variar, podemos aprender a identificarlos. Desde que el niño tenga hambre hasta que sencillamente esté aburrido. Lo importante es saber la razón de la rabieta, para entender cómo actuar ante estas situaciones de la mejor manera.

Por eso, en Bella y Genial, encontramos algunos tips que podrían facilitar nuestra tarea como madre al momento de corregir o prevenir malas conductas de nuestros pequeños. Esperamos te sean de mucha utilidad.

1. Crea una rutina en casa y recompénsalo por seguirla

Es cierto que es complicado lograr que los niños hagan alguna tarea. Por ello, podemos ayudarlos a desarrollar una buena rutina, como por ejemplo, no ver televisión después de cierta hora, ayudar con el lavado de los platos, cepillarse los dientes y acostarse a una hora adecuada. Y si quieres ser creativa, puedes elaborar un tablero mensual y estipular que, si siguen su rutina durante todo el mes (o de 1 a 2 semanas), podrían obtener algún tipo de recompensa de su agrado y elección.

2. Establece algunas consecuencias lógicas por romper las reglas

Las consecuencias lógicas están ligadas con una mala conducta específica. Por ejemplo, si tu hijo no quiere comer sus verduras, no le permitas comer postre. O si no quiere recoger sus juguetes, no lo dejes jugar con ellos por el resto del día. Esto es bueno para los niños que están luchando contra conductas específicas. Sin embargo, evita establecer consecuencias que no sean lógicas; por ejemplo, si no quiere comer su comida, no lo obligues a limpiar el garaje.

3. Trata de pedirles opiniones y soluciones a los problemas cotidianos

Pregúntales si hay algún problema o si algo les molesta; si algo está mal y te dicen qué es, siéntate con ellos y discútelo. Trata de pedir sus opiniones sobre lo que ellos creen que deberían hacer para solucionar el problema. Si no tienen una respuesta, ayúdalos un poco, pero recuerda, es importante hacerles sentir que están resolviendo su problema y felicitarlos y animarlos por ello.

4. Encauza la atención del niño

A veces, los niños pueden portarse mal porque están aburridos o no tienen nada mejor que hacer. Por lo tanto, encontrarles alguna actividad, específicamente algo que los mantenga ocupados y entretenidos, podría redirigir su atención hacia algo bueno en lugar de algo malo.

5. Lleva bocadillos contigo

El mal comportamiento o la mala actitud del menor a menudo se deben al hambre. De modo que, si tu hijo y tú están afuera, llevar bocadillos puede evitar una posible rabieta y mantener a tu hijo de buen humor.

6. Ofrece opciones para que puedan decidir lo que quieren hacer

Según la profesora Angie T. Cranor, darles a tus hijos una opción ayudará a satisfacer su necesidad de sentir que controlan la situación. Entonces, si tienen que recoger sus juguetes y luego cepillarse los dientes, pregúntales cuál de las dos cosas quieren hacer primero.

7. Hazlo tomar conciencia de los posibles malos resultados

“Porque lo digo yo” en realidad no es un buen argumento para contestarle al niño cuando te pregunta por qué no debería hacer algo. Esto es porque no le estás explicando la razón real de por qué lo que está haciendo es incorrecto. Siempre trata de comunicarte con él y de ser clara. Explícale lo que podría ocurrir si se porta mal y por qué no debería hacer ciertas cosas. Haz que tome conciencia de las consecuencias naturales que pueden tener sus acciones, para que pueda aprender y tomar mejores decisiones por sí mismo en el futuro.

8. Reconoce las emociones que sienten y trata de ayudarlos

En lugar de actuar como si fueran malos o traviesos, puedes demostrarles que los entiendes y que sabes cómo se sienten. Dado que las emociones juegan un papel importante en el comportamiento de un niño, siempre es bueno reconocerlas. Por ejemplo, un simple “sé que estás decepcionado de que hoy no podamos ir a la playa, pero el clima no es bueno; hagamos algo más juntos para compensarlo” podría ser de gran ayuda para tu niño.

9. Muéstrales un enfoque más tranquilo de las situaciones

A los niños a menudo les gusta copiar a sus padres, por lo que debemos modelar su comportamiento y sus acciones enseñándoles a estar tranquilos. Si hacen un berrinche y empiezas a gritarles, eso es lo que se volverá normal para ellos. Así que, en su lugar, muéstrales una manera diferente de lidiar con sus emociones.

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