Familia adopta a una niña de Uganda, pero la devuelven unos meses después
Para algunas personas, la felicidad radica en dejar una huella de amor en este mundo y los Davis, estaban dispuestos a dar un poco de las bendiciones que habían recibido. Querían brindarle su amor y protección a algún niño que lo necesitara, y encontraron a la pequeña Namata, en Uganda. Parecía ser la indicada para sumarse a la familia, así que tramitaron los papeles de adopción y regresaron a casa. Por desgracia, a los pocos meses tuvieron que devolver a la niña por una poderosa razón.
La adopción es una alternativa para aquellas personas que desean formar una familia y no pueden tener hijos, así como también para aquellas que desean darle un hogar a un niño desprotegido. Una de las principales ventajas es el poder brindar lo necesario a quien necesita de amor y protección, así como también el impacto positivo que puede tener el niño adoptado en su nueva familia.
Sin embargo, también hay que considerar que el proceso de selección puede ser largo y difícil, ya que no todas las agencias y orfanatos siguen los procedimientos legales para que eso ocurra. De hecho, hay miles de casos donde las familias han sido separadas bajo engaños para que otras personas con mejor posición económica y social puedan adoptar a sus hijos, ¿te imaginas?
Una familia en Ohio tuvo que vivir un trago muy amargo cuando devolvieron a quien habían elegido como su nuevo miembro de la familia, tan solo unos meses después de haberla adoptado.
Adam y Jessica pusieron todo su corazón en el proceso de adopción, investigando cada paso con minuciosidad para asegurarse de que todo fuera adecuado. Siendo padres de 4 hijos biológicos, no estaban buscando “tener otro hijo” o “agrandar la familia”. Para ellos, adoptar significaba compartir su abundancia, así que fue una decisión tomada desde el deseo de brindarle a un niño la oportunidad de tener una vida mejor. Por ello, Jessica se puso a investigar sobre las zonas donde hubiera más niños desprotegidos y se encontró con Uganda: “Recuerdo haber leído que hay casi 3 millones de huérfanos en Uganda, y con esa estadística en mente en octubre de 2013 comenzamos el viaje para adoptar desde allí”, relató ella para una entrevista.
Finalmente, encontraron a la indicada: una pequeña de 6 años estaba en el abandono porque, según la agencia de adopciones, el padre había fallecido y la madre no le daba el cuidado que se necesitaba. Al llegar al orfanato, se encontraron con una niña que había vivido una vida difícil, sin juguetes y con barras de metal en las ventanas. Jessica cuenta que fue difícil verla en esas condiciones, pero al mismo tiempo, había una gran esperanza en sus corazones, pues sabían que podían darle la vida feliz que merecía y en el año 2015, le dieron la bienvenida a Namata.
Como cualquier padre adoptivo, ellos se esforzaron por hacer la tarea, así que le dieron un hogar amoroso donde la niña convivía con sus nuevos hermanos y hermanas, iba a la escuela y jugaba por las tardes con ellos. Además de adaptarse, la pequeña aprendió a comunicarse con la familia poco a poco porque no sabía su idioma y en la escuela apenas se lo estaban enseñando. Nadie hubiera imaginado que cuando Namata pudo hablar inglés, les revelaría la verdad.
La niña comenzó a contarles algunas cosas que los confundía mucho, pues hablaba de una madre cariñosa que siempre la cuidaba y mencionaba cuánto extrañaba a su mamá y su casa en Uganda. Después de un año y medio, que fueron notando como esas historias no concordaban con la versión de la agencia, Adam y Jessica trataron de encontrar la verdad de lo que estaba pasando.
Al principio, Jessica se preguntó si la información que Namata compartía era simplemente una forma de sobrellevar el trauma del abandono y el abuso. Durante ese largo año y medio, ella luchó por ver las cosas así, ya que, de otra manera, podía significar que el final feliz que habían encontrado podía esfumarse para siempre. Cuando se decidió a enfrentar la situación, empezó a escuchar con honestidad lo que su hija estaba tratando de decirle.
Resulta que la pobre niña no era huérfana, ni era cierto todo lo que se había escrito en su documentación. Jessica y Adam se enteraron de que, en realidad, habían arrebatado a Namata de su familia. A la madre de la niña solo le habían dicho que una familia estadounidense se la llevaría por un tiempo para brindarle una educación, pero que ella regresaría a su hogar cuando terminara. Ambos se sintieron engañados y traicionados por la agencia, ya que se suponía que era la que debía proteger a los niños y las familias.
Jessica y Adam sabían que tenían que hacer lo correcto y devolver la niña a su familia biológica, aunque les partiera el corazón. Fue entonces cuando Jessica contacto a la madre de Namata. Al final tan solo eran dos madres que amaban profundamente a sus hijos. Jessica pudo ver que ella era una persona maravillosa que amaba a su hija y que la extrañaba mucho.
La decisión no fue fácil para la pareja, pero era la única opción ética y moral. Cuando se encontraron con la madre de Namata se dieron cuenta de que habían sido engañados y de que la agencia había explotado la pobreza y la vulnerabilidad de la familia de la pequeña ilegalmente. Y, aunque fue un momento doloroso, sabían que estaban haciendo lo correcto al devolverla a su hogar y a su familia.
A partir de esa dolorosa experiencia, la familia, que al inicio luchaba por darle un hogar a niños desprotegidos, decidió luchar por proteger a las familias vulnerables de las adopciones ilegales para que no hubiera más personas preguntándose por qué les habían arrebatado a sus hijos. Y es que, resulta que el caso de los Davis no era el único, sino que había muchísimos más ocurriendo en las zonas más pobres de todo el mundo.
En conclusión, las adopciones ilegales pueden tener consecuencias muy devastadoras para todos. Como vimos se pueden sufrir traumas emocionales y psicológicos debido a la separación y la sensación de pérdida de todas las partes involucradas. Por ello, es importante que los casos como el de los Davis salgan a la luz y sean conocidos, para que, quienes desean adoptar, estén al tanto de dichas situaciones y puedan evitar ser otra familia, más que corra el peligro de cambiar para siempre el destino de varias vidas. Es importante fomentar una adopción sumamente responsable donde la verdad siempre sea el requisito principal de nuestras acciones.
Si la devastadora historia de los Davis te rompió el corazón, no te preocupes, aquí tenemos la cura, no te pierdas estos increíbles relatos sobre la adopción y cómo les ha cambiado la vida a las familias en los artículos de aquí, acá y acá también.