“Los mordedores para bebés son necesarios” y 14 mitos más que deberíamos empezar a ignorar
¿Los andadores ayudan a los bebés a empezar a caminar? ¿Los niños aprenden mejor a la edad de 3 años? Cuando se trata de la crianza de los hijos, los padres se enfrentan a todo tipo de creencias y consejos que, aun cuando en muchos casos son transmitidos de generación en generación, no siempre son verdaderos, e incluso, en ocasiones, pueden llegar a ser contraproducentes.
Por eso, en Bella y Genial decidimos indagar en las opiniones de los expertos con el fin de desmentir los mitos más conocidos acerca del cuidado de los niños.
Mito 1: los andadores ayudan a los bebés a empezar a caminar
Contrario a lo que se cree, el uso de andadores no ayuda a los bebés a pararse o caminar, sino que retrasa su desarrollo, ocasionando que les tome más tiempo adquirir las habilidades necesarias para aprender a hacerlo.
Además, existe la posibilidad de que puedan dañar a tu bebé. Pueden provocar el fortalecimiento de los músculos incorrectos en sus piernas y, al interferir con su postura natural, las rodillas soportarán el peso de forma incorrecta, lo que puede llevarlos a tener problemas de cadera a largo plazo. Debido a los riesgos que presentan, los andadores para bebés están oficialmente prohibidos en Canadá desde 2004.
Mito 2: los mordedores para bebés son necesarios
Los terapeutas del lenguaje afirman que los chupetes y mordedores para bebés pueden influir en el desarrollo del habla. Resulta que los pequeños que mastican este tipo de productos no son capaces de reconocer la diferencia entre los sonidos, ya que la lengua y el oído están muy conectados. Incluso los bebés que aún no han comenzado a hablar usan su lengua porque los ayuda a comprender el habla, y cuando la lengua está ocupada con el chupete o con el mordedor, esta capacidad se pierde de forma temporal.
Mito 3: los juguetes sofisticados propician el buen desarrollo del cerebro
Cuando se trata de estimular el cerebro de los niños, los juguetes sofisticados o dispositivos electrónicos no solo no son la mejor opción, sino que pueden sabotear sus habilidades para jugar por su cuenta.
Los juguetes inteligentes varían según las edades de los niños, pues su forma de jugar va cambiando; sin embargo, expertos afirman que las mejores actividades son aquellas que favorezcan el desarrollo de la imaginación y las habilidades motoras, así como el aprendizaje de aptitudes sociales, empezando con la interacción en familia.
Mito 4: los niños se duermen naturalmente cuando se sienten cansados
La mayoría de los adultos caemos rendidos cuando estamos muy cansados, y es natural pensar que los bebés también; sin embargo, no sucede así. Los niños pequeños que están demasiado cansados pueden desarrollar un estado de ánimo vertiginoso y comenzar a correr en círculos. Y, a veces, esto puede aumentar: a medida que los niños se cansan más, será más difícil para ellos conciliar el sueño y se despertarán varias veces durante la noche.
Mito 5: los niños deben comenzar a aprender a usar el baño a más tardar entre los 18 y los 24 meses de edad
La verdad es que no hay un momento obligatorio para empezar. Según la Academia Estadounidense de Médicos de Familia, el entrenamiento para ir al baño debe iniciarse entre los 21 y los 36 meses, y no encontrarás grandes beneficios si comienza antes de los 27 meses de edad. Por su parte, pediatras explican que hay ciertos indicadores físicos, conductuales y cognitivos que harán saber a los padres que el niño está listo para iniciar el proceso de entrenamiento.
Mito 6: los niños no se ven afectados por la televisión que se reproduce de fondo
Todos lo hacemos de vez en cuando. Dejamos la televisión encendida como ruido de fondo cuando realmente no estamos mirando. Según estudios, si hay niños pequeños en la casa, es mejor no hacerlo. Los niños pequeños no pueden realizar múltiples tareas, y si la televisión se reproduce de fondo, interrumpe su juego y los distrae del aprendizaje que tendrían al jugar con total concentración.
Si un niño tiene más de 2 años, es posible que escuche cosas que no sean apropiadas para su edad y que las recuerde como parte de su rutina diaria de habla; pero en los niños menores de 2 años, la televisión de fondo puede incluso ralentizar el desarrollo del lenguaje.
Mito 7: si acuestas a tu bebé más tarde, dormirá hasta más tarde
Dormir hasta tarde es un anhelo para muchos padres. En realidad, la idea de que los bebés dormirán hasta más tarde si se los acuesta más tarde es un mito muy común. Los bebés duermen mejor y más tiempo si se los acuesta temprano en la noche. Los niños tienen su “reloj interno” y se despiertan aproximadamente a la hora de costumbre, independientemente de si se acuestan tarde o no.
Mito 8: afeitarle la cabeza a tu bebé hará que su cabello crezca más grueso
Esta es una creencia que ha llegado a los oídos de mamás de diferentes partes del mundo. Sin embargo, no hay pruebas científicas de que afeitar la cabeza de un bebé pueda beneficiar el grosor de su cabello en el futuro. La estructura del cabello está determinada por la genética, y según los científicos, el único momento en que cambia es después de la quimioterapia.
Mito 9: los programas de televisión le enseñarán a mi hijo a hablar
Los niños aprenden mejor cuando juegan y se comunican en la vida real. Los psicólogos dicen que la televisión no vuelve tontos a los niños, pero sus habilidades lingüísticas no pueden desarrollarse viendo televisión. La mejor manera de enseñarles a tus hijos vocabulario y lenguaje nuevos es interactuando con ellos mediante conversaciones.
Puedes enseñarles nuevas palabras o jugar con ellos. Estas interacciones naturales son mucho más relevantes y es más probable que creen una impresión duradera en tus hijos y que los ayuden a comprender y a usar las palabras en contextos diferentes.
Mito 10: el apego a una niñera es algo malo que debes tratar de prevenir
Dejas a tu bebé con una niñera y tus instintos maternos gritan cuando ves que tu bebé realmente tiene un vínculo con ella. Es cierto que el bebé verá a la niñera como una madre más, pero el apego a una niñera es algo positivo, afirman los psicólogos. Tu bebé está aprendiendo a establecer un vínculo con otras personas y a confiar en los demás. Además, los bebés que tienen más personas en las que confían desarrollan una mejor autoestima que aquellos que solo tienen una persona con la que se sienten seguros.
Mito 11: hay buenos y malos diseños de biberones
No existe una lista secreta de diseños de biberones perfectos que ayudarán a todos los bebés a pasar del pecho al biberón, o que siempre evitarán fugas o gases. Eso es porque cada bebé es diferente y tiene sus propias peculiaridades y preferencias anatómicas. Algunos padres se quejan de las fugas constantes de los biberones, pero esto tiene más que ver con el estilo de succión del bebé y las diferencias en su boca. La mejor opción para los padres es comprar diferentes biberones y experimentar con ellos hasta descubrir cuál es el que mejor se adapta al estilo del bebé.
Mito 12: todos los llantos de bebé suenan igual
Los bebés tienen todo un lenguaje de llanto cuando se comunican con los padres. El llanto por tener hambre, sueño y llamar a mamá para que le cambie el pañal sonará diferente si escuchas con atención. Los psicólogos afirman que los padres pueden identificar muy rápido estos patrones. Lleva tiempo, pero realmente pueden aprender a reconocer la diferencia.
Mientras un llanto bajo en combinación con otras señales como llevarse los dedos a la boca significa que el bebé tiene hambre, un sonido nasal y quejumbroso en aumento indica que está cansado o incómodo y es hora de checar el pañal o acostarlo para dormir.
Mito 13: cuando los padres “hablan como bebés” con un niño, pueden ralentizar el desarrollo del lenguaje del bebé
El lenguaje de bebé o “habla dirigida a un bebé” en realidad puede beneficiar el desarrollo del habla y el lenguaje de un niño. La voz cantarina que los padres usan a menudo cuando hablan con sus bebés les dice a los niños que el discurso es para ellos, por lo que generalmente prestan más atención a lo que dicen los padres. El recurso de “hablar como un bebé” también los ayuda a diferenciar entre sonidos y palabras, así como a crear un vínculo entre padres y bebé.
Mito 14: los niños no deben jugar sin supervisión
Aunque es bueno que los padres jueguen con sus hijos, la oportunidad de que el niño dirija su propio juego es clave para su desarrollo. Cuanto más se involucran los padres en el juego, más sigue el niño su ejemplo; como consecuencia, no aprende a entretenerse y a encontrar su propia fuente de diversión. Jugar solos también contribuye a desarrollar el sentido de independencia y la creatividad de los niños, ya que ellos inventan sus propios roles en lugar de que la mamá o el papá les sugiera que prueben este o aquel escenario.
Mito 15: los niños necesitan ponerse al día con el aprendizaje antes de los 3 años, de lo contrario, se perderá la oportunidad
Este mito se considera el más dañino, tanto para los niños como para sus padres. Apareció como resultado de una comprensión incorrecta de la explicación científica de la función del cerebro humano y se hizo famoso hace mucho tiempo. Esto fue explicado en 1999 por John T. Bruer en su libro El mito de los tres primeros años. En realidad, la pérdida de conexiones neuronales después de los 3 años probablemente conduce a una mayor eficiencia del cerebro para reaccionar ante el entorno. Por otro lado, las personas pueden aprender nueva información a cualquier edad.
¿Cuáles son los mitos que más te sorprendieron? ¿Conoces otras creencias sobre la crianza que hayan continuado por generaciones en tu familia?