Tus hijos serán el reflejo de tu crianza, quieras o no
Conoce el asombroso poder de influencia que tienes sobre tus hijos. Desde el momento en que nacen, los pequeños son capaces de absorber cada palabra y acción, convirtiéndose en un reflejo de sus padres. ¿Estás listo para descubrir cómo moldear su futuro desde el presente?
Cómo darles una crianza óptima
Más allá de la herencia genética que tengan los niños de sus padres, ellos también adquieren el lenguaje, intereses y hasta gestos de los adultos que tienen como ejemplo. Incluso, si prestas atención, podrás darte cuenta de que tu pequeño repite frases y hábitos que tú o tu pareja tienen. Esto, a la larga, se convertirá en comportamientos que lo distingan cuando sea mayor.
Sin embargo, esto no queda solo en nuestros hijos. Si te detienes a pensar en la persona que eres actualmente, podrías incluso notar que también eres un reflejo de tus padres.
1. Dar atención de forma positiva
Existen diversas maneras de brindar atención positiva a un niño, como participar en sus actividades cotidianas, llevarlo a la escuela o asegurarse de que esté bien alimentado. Estas acciones contribuyen a establecer un vínculo afectivo positivo entre el niño y sus seres queridos desde su nacimiento. También se fomenta este vínculo al abrazarlo, jugar con él o ella en el parque y realizar otras actividades similares. Todas estas formas de atención son de gran importancia para proporcionar una crianza efectiva.
2. Generar seguridad
Los sentimientos de seguridad, confianza en sí mismos y protección de los niños también se derivan de las interacciones con sus padres y de las relaciones con los demás. Por esta razón, acciones como calmarlos cuando están asustados o inseguros, regalarles una sonrisa o hacerlos sentir protegidos, les brindarán a los niños la confianza necesaria para continuar explorando el mundo que les rodea.
Desde el momento en que nacen, los niños requieren establecer relaciones y vivir experiencias que les demuestren su valor como seres humanos y su capacidad para generar alegría en quienes los rodean. Las interacciones, la atención positiva y la forma en que los adultos responden a los pequeños serán fundamentales para ayudarles a desarrollar una imagen adecuada de sí mismos, proceso que se construye con el tiempo.
3. No todo tiene que ser perfecto
Como padres, es fundamental cultivar la humildad y comprender que la perfección no existe, y siempre hay margen para mejorar. La imperfección es aceptable y necesaria. Por lo tanto, cuando los niños cometen errores, debemos verlo como una oportunidad de aprendizaje y no enfadarnos o impacientarnos. Como buenos padres, debemos enseñarles a levantarse.
Es importante inculcar en nuestros hogares la idea de éxito y superación, alentándolos a perseguir sus sueños y buscar una vida plena y feliz. Durante su vida, aprenderán lecciones valiosas como la importancia de construir relaciones auténticas, seguir sus deseos, mantener un estilo de vida saludable y contribuir a hacer del mundo un lugar
Finalmente, hay que recordar que la crianza va cambiando conforme a las situaciones individuales de cada familia. Además, el tiempo también interfiere a la hora del tipo de actividades que se ejercen, incluso hay cosas de la crianza en la actualidad que ya no son como antes.
Nuestros hijos son esponjas emocionales y absorben no solo nuestras palabras, sino también nuestras acciones y actitudes. Por lo tanto, es fundamental asumir la responsabilidad de criarlos de manera consciente, proporcionándoles amor, apoyo y límites claros.