10 Princesas del siglo XXI que combinan sus obligaciones en la realeza con ser mujeres comunes
Ser parte de una monarquía significa tener obligaciones y hacer cosas por el pueblo para representar la corona de la manera correcta. Pero combinar las tareas reales con la vida común, como ir a la escuela y tener una profesión relacionada con otra cosa, también es posible y algunas de estas mujeres son reflejo de esto.
Bella y Genial te quiere contar sobre estas chicas y mujeres de diferentes reinos que, por algunos motivos, mantienen el equilibrio entre su título y la vida común.
1. Princesa Alexia de los Países Bajos
La segunda hija de los reyes de los Países Bajos no tiene las mismas responsabilidades que su hermana mayor, la Princesa Amalia, que será la próxima Reina, por lo que puede tener una vida de adolescente un poco más cercana a lo común y corriente.
Pero aún así, no deja de tener un compromiso con su país, por lo que asiste a una prestigiosa escuela secundaria, la United World College of the Atlantic, en donde se forman y formaron miembros de las monarquías del mundo, entre ellos la Princesa Leonor, futura reina de España.
2. Princesa Tatiana de Grecia y Dinamarca
Su nombre verdadero es Tatiana Blatnik, y aunque es la esposa del Príncipe Nicolás de Grecia y Dinamarca, deja atrás su nombre de la realeza para dedicarse al bienestar de su pueblo.
En marzo de 2001 creó un movimiento llamado “BREATHE” dedicado a crear conciencia sobre la salud mental en la comunidad, y también fundó “Mindful City ™”, una iniciativa diseñada para ayudar a las ciudades de todo el mundo a crear espacios comunitarios positivos y brindar educación integral sobre el bienestar emocional a su comunidad.
También es parte de asociaciones que promulgan el desarrollo económico y sustentable de su país.
3. Princesa Keisha de Nigeria
La esposa del príncipe nigeriano Kunle Omilana se considera a sí misma la “princesa trabajadora”. De origen estadounidense, comenzó su carrera siendo modelo, y se convirtió en la primera mujer negra en aparecer en tres campañas consecutivas de la marca Pantene, gracias a su cabello afro. Además, en 2017, creó un proyecto llamado A Crown of Curls en el cual brinda talleres y capacitaciones sobre el cuidado del cabello rizado para que todas se sientan orgullosas de su aspecto.
Pero además de ser una influencer, no deja de lado su compromiso como princesa de la casa Arigbabuowo, ya que trabaja para el empoderamiento de las mujeres y jóvenes, y su cuenta de Instagram es su principal portavoz.
4. Princesa Sofía de Suecia
Sofía Kristina Hellqvist está casada con Carlos Felipe, duque de Värmland y cuenta con un largo camino desde antes de convertirse en princesa.
Fue camarera y modelo y participó en programas de telerrealidad, pero también abrió un centro de yoga en Nueva York. Actualmente, dedica su tiempo trabajando en favor de su reino, tiene una fundación junto a su esposo, llamada Fundación Príncipe Carlos Felipe y Princesa Sofia, que lucha contra el ciberacoso, y es una de las fundadoras de la ONG Project Playgound dedicada a los niños y jóvenes en riesgo de exclusión social.
5. Princesa Marta Luisa de Noruega
Aunque la princesa es la hija mayor de los reyes Harald V y Sonia de Noruega, es la cuarta en la línea de sucesión al trono detrás de su hermano menor. Terminó sus estudios en fisioterapia en los Países Bajos, pero nunca ejerció su profesión.
Su verdadera motivación se encuentra en la literatura, y ha llegado a emprender un negocio de espectáculos televisados sobre cuentos, además de ser autora de libros infantiles. Aunque se casó con un escritor danés con el que tuvo tres hijas, nunca renunció a su título de princesa.
6. Princesa Miriam de Bulgaria
Doña Miriam Ungría y López es princesa por partida doble: es descendiente de una familia noble española y también se casó con Kardam, hijo del Tsar Simeon II y príncipe de Turnovo, unión que le dio el título de Princesa de Turnovo.
La pasión y el oficio de la princesa siempre ha sido el diseño de joyas, aunque estudió Historia y Geografía en Madrid. Actualmente, vive en Londres y dedica su tiempo a su línea de joyería de lujo.
7. Princesa Esther Kamatari de Burundi
Aunque Kamatari mantiene el título de princesa de Burundi, un país de África Oriental, en los 60 se abolió la monarquía, y ella emprendió su camino hacia París. Desde entonces, se ha dedicado al modelaje y es escritora.
8. Princesa Katherine de Serbia
Se podría decir que Katherine Batis es una princesa todoterreno: nació en Grecia, pero también pasó parte de su infancia en Suiza. Estudió la carrera de ciencias empresariales en Estados Unidos y trabajó en ese rubro durante algunos años.
Se convirtió en princesa cuando se casó con el príncipe Alejandro de Serbia y coordina varias organizaciones humanitarias. También tiene la suya propia, llamada Foundation of Her Royal Highnesses Crown Princess Katherine.
9. Princesa Isabel de Bélgica
Élisabeth Thérèse Marie Hélène, duquesa de Brabante y princesa de Bélgica, es la primera en la línea de sucesión al trono, gracias a la eliminación de una ley que antiguamente no permitía a las mujeres asumir la corona.
La futura reina tiene 20 años y se prepara para su futuro puesto asistiendo a compromisos reales, pero sin dejar de lado su educación, ya que terminó la escuela secundaria en 2020 y actualmente recibe entrenamiento militar, un requisito fundamental para convertirse en soberana.
10. Zara Tindall
Ser nieta de la Reina Isabel II no significa estar en el foco de atención 24/7; también se puede llevar una vida más normal y Zara es el caso. La hija de la Princesa Ana en realidad no cuenta con un título nobiliario por decisión de sus padres, pero sí ocupa su lugar en la línea de sucesión.
Es una reconocida ecuestre olímpica e incluso ha ganado una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
¿Cómo crees que debe ser vivir como una princesa? ¿Qué es lo que harías si fueras una?