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11 Hábitos incorporados a la hora de cuidar la piel y el cabello que deberíamos modificar

Lavarnos la cara y el cabello, limarnos las uñas, aplicarnos un hidratante, maquillarnos... Es posible que cada día de nuestra vida transitemos este rutinario paso a paso. Y también es posible que conozcamos tanto el camino que lo hagamos de manera automática. Pero ¿lo hacemos bien? ¿Te enjuagas la cara mucho tiempo o lo más rápido posible? ¿Cuántas veces a la semana lavas tu cabello? Y el protector solar, ¿cómo y cuándo lo usas?

En Bella y Genial sabemos que, cuando se trata de rutinas de belleza, el orden de los factores sí altera el producto. No da lo mismo usar una crema antes o después, ni limarnos las uñas de cualquier forma o elegir cualquier protector. Por eso, salimos a buscar la opinión de expertos en cuidados de la piel y hemos recopilado esta lista de consejos para ti. ¡No te los pierdas!

1. El orden en el que se aplican los productos para el cuidado de la piel

De acuerdo con una experta en el cuidado de la piel, el orden en el que aplicamos los productos durante nuestra rutina de belleza es muy importante; de él depende si obtenemos buenos o no tan buenos resultados. Primero deben aplicarse aquellos que tienen consistencia más fina, y luego los más espesos.

También es conveniente distinguir la rutina diurna —dirigida a protegerse del sol y la contaminación— de la nocturna, cuando llega el turno de los exfoliantes y reparadores de piel. Según la experta, hay dos regímenes específicos de cuidado:

  • Rutina diurna. El orden en este caso sería: limpiador, tónico, suero antioxidante, crema para los ojos, tratamiento local (si es el caso, como por ejemplo los productos para el acné), hidratante y protector solar.
  • Rutina nocturna. Desmaquillante y limpiador suave, tratamientos con peels o sueros, crema para los ojos y crema de noche o hidratante.

2. Limar las uñas

Casi por instinto, hay quienes a la hora de limar sus uñas, giran la mano con la palma de frente al rostro (imagen a la izquierda) y lo hacen sin un patrón definido. Pues bien, existe una forma adecuada de limarse las uñas, y no es precisamente esa.

La técnica correcta consiste en limar desde cada lado hacia el centro para así lograr un acabado uniforme. Además, es preferible girar la mano con la parte superior hacia arriba y de frente (imagen a la derecha), especialmente si la forma de la uña es cuadrada.

3. Lavar las brochas de maquillaje

La higiene es parte fundamental de la rutina de belleza y esto incluye el mantenimiento de los accesorios que se usan para aplicar el maquillaje, puesto que suelen acumular suciedad y pueden ser los causantes de irritaciones e incluso de algún brote de acné.

Si tienes dudas acerca de cómo hacerlo, considera realizar este paso a paso un día a la semana con todas tus brochas (aunque las uses poco):

  • Toma cada brocha y mójala con agua caliente, manteniéndola en sentido horizontal.
  • Frota las brochas en la palma de la mano haciendo movimientos circulares y utilizando una pequeña cantidad de champú con pH neutro (imagen izquierda).
  • Enjuaga con agua y repite la misma operación hasta que la brocha salga totalmente limpia.
  • Retira el exceso de agua con papel y déjalas secar de forma horizontal sobre una superficie plana, procurando que las cerdas queden fuera de la superficie de apoyo (imagen derecha).

4. Enjuagar el rostro

Los dermatólogos consideran que una buena rutina diaria de cuidado de la piel comienza y termina con un lavado de cara. En ese sentido, deberíamos asegurarnos de realizarlo bien.

La línea de la mandíbula, la línea del cabello y la nariz son puntos que suelen pasarse por alto durante el enjuague, y realizarlo de forma incorrecta puede provocar la acumulación de residuos, lo que obstruye los poros y reseca la piel. Es mejor si nos tomamos el tiempo apropiado y prestamos atención a todas las zonas del rostro durante al menos 60 segundos.

5. Usar protector solar

La aplicación diaria de un protector solar no es negociable, bien sea en un día soleado o incluso en espacios de interior, ya que las pantallas y luces eléctricas pueden emitir un tipo de luz (conocida como azul) que influye en cómo fotoenvejece la piel.

Lo más conveniente es aplicar media cucharadita de protector solar desde las clavículas hasta la frente todas las mañanas.

6. El protector solar que elegimos y cómo lo usamos

Aunque es frecuente escuchar que lo mejor es elegir el protector solar con FPS más alto, hay otros elementos que se deben considerar. Por ejemplo, aunque un FPS de 50 quiere decir que se puede permanecer al sol 50 veces más antes de quemarse que sin su uso, es necesario volver a aplicarlo cada dos o tres horas.

Además, el FPS solo describe la protección contra los rayos UVB, pero para protegerse de los rayos que penetran la piel más profundamente, que provocan arrugas y manchas marrones, debemos buscar la protección contra los rayos UVA, o un producto que se indique de amplio espectro. En cuanto a la más amplia protección, se recomienda el uso de activos de óxido de zinc.

7. La frecuencia con la que nos lavamos el cabello

Un cabello opaco puede deberse a un lavado excesivo. Según un reconocido estilista, es mejor no lavarse el cabello todos los días; incluso, cuantos más días pasen, más fácil de peinar resultará. La falta de brillo puede deberse a la pérdida de los aceites naturales que genera el uso excesivo de champú, así que es mejor limitarlo a solo unas pocas veces por semana.

Como consejo, elige los días de lavado en función de la aspereza y la textura de tu cabello. Si tienes el cabello fino, lacio o graso, la frecuencia deberá ser mayor en comparación con uno espeso, rizado o seco (al que conviene lavar con menor frecuencia).

8. Humectar la piel

Otro de los errores comunes que mencionan los expertos es el de no hidratar la piel mixta o grasa porque se piensa que puede provocar granitos. Contrariamente a esta creencia, no son pocas las veces en que las pieles grasas se deshidratan, por lo que hay que ayudarlas con cremas nutritivas e hidratantes libres de aceite, preferentemente sueros o geles.

9. Cómo tratamos los granitos de la cara

Cuando aparece un granito en la cara, lo primero que deseamos es que desaparezca, y es entonces cuando la ansiedad puede ganar ventaja y hacer que apliquemos productos inadecuados o que simplemente busquemos extraerlo con nuestras manos.

Uno de los productos comunes que se deben evitar es la pasta de dientes. Aunque es cierto que puede secar el grano, también lo hará con la piel que lo rodea; además, puede irritar la piel y provocar que reaccione produciendo más sebo e inflamándose. Tampoco es recomendable limpiar excesivamente el cutis; en cambio, conviene utilizar un producto adecuado para acelerar su curación y mantener los brotes a raya.

10. La cantidad de producto que utilizamos

Otro error común es aplicar muy poco producto en un tratamiento de belleza o ir al otro extremo aplicando en exceso y de igual manera correr el riesgo de perder sus beneficios (además de dinero).

La cantidad de producto que utilizamos debería ser un poco más de la que se indica en la parte posterior de la crema, considerando que todos los rostros son diferentes en tamaño y estado, así como en su capacidad de absorción. Así, por ejemplo, aunque dos gotas de aceite facial pueden ser demasiado para una piel grasa, en una piel seca y deshidratada pueden resultar poco.

11. Productos naturales y preparaciones caseras

En relación al cuidado facial, no hay evidencia que demuestre que los ingredientes naturales sean mejores que los sintéticos. En cambio, sí sabemos que hay flores, raíces y semillas que causan reacciones alérgicas.

Por otra parte, aún no se ha creado ninguna regulación acerca del uso de este tipo de elementos en la piel, de modo que cualquier compañía cosmética podría utilizarlos sin control alguno. Lo mismo sucede con las preparaciones caseras hechas a base de productos comestibles. Lo conveniente en estos casos es recurrir al uso de cosméticos sintéticos y, ante un problema específico, visitar a un dermatólogo.

Bono: Luego de un año de usar protector solar y seguir una rutina para el cuidado facial

¿Qué es lo que te da más pereza a la hora de seguir una rutina de cuidado de la piel? ¿Cambiarías algunos de estos cuidados a partir de ahora?

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