12 Trucos fáciles para lograr que los zapatos no maltraten tus pies

¿No hay nada más emocionante que estrenar zapatos nuevos, verdad? Pero es una lástima que esa emoción se acabe tan rápido. Después de caminar un rato con ellos, nuestros pies comienzan a reclamarnos. Y así, los zapatos que tanto nos gustaron en la tienda, terminan siendo olvidados en una caja en el fondo del armario. Pero no tiene por qué ser así, si seguimos algunos consejos de expertos para hacer que nuestros zapatos sean más cómodos.

1. Haz tus propios calcetines invisibles

Cuando tus pies sudan demasiado, usar zapatos bonitos puede convertirse en un problema. El calzado tiende a deslizarse o a sentirse resbaladizo, y parece que la única solución es usar calcetines que absorban el sudor. Sin embargo, cuando llevamos zapatos altos, es imposible ocultar incluso los calcetines invisibles. Para remediar estos inconvenientes, podemos usar calcetines solo en el segundo y tercer dedo del pie.

2. Coloca esmalte de uñas en tus sandalias

Una manera de evitar las ampollas causadas por la fricción de las chanclas con la piel es aplicar un poco de esmalte transparente en las áreas donde sientes que te roza.

3. Usa un curita para evitar que tu pie resbale

A veces, cuando compramos zapatos nuevos, unos pocos minutos en la tienda no son suficientes para saber si el calzado tiene una plantilla resbaladiza. Si te ha pasado esto, una solución sencilla es pegar una tirita en la plantilla. De esta forma, la superficie rugosa de la tirita ayudará a que tu pie no resbale.

4. Haz tus zapatos más grandes con calcetines

Si tus zapatos están ajustados, una solución puede estar en un cajón. El truco consiste en enrollar varios pares de calcetines y colocarlos en el interior del calzado hasta que ya no quepan más. Déjalos así toda la noche y revisa cuánto se han estirado al día siguiente. Si es necesario, repite el proceso varias veces hasta que el zapato tenga el tamaño deseado.

Pero si no te son suficientes estos trucos, aquí tienes más secretos caseros para que el calzado no te moleste (uno, dos, tres).

5. Para que tus pies no resbalen, aplica un poco de laca para el pelo

En algunos zapatos, los pies tienden a resbalar. Este problema suele darse cuando compramos calzado de una talla más grande o cuando uno de nuestros pies es ligeramente más pequeño que el otro. Para evitar la incomodidad, una solución es aplicar un poco de laca en los pies para que se adhieran al zapato y se mantengan en su sitio.

Por otro lado, toma en cuenta algunos consejos (uno, dos) a la hora de elegir zapatos, pues algunos pueden dañar tu salud.

6. Ensancha tus zapatos usando una papa

No es necesario deshacerte de esos zapatos ajustados si pruebas este truco. Solo tienes que pelar una papa y colocarla dentro del zapato durante toda la noche. Si es necesario, puedes darle la forma de la punta del zapato. La humedad de la papa ayudará a que el calzado se ensanche un poco. Por la mañana, asegúrate de limpiar cualquier residuo.

7. Convierte tu calzado en uno de invierno

En invierno, no siempre queremos usar botas para mantener los pies calientes. Por lo tanto, aquí te presentamos una manera de mantener tus pies calientes en cualquier zapato. Todo lo que necesitas hacer es cortar un poco de tela térmica y usarla como plantilla. Sigue estos sencillos pasos:

• Con la ayuda de un zapato, dibuja su contorno en una hoja de papel.
• Recorta el dibujo y úsalo como patrón para cortar la tela térmica.
• ¡Listo! Usa las plantillas térmicas en todos los zapatos que desees.

8. Utiliza una toalla sanitaria como almohadilla

Si sufres de rozaduras en el tobillo al usar ciertos zapatos, te tenemos una solución fácil y rápida: usa una toalla sanitaria. Corta un pedazo y pégalo en la parte trasera del zapato con la parte adherente hacia el interior. También puedes optar por usar un protector diario. Así crearás una barrera acolchada entre tu piel y el calzado duro.

9. Para que las sandalias no te lastimen, coloca un poco de tela

Dale a tus sandalias un toque de comodidad y estilo al mismo tiempo. Cubre las correas con una tela de algodón para que sean más suaves y no lastimen tu piel. Además, podrás personalizarlas como quieras y darles tu toque personal.

10. Ata tus agujetas como necesites

La manera en que atas tus cordones puede hacer que tus zapatos sean más cómodos. Por ejemplo, si tienes zapatillas y quieres evitar que el talón se mueva y te cause ampollas, puedes seguir estos pasos:

• Inserta la agujeta derecha en el agujero extra del lado derecho y haz lo mismo en el lado izquierdo.
• Cruza los cordones, introdúcelos en el agujero del lado opuesto y átalos.

11. Haz una almohadilla si tu zapato te queda grande

Si tienes zapatos un poco grandes, puedes llenar un poco el espacio de la punta con una almohadilla, una bola de algodón o incluso papel higiénico. De esta manera, tus zapatos estarán más ajustados y cómodos. Es importante recordar retirar el relleno una vez que dejes de usarlos, ya que si se reutiliza, puede oler mal y ser incómodo.

12. Reemplaza las plantillas duras por toallas higiénicas

Si quieres mejorar la comodidad de unos zapatos duros, una solución rápida es utilizar una toalla sanitaria para acolchonarlos. Así, podrás caminar con mayor confort sobre cualquier superficie.