13 Errores de maquillaje que solo le restan puntos a tu belleza
El maquillaje es un aliado para resaltar nuestros rasgos más atractivos y disimular imperfecciones. Bien aplicado, puede hacernos sentir frescas, radiantes y listas para conquistar el día; pero si no lo hacemos de la manera adecuada, es probable que tenga el efecto contrario y nos haga ver cansadas e incluso aparentar más edad.
1. Elegir un tono incorrecto de base de maquillaje
Uno de los productos con los que más equivocaciones cometemos a la hora de maquillarnos es con la base de maquillaje. El error más común es que usamos tonos más claros o más oscuros que el de nuestra piel; esto resalta las imperfecciones y nos hace ver mayores. La base debe adaptarse a tu color de piel para obtener un aspecto lo más natural posible. Lo ideal es probársela en el cuello o en la línea de la mandíbula y elegir la que quede completamente difuminada.
2. Descuidar las cejas
Las cejas son el marco de la cara. Nuestro aspecto depende mucho de cómo las depilemos, peinemos y maquillemos. Es muy importante darles una forma adecuada para no lucir más cansadas o avejentadas, así como maquillarlas con un color adecuado para su forma y tono.
Para maquillarlas, opta por un tono apenas más claro que el de tus cejas y repásalas como si estuvieras dibujando pelitos. Si quieres conseguir un look estilizado, utiliza lápiz delineador o pomada para cejas para rellenar las áreas donde falte vellosidad. Si, por el contrario, buscas un acabado más suave y natural, prueba aplicando maquillaje en polvo con una brocha.
3. Usar un corrector de ojeras con un tono demasiado claro
Cuando se trata de tapar esos molestos círculos negros alrededor de nuestros ojos, solemos elegir un tono más claro creyendo que será bueno para esconderlos. Pero sucede todo lo contrario: tienden a darles un tono grisáceo, lo cual causa que luzcamos más cansadas. El modo más efectivo para disimular las ojeras es aplicar un corrector para neutralizar, seguido de uno en tu tono de piel, después de una capa de base de maquillaje.
4. Aplicar un delineado muy grueso
El delineado de ojos es una de las partes más difíciles de un maquillaje. Requiere prolijidad y buen pulso. Uno de los errores más comunes en este paso es realizar un delineado grueso, dado que hace lucir al párpado más pequeño y cerrado. Tampoco es recomendable delinear la línea inferior ni estirar el párpado. Por eso, es mejor trazar una línea muy fina hacia las esquinas internas y que vaya engrosándose conforme se extiende hacia fuera.
5. Abusar de los brillos
Son muy lindos y nos hacen resaltar, pero procura que no sea por la razón incorrecta. Las bases y sombras que tienen efecto tornasolado o son demasiado brillantes suelen destacar la textura de la piel, así que evita usarlos en las zonas con arrugas y ojeras.
Por otro lado, sabemos que nos gusta mucho la brillantina. Pero las sombras brillantes o con purpurina hacen que tus patas de gallo y bolsas sean más visibles.
En la boca ocurre lo mismo: tanto el gloss como los labiales con acabado vinilo resaltan las arruguitas de la zona.
6. Aplicar mucho rímel en las pestañas
La máscara de pestañas es un gran aliado para abrir la mirada y agrandar el ojo, pero ten cuidado con aplicar máscara en las pestañas inferiores porque enfatiza las arrugas de esa zona.
Por otro lado, es necesario utilizar la cantidad justa de producto para evitar acortar el párpado móvil y cerrar aún más la mirada. De lo contrario, resulta en una capa pastosa en tus pestañas o en un conjunto de bolitas o grumos que dan una apariencia desprolija.
7. Abusar de los productos matificantes
Las bases, los correctores y los polvos matificantes están pensados para acabar con los brillos en la zona T (frente, nariz y barbilla) o para fijar el maquillaje. Pero si no son usados con ese propósito o si se aplican de manera incorrecta, restan luminosidad y ese aspecto descansado en el rostro, además de que acentúan las arrugas de la piel.
Se recomiendan especialmente para pieles grasas y solo en la mencionada zona del cutis. Si tienes piel seca o normal, es mejor evitarlos y procurar el control del brillo mediante una buena rutina de higiene y no con productos de maquillaje.
8. Usar colores de labios muy fuertes y mates
Usar un lipstick mate causa un efecto agrietado que se va acentuando con el pasar de las horas. Si, además, lo aplicas en tonos como el borgoña, el marrón, el vino o el violeta oscuro, puedes lucir cansada y mayor, debido a que los colores muy oscuros resaltan los signos de la edad y le quitan armonía al rostro. Es mejor aplicar un brillo o bálsamo —lo cual les da un aspecto hidratado a tus labios— con color o un labial en tonos neutros.
9. No utilizar una brocha para aplicar la base de maquillaje
Utilizar los dedos para aplicar la base puede provocar efectos no deseados en el acabado, además de que no es muy higiénico. En cambio, recurrir a una brocha ayuda a minimizar el uso de producto y permite lograr un efecto de segunda piel que asegura un resultado pulcro.
Es necesario tener mucho cuidado en este paso, ya que este producto unifica el tono de piel y será el marco sobre el cual se desplegará el resto del maquillaje. Por ejemplo, usar mucha base dará una sensación de “máscara” en el rostro, y hasta es posible que se deposite en tus líneas de expresión y arrugas, acentuándolas.
10. Uso excesivo de polvos bronceadores
Esto puede darle una imagen sobrecargada a nuestro rostro y restarle frescura y naturalidad. Los expertos en maquillaje aconsejan un uso medido de estos polvos, y recomiendan aplicarlos poco a poco hasta ver el efecto deseado. Las zonas donde se deben utilizar son: la línea superior del cabello, de modo horizontal en el centro de la cara (cruzando de lado a lado las mejillas y pasando por el tabique nasal) y en la barbilla.
11. Elegir labiales que difieren mucho de tu tono natural de labios
A excepción del rojo —que siempre sienta bien— elegir un color de labial poco natural o que difiera mucho de nuestra tonalidad de piel puede crear un aspecto menos armonioso, especialmente cuando estamos cansadas. Es importante tener en cuenta el color de piel, de ojos y el grosor de los labios. Por ejemplo, a una persona de piel clara, un labial marrón puede hacerla ver pálida, pero con un tono cereza o fucsia lucirá espectacular.
12. Resaltar ojos y labios a la vez
Aunque las reglas del maquillaje han cambiado y ahora es aceptable llevar los ojos muy marcados y los labios intensos, si tienes más de 30 años, lo único que lograrás con eso será aparentar más edad. Nuestra sugerencia es que mejor solo destaques una de las dos partes del rostro. Si decides optar por una mirada más profunda, acompáñala de un labial nude, y si prefieres lucir unos labios rojo pasión, combínalos con un delineador sencillo o una sombra discreta.
13. No preparar la piel antes del maquillaje
Un buen maquillaje comienza antes de la aplicación de los productos. Es importante primero limpiar y balancear tu piel para retirar los residuos y purificar los poros. Luego vienen los primers. Estos no solo sirven para que tu maquillaje dure toda la noche, sino que también ayudan a disimular pequeñas imperfecciones.
Tan solo tienes que aplicar la prebase sobre la piel bien hidratada y así lograrás que tus arrugas se minimicen, que tus poros se afinen y que tu piel tenga un aspecto más liso.
¿Qué otros errores de maquillaje conoces? ¿Cuáles son algunos tips que sigues para lograr un maquillaje impecable?