Vera Wang, una mujer apasionada que a los 40 años decidió dejar de trabajar para otros y crear su propia marca
Vera Wang inició su propio negocio cuando cumplió 40 años. Con la creación de su marca global, revolucionó la industria de las bodas para siempre. En la actualidad, el nombre de la diseñadora es sinónimo de buen gusto y moda de alto nivel, por lo que no es de sorprenderse que sus clientes sean celebridades de fama mundial.
Vera Ellen Wang nació el 27 de junio de 1949 en Nueva York, en una familia de inmigrantes de China. Su madre trabajaba como traductora para la ONU y su padre era dueño de una empresa médica. La familia vivía en un barrio elegante del Upper East Side.
Según Wang, su educación en la moda empezó gracias a su elegante madre, cuya ropa siempre dejaba huella. “Mi madre era extremadamente controlada, casi impecable. Y yo siempre tiendo a ser un poco más hippie.” Durante sus vacaciones universitarias de verano, la futura diseñadora incluso trabajó como vendedora en la boutique Yves Saint Laurent.
Vera Wang estudió en la Universidad de París (La Sorbona), en Francia, y se licenció en Historia del Arte en el Sarah Lawrence College. Pero en 1971, comenzó a trabajar como asistente en Vogue y rápidamente hizo una carrera, convirtiéndose en la editora más joven de la revista.
“La película El diablo viste a la moda es una versión suave de lo que es trabajar en Vogue”, dijo. “El primer día fui con un vestido camisero y zapatos de plataforma. El editor me vio y me gritó: ’Vete a casa y cámbiate. ¡No nos vestimos así en Vogue!’. Me puse jeans, tenis y una camiseta. Y el resto es historia.”
Después de trabajar en Vogue durante 17 años, dejó el cargo de editora de moda, dando paso a Anna Wintour. Vera también buscó trabajo como directora de diseño en Ralph Lauren. Durante la entrevista, Ralph preguntó: “¿Qué no te gusta de mi ropa?”. Wang consiguió el empleo después de responder: “¿Quiere que le diga lo que quiere oír o la verdad?”. Trabajó ahí por dos años. A los 40 renunció y se convirtió en diseñadora independiente de vestidos de novia.
Simplemente compara un vestido de novia típico y una creación de Vera Wang.
Incluso a los 40 años, Vera no estaba segura de que debía iniciar su propia empresa. Su padre fue quien la impulsó a hacerlo. Él, como empresario, le sugirió a su hija que su negocio sería rentable, porque la gente siempre se casa, lo que significaba que habría un flujo constante de clientes.
“Yo no sabía nada de diseño de ropa. No me sentía lista. Cuando dejé Ralph Lauren, muchas puertas que antes me habían abierto se cerraron de golpe. Bien fuera un fabricante de telas o una fiesta a la que quería ir, porque ahora era (la empresa) muy pequeña.” Vera ha platicado que fue difícil, pero estaba decidida a encontrar algo por lo que se sintiera apasionada y hacer una diferencia, y fue exactamente lo que hizo.
En 1990, la mujer abrió su propio salón en el hotel Carlyle de Nueva York. Un par de años después, su marca comenzó a producir vestidos para eventos sociales. Casi al mismo tiempo, Vera y Arthur Becker adoptaron a 2 niñas: Cecilia y Josephine.
A la edad de 8 años, Vera comenzó a practicar patinaje artístico. En 1968 participó en el US Open e incluso pudo ir a los Juegos Olímpicos, pero no pasó la clasificación. Aunque este fracaso acabó con su carrera deportiva, también empujó a la chica a cambiar: “Tuve un ataque de nervios y pasé un semestre en París. Allí me di cuenta de que me apasionaba la moda”.
El primer vestido de casamiento que creó Vera Wang fue el suyo. En 1989 se comprometió con el inversor Arthur Becker. Mientras planeaba su boda, la diseñadora, de entonces 39 años, se dio cuenta de que no había muchos vestidos de novia para mujeres de su edad. Entonces decidió cambiar la industria.
Con Arthur Becker.
Los vestidos de novia de Vera Wang se han convertido en el sueño no solo de las chicas comunes, sino también de las celebridades. Entre sus clientas se encuentran Victoria Beckham, Gwen Stefani, Mariah Carey, Ariana Grande, Kim Kardashian, Hailey Bieber, Tina Kunakey, Jennifer Lopez y muchas otras famosas.
Vera tiene su propia cuenta de TikTok. Allí sube videos de baile, muestra sus trabajos de diseño y cosas de su propio guardarropa. En una entrevista confesó que si no hubiera sido diseñadora, le habría gustado ser directora de cine.
Curiosamente, en 2009, la diseñadora creó un vestido de novia para una Barbie, y en mayo de 2021, la marca lanzó la muñeca a imagen de la propia Vera Wang.
Barbie con un vestido de Vera Wang y Barbie a imagen de Vera Wang.
El nombre de Vera Wang se menciona a menudo en películas. En la serie de televisión Sex and the city, dos personajes usaron sus vestidos: Charlotte el día de su boda y Carrie Bradshaw durante una sesión de fotos de Vogue.
Blair Waldorf, en la serie Gossip Girl, se casó con un vestido de novia de Vera. Y en la película Guerra de novias, el personaje de Kate Hudson, Liv Lerner, pronunció una frase cómica, que luego se hizo famosa: “No es el vestido Vera Wang el que se ajusta al cuerpo, sino que una se ajusta al vestido”.
Lo más importante para Vera es producir moda que sea funcional, y es aquí donde vemos la influencia del patinaje en sus creaciones. Incluso ha confeccionado trajes para reconocidos patinadores olímpicos, como Nancy Kerrigan, Michelle Kwan, Evan Lysacek, y para jóvenes promesas como Nathan Chen.
“No puedo diseñar nada sin pensar en cómo se verá en el cuerpo de la mujer y cómo se moverá cuando lo esté usando. Cuando diseño un vestido de boda con un bustle, la novia tiene que poder bailar en él. Me encanta la idea de algo práctico que además se vea estupendo”, expresó en una entrevista.
Nathan Chen luciendo un traje Vera Wang personalizado.
Los vestidos de Vera Wang también se ven en eventos importantes como los premios Grammy y los de la Academia. “La comodidad es muy importante para mí. Muchas mujeres que yo vestí se me acercaron después y me dijeron: ’Tu vestido era muy cómodo’”, dijo la diseñadora.
A sus 72 años, este es el consejo de Vera Wang a los jóvenes diseñadores: “No tengas miedo de tomar tiempo para aprender. Es bueno trabajar para otras personas. Yo trabajé para otros durante 20 años. Me pagaron para aprender.”
Estamos seguros de que para muchos, hablar de Vera Wang es hablar de perseverancia, trabajo duro y autoconfianza, aspectos que no dependen de la edad ni de las circunstancias de la vida.
¿Qué opinas de los diseños de Vera Wang? ¿Qué otras historias conoces de personas que hayan logrado sus sueños a una edad madura?