Bella y Genial
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La historia de Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, que enseña que la diferencia de edad en el amor no es un problema

El amor y la edad suelen ser cosas que o se llevan muy bien o todo lo contrario. Mientras que para la sociedad una pareja cuyo rango de edad mutuo es muy diferente se ve como algo inaceptable, para las personas involucradas en la relación lo inaceptable es realmente dejar la oportunidad de estar con tu media naranja por esa razón. Y la historia de los actores Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas es un ejemplo de ello, ya que se llevan 25 años de diferencia y son una de las parejas más estables de Hollywood.

En Bella y Genial, no prestamos atención a los prejuicios, así que te queremos contar sobre este cuento de amor que se mantiene fuerte desde hace 20 años, incluso con la diferencia de edades.

Ella nació el 25 de septiembre de 1969 y comenzó su carrera cuando apenas tenía 15 años. Se hizo popular en su país, Reino Unido, en 1990, en el programa de televisión The Darling Buds of May. Pero el mundo conoció su nombre en 1998, tras su papel en La máscara del Zorro junto a Antonio Banderas. El éxito de ese filme no solo la consagró como actriz, sino que en un evento donde promocionaba la película, conoció a quien sería el amor de su vida, el actor Michael Douglas.

Curiosamente, él también nació un 25 de septiembre, pero 25 años antes que ella. Hijo del recordado actor Kirk Douglas, pasó su niñez entre sets de filmación cuando visitaba a su padre durante sus vacaciones. Él vivía con su madre, ya que sus papás estaban divorciados. De esta manera, comenzó a amar el cine y eligió la actuación como profesión, a pesar de la negativa de su papá. Debutó en 1966, y años más tarde creó su productora cinematográfica: Big Stick Productions.

En 1997, la vida de la actriz dio un giro. Se mudó a Estados Unidos para sumergirse en Hollywood y, de audición en audición, consiguió el papel de Elena en la película del espadachín enmascarado.

Pero no solo tocó el cielo con las manos profesionalmente, sino que su futuro esposo estaba a la vuelta de la esquina. Douglas, que ya era un peso pesado en la industria, quería conocerla tras haberla visto en esa película, aunque ella creyó que era por cuestiones laborales: “Estaba en modo de trabajo e iba a un festival de cine, y ahí es donde se hacen los contratos cinematográficos, la gente se presenta y cosas así. Pensé que quería conocerme para un trabajo, así que nunca pensé: ’Dios mío, quiere salir conmigo’ [...]. Pero pocas horas después, me dijo que quería ser el padre de mis hijos. Así que supuse que eso no se trataba de trabajo”, dijo en una entrevista.

Aunque a ella no le convenció demasiado su propuesta, Douglas comenzó a cortejarla y se hicieron amigos por teléfono, ya que las apretadas agendas de ambos no les permitían estar en las mismas ciudades. Sin embargo, la amistad persistió y más tarde nació el amor.

Dijeron “sí, quiero” en noviembre del 2000, en una gran boda en el Hotel Plaza de Nueva York, en donde no solo celebraron y sellaron su amor para siempre, sino que le dieron comienzo a su familia, pues tres meses antes, ella había dado a luz a su primer hijo, Dylan. El pequeño se unió a la familia compuesta por ellos dos y Cameron, el hijo mayor del actor, fruto de un matrimonio anterior. Años más tarde, en 2003, el retrato familiar se completó con la llegada de su segunda hija, Carys.

Pero en las mejores historias siempre llega un momento de conflicto y, lamentablemente, esta no es la excepción. Su felicidad se vio interrumpida cuando, en 2010, el actor fue diagnosticado con cáncer de garganta. Afortunadamente, pudo vencerlo y lo superó con éxito, y aunque ella lo acompañó, el estrés de la situación le generó desorden bipolar, por lo que decidió internarse en un centro de salud mental para tratarlo.

Esos turbulentos años fueron un desafío para ambos, así que decidieron separarse un tiempo para evaluar y trabajar en su matrimonio.

Pero el amor vence cualquier obstáculo, y su separación fue solo un impulso que los volvió más fuertes, ya que nuevamente apostaron al amor: “Tomó trabajo de ambas partes [...]. Ahora somos más maduros y sabios”, dijo el actor sobre la recomposición del matrimonio. Ella también contó que son una relación muy abierta y que la trasparencia es un factor muy importante para su familia. “Compartimos todo alrededor de la mesa [...]. Creo que así limpias el aire y todos saben lo que está sucediendo”, comentó.

Tal vez ese sea uno de los secretos para mantener en pie la relación y la familia, cuyos hijos ya son jóvenes adultos, e incluso el mayor de todos ya les ha dado dos nietos.

El año pasado festejaron 20 años juntos, y ella admitió que, entre más envejece, más similares se vuelven, ya que siente que el bache de los 25 años que los separa se va achicando cada vez más.

Aunque se lleven dos décadas y media, eso nunca fue un problema: “Históricamente, los hombres mayores y las mujeres más jóvenes han estado juntos. Pero de repente llegas a una generación en la que se convierte en algo extraño. Cuando mi madre me hablaba de los hombres y de las cosas de la vida, en realidad nunca hizo hincapié en las edades. Y es muy divertido, porque Michael y mis padres tienen la misma edad, y cuando nos ven juntos, ni siquiera cuestionan que hay una diferencia de 25 años”, naturalizó. También agregó que su marido nunca le hizo sentir esa disparidad que los separa.

Sus cuentas de Instagram son las encargadas de mostrarnos su maravillosa relación a través de las publicaciones que se dedican el uno al otro, como en su cumpleaños compartido, fechas especiales y acontecimientos importantes de sus vidas. Su familia sigue creciendo y su amor es tan fuerte como al principio, siendo fiel ejemplo de que después de las peores tormentas siempre sale el sol, y que la edad es solo un número cuando hay cariño y comprensión de por medio.

Para ti, ¿cuál es el rasgo esencial para que una relación pueda durar muchos años?

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