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9 Mujeres que dieron vida a marcas de fama mundial, pero pocas conocemos sus caras

Hay ocasiones en las que el nombre de una mujer es mundialmente famoso, pero no ocurre lo mismo con su rostro, que puede pasar desapercibido durante años, y quizá de por vida. Este es el caso de algunas diseñadoras que, debido a sus excepcionales creaciones, construyeron imperios centrados en la moda y la belleza. Puede que hayas oído más de una vez los nombres Coco Chanel, Miuccia Prada o Estée Lauder, pero ¿conoces las caras de estas mujeres? ¿Y su historia? ¿Qué las llevó a dar vida a marcas que aún hoy son tendencia mundial?

En Bella y Genial te invitamos a descubrir la inspiradora vida de mujeres emprendedoras que se han hecho un lugar honorífico en el mundo de la moda. Al final te espera un bono con la historia de la mujer que creó un producto que muchas de nosotras tuvimos en nuestra infancia y que se mantiene vigente en pleno siglo XXI.

1. Coco Chanel

Gabrielle Bonheur Chanel abrió su primera tienda de moda en 1910. En un principio, la marca solo vendía sombreros femeninos, pero en 1921 incluyó el perfume Chanel n.º 5. La fragancia, la cual ella bautizó así porque el 5 era su número favorito, pronto se convirtió en la preferida de las mujeres de la alta sociedad.

Chanel fue conocida por liberar a las damas del asfixiante corsé y proponer un estilo cómodo y elegante a la vez. Su éxito y fama internacional la llevaron a ser la única diseñadora de moda que figura en la lista de la revista Time de las 100 personas más influyentes del siglo XX.

Sabemos que el blanco y el negro fueron los colores elegidos por Coco. Y es que había aprendido a coser en la Abadía de Aubazine, donde pasó su infancia. Allí, las únicas telas que había tenían los colores del hábito de las monjas: blanco y negro. Siguiendo a uno de estos tonos como su norte, creó el famoso Little Black Dress, el clásico vestido negro que marcó un antes y un después en el diseño de moda femenino. Coco había tomado un tono prohibido, hasta entonces asociado con el luto, para transformarlo en un ícono de la moda. Actualmente, la marca Chanel tiene muchas tiendas alrededor del mundo, y su nombre es uno de los más reconocidos dentro de la alta costura.

2. Vivienne Westwood

Vivienne nació en Inglaterra en 1941. Poco más de treinta años después abrió SEX, una tienda especializada en ropa que reflejaba el estilo del movimiento punk. Este fue el sello que distinguió la moda de la diseñadora. Quien la inspiró fue su socio y también pareja, Malcolm McLaren. El artista dirigió e incluso les dio nombre a los Sex Pistols, banda que dominó la escena punk británica en la década de los 70.

Para fines de 1970, la “madre del punk” ya era todo un símbolo de vanguardia. En sus desfiles combinaba sus diseños con maquillajes y peinados extravagantes. En los años 80, la inclinación de la diseñadora por las transgresiones siguió siendo su sello de distinción. Fue así como creó una nueva colección denominada Pirate, dirigida a “héroes bravucones”: piratas, bucaneros y dandis. Tiempo después se inclinó hacia una vereda más tradicional, utilizando clásicas telas británicas, como los diseños escocés y tartán.

Hoy, Vivienne Westwood es una de las últimas compañías de moda independientes, y tiene tiendas en todo el mundo, desde Londres hasta Shanghái. En muchas ocasiones, esta singular y prolífica mujer ha utilizado sus colecciones para concientizar acerca del cambio climático y del cuidado del medioambiente. También es reconocida como una de las diseñadoras de moda más influyentes del mundo actual.

3. Stella McCartney

La diseñadora de moda es hija del exmiembro de los Beatles, sir Paul McCartney, y de la fotógrafa estadounidense Linda McCartney. De niña se crio junto a su familia en una granja orgánica en Sussex, donde aprendió que la vida de cualquier ser vivo es igual de preciada. De allí que se haya convertido en una firme defensora de los derechos de los animales, y esta postura se refleja en sus colecciones, donde está ausente el uso de pieles y cueros.

Su debut oficial en el mundo de la moda tuvo lugar en 1995, cuando se graduó de la escuela Central Saint Martins, y para modelar su colección de graduación invitó a participar a las supermodelos Naomi Campbell y Kate Moss. En 2001, se asoció con Gucci Group y mostró su primera colección en París. A lo largo de su carrera también se unió a otras famosas compañías, como H&M y Adidas.

Desde sus comienzos, su trabajo ha sido constante, variado y prolífico. Con el tiempo fue incursionando en otros ámbitos de la belleza como las fragancias y el cuidado de la piel, pero siempre teniendo como lema el respeto por el medioambiente: todos sus productos son 100 % orgánicos. Celebridades como Dua Lipa y Timothée Chalamet han usado sus diseños sostenibles.

También lanzó una colección de ropa masculina y otra para niños, y fue la elegida para diseñar el vestido de recepción de boda de Meghan Markle, del cual después hizo 46 réplicas para una de sus colecciones. Hoy maneja tiendas independientes distribuidas por los lugares más famosos del mundo, como Manhattan, Londres, Los Ángeles, París, Barcelona, ​​Milán, Roma, Miami y Houston.

4. Estée Lauder

Estée, cuyo verdadero nombre era Josephine Esther Mentzer, nació en Nueva York, y trabajó durante gran parte de su infancia en la ferretería de su familia. Sin embargo, ese estaba lejos de ser su destino. Cuando creció, comenzó a ayudar a su tío, un químico que preparaba y vendía cremas, fragancias, lociones y coloretes. Allí aprendió los secretos de lo que sería su mundo: la industria de la belleza.

En 1946, Lauder fundó junto con su marido, Joseph Lauder, The Estée Lauder Companies. Desde entonces, la empresa de cosméticos no ha dejado de crecer. En un principio vendía solo productos básicos para el cuidado de la piel, como cremas, lociones y aceites limpiadores, pero apenas dos años después ya se había hecho un lugar en la famosa tienda Saks Fifth Avenue de Nueva York.

Con el tiempo, la gama de productos que la compañía ofrecía se fue ampliando con nuevas marcas, como Aramis y Clinique. Aramis fue la primera fragancia prestigiosa dirigida al público masculino que se encontraba disponible en grandes almacenes. Por su parte, Clinique también fue pionera en el mismo sentido: fue la primera compañía de cosméticos femeninos en introducir una segunda línea para hombres.

5. Diane von Fürstenberg

Diane von Fürstenberg pasó a la historia por ser la creadora del famoso Wrap Dress, o “vestido cruzado”, que se convirtió en un ícono de los años 70 y que aún hoy sigue vigente. Esta creación fue el trampolín que la llevó a construir un imperio que hoy puede alcanzar los 450 millones de dólares. Su firma está disponible alrededor de todo el mundo, y sus modelos han sido usados por famosas figuras, como la duquesa de Cambridge, Gwyneth Paltrow, Kate Beckinsale, Madonna, Susan Sarandon y Jennifer Lopez.

En 1969, Diane se casó con el príncipe Egon von Fürstenberg, pero se separó al poco tiempo de establecerse en Nueva York. Fue en 1974 cuando decidió lanzarse por su cuenta al mundo de la moda creando sus propios diseños, y el vestido cruzado fue el as que la exitosa diseñadora escondía bajo su manga.

Por aquellos días, se había dado cuenta de que muchas mujeres se vestían combinando blusas cruzadas y faldas del mismo color, por lo que pensó en transformar esas dos prendas en una. Ligero, cómodo, a prueba de arrugas y adaptable a la figura de cualquier mujer, el Wrap Dress es, definido por su propia creadora, un amigo esperando para ser usado dentro del clóset de cualquier mujer que se levanta por la mañana para ir a su trabajo y necesita algo cómodo y elegante a la vez.

Su éxito fue rotundo: pronto comenzaron a fabricarse cerca de 25 000 modelos por semana. Para 1976, ya se habían vendido alrededor de un millón de vestidos. A pesar del triunfo, Diane dejó la industria de la moda en 1985, y fundó una editorial en París. Poco más de 10 años después, regresó con un remake del inolvidable diseño. Una vez más, su éxito fue arrollador. Actualmente, el catálogo de DVF ofrece también una línea completa de bolsas, zapatos y joyas.

6. Donna Karan

Karan nació en Nueva York, y posiblemente haya heredado de sus padres la vocación por el diseño y la moda. Su madre era modelo, y su padre sastre. En 1984 dejó la compañía de la diseñadora Anne Klein, donde se había formado, para armar su propio negocio. Al año siguiente, mostró su primera colección de ropa de mujer con su propio sello: Donna Karan New York.

El objetivo era preciso y estaba definido en una sola frase: “Diseñar ropa moderna para gente moderna”. La diseñadora se proponía diseñar y vender solo prendas que ella misma estuviera dispuesta a usar. Un tiempo después, cuando ya era apodada “la reina de la séptima avenida”, creó una marca menos costosa y destinada a mujeres más jóvenes: DKNY.

Karan se hizo famosa por su colección femenina Seven Easy Pieces (“Siete prendas básicas”), la cual estaba compuesta por piezas sencillas que, según cómo se mezclaban y combinaban, generaban modelos diferentes para cada día de la semana. Entre los años 80 y 90, toda mujer que se concibiera moderna quería tener uno de sus diseños.

A mediados de 2015 dejó de ser la diseñadora del sello para dedicarse por completo a Urban Zen, una marca que ella misma creó en 2007, pero a la que hasta entonces no le había dado el tiempo que necesitaba. En sus tiendas pueden encontrarse prendas de vestir y muchos productos artesanales, desde joyas y piezas de cuero hasta jarrones haitianos y muebles de madera. Fiel a su estilo, la creadora siempre define a sus productos como básicos y atemporales.

7. Mary Quant

La diseñadora británica se hizo mundialmente famosa por reinventar la moda de los años sesenta. Faldas y vestidos cortos, medias de colores, maquillaje, suéteres acanalados y cinturones a la cadera le daban forma al estilo de su marca, que se proponía representar la estética de los jóvenes y adolescentes nacidos después de la Segunda Guerra Mundial, a quienes les incomodaba la moda solemne, formal y demasiado cara de los años cincuenta.

Para 1955, junto a Alexander Plunket Greene, con quien se casaría dos años después, abrió su primera tienda, Bazaar, en el barrio Chelsea, el cual, por aquel entonces, estaba en pleno auge. La boutique fue un éxito, un punto de reunión entre jóvenes artistas que asistían al lugar atraídos por el estilo que allí se promovía y que proponía un nuevo arquetipo de mujer-niña, muy delgada y de piernas largas, que contrastaba con la voluptuosidad de los cincuenta. A ese estilo querían acceder las figuras más famosas de la época, como Twiggy, Brigitte Bardot y Nancy Sinatra.

Aunque se hizo famosa por la minifalda, muchísimas de las prendas y accesorios que hoy adoramos fueron diseñados por ella: botas altas por encima de la rodilla, mallas de colores, pantalones acampanados, tops calados, la maxifalda (sí, ella también pensó en eso), esmalte azul y delineador de ojos plateado.

8. Jenny Packham

La diseñadora británica es conocida principalmente por sus colecciones de ropa prêt-à-porter (ready to wear o listo para llevar) y vestidos de novia. Fue a fines de 1980 que creó la firma Jenny Packham, en principio dedicada a la ropa de noche y a los vestidos de bodas, que durante mucho tiempo se distinguieron por ser prendas cortas. De hecho, debutó con una colección de vestidos de seda cortos, de color blanco y negro, y decorados con instrumentos musicales. Diez años después, la mujer amplió su marca con una línea de accesorios, y más tarde se animó a la lencería.

Los diseños de Packham son elegidos por celebridades como Miley Cyrus, Angelina Jolie, Jennifer Lopez, Cameron Diaz, Beyoncé, la duquesa de Cambridge, Shakira y Jennifer Aniston.

Por su compleja construcción, sus modelos recuerdan a los que Christian Dior diseñaba en la década de 1950. Ella elige enfocarse en la comodidad, la calidad y la diversidad: sus modelos varían drásticamente temporada tras temporada, sobre todo en cuanto a combinación de telas, patrones y colores, los cuales selecciona inspirándose en indiscutibles artistas: van Gogh, Miró y Gaudí.

9. Miuccia Prada

Es la heredera de Prada, y logró convertir una empresa familiar en un imperio mundial. Según la revista Forbes, su fortuna asciende a 2,8 billones de dólares. La diseñadora italiana incursionó en áreas bastante alejadas del diseño: tiene un doctorado en Ciencias Políticas y estudió Artes Dramáticas en el Teatro Piccolo.

Sin embargo, luego de graduarse eligió dedicarse a algo diferente y tomó el mando de Prada, empresa fundada por su abuelo. Hoy, la compañía pisa muy fuerte en la industria de la moda. Sus prendas divertidas y poco convencionales la hicieron diferenciarse de su abuelo y darle un baño de juventud y extravagancia a la marca.

Miuccia comenzó a trabajar para la firma en 1978. El 1985, llegó su primer éxito: diseñó una línea de bolsos de nailon negros. El modelo era muy sobrio y estaba hecho de un tejido similar al que se utiliza en los paracaídas. Utilizar este material marcó un antes y un después en Prada, que hasta entonces tenía el sello de lo señorial, lo tradicional y lo clásico. Y el resultado fue un éxito. Hoy en día, el nailon sigue siendo el distintivo de la casa.

El impulso del triunfo la llevó a crear la línea de ropa femenina Miu Miu en 1993, apodo de la disruptiva diseñadora italiana. Juvenil, colorida, más comercial y menos costosa que Prada, la firma aparece vinculada a numerosas celebridades como Uma Thurman, Gwendoline Christie, Chloë Sevigny y Alexa Chung. A lo largo de toda su carrera como diseñadora, Miuccia se ha hecho famosa por ir contra las ideas convencionales que el mundo tiene acerca de la belleza. Al parecer, cuestionar los arquetipos le ha dado muy buenos resultados.

Bono: Ruth Handler, creadora de Barbie

La creadora de este icónico juguete, Ruth, nació en Denver, Colorado, en 1916. Veintidós años después se casó con Elliot Handler, un artesano que hacía artículos de regalo. En un principio, la pareja tuvo dificultades económicas, hasta que junto a Harold “Matt” Matson crearon una compañía pequeña que en un comienzo se dedicaba a fabricar marcos. La llamaron, por una combinación de los nombres de ambos, Mattel.

Luego de un tiempo, los socios comenzaron a fabricar casas de muñecas con la madera sobrante del proceso, y se dieron cuenta de que estas tenían más demanda que los marcos. Por eso decidieron concentrarse en la fabricación de juguetes. Matson dejó la empresa al poco tiempo y la pareja quedó al mando. Sin embargo, solo Ruth asumió el manejo de la compañía, y fue ella la que la llevó a la fama mundial.

Durante un viaje a Suiza, Ruth vio a una muñeca muy pequeña llamada Lilli, de pelo sedoso y curvas voluptuosas. En realidad, esta miniatura no era un juguete, sino un artículo inspirado en una tira cómica para adultos. Ruth compró el objeto y de vuelta en su país se puso a trabajar sobre lo que sería el nuevo producto.

En un principio, los diseñadores de Mattel lo rechazaron porque consideraron que no sería aceptado por las pequeñas que soñaban con ser madres. Pero Ruth sabía que eso no sería así, pues su hija, Barbara, prefería menos pañales y más tacones, y armaba muñecas de papel con las que imaginaba un mundo adulto donde podía dedicarse a muchas cosas más allá de la maternidad. Después de varias modificaciones, los Handler presentaron a Barbie en la Feria de Juguetes de 1959, en Nueva York. Llevaba un traje de baño a rayas negras y blancas, un par de zapatos stilettos negros y el cabello sedoso y rubio. El resto es historia. La novedad fue un éxito rotundo y marcó para siempre las horas de juego de las niñas.

¿Cuál es el diseñador o diseñadora que más admiras? Si crearas tu propio negocio, ¿de qué sería?

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