El lado más íntimo de Meryl Streep, madre de 4 hijos y un relato de amor que quizás no conocías
¿Cómo logra una estrella de Hollywood mantener una carrera brillante y una vida personal satisfactoria al mismo tiempo? Meryl Streep, la icónica actriz ganadora de tres premios Óscar, ha sido capaz de lograrlo. Descubre en esta historia el lado más personal de Meryl, su vida como madre y protagonista de una gran historia de amor.
Meryl Streep es una leyenda del cine y una de las actrices más respetadas, admiradas y populares de su generación. En reconocimiento a su impresionante carrera, ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias a las Artes 2023, además de sus numerosos premios y distinciones, incluyendo tres premios Óscar, ocho Globos de Oro, dos BAFTA y tres premios Emmy. Este prestigioso premio será entregado en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo. A lo largo de sus más de cuarenta años en el mundo del cine, ha desempeñado muchos roles notables, pero su papel como esposa y madre de cuatro hijos ha sido particularmente significativo y ha influido en su filmografía. En este artículo, exploraremos su faceta personal más allá de su carrera exitosa.
A sus 73 años, la reconocida actriz de películas exitosas como Los puentes de Madison, Memorias de África y El diablo viste de Prada, tiene muchas razones para estar orgullosa, pero su mayor fuente de orgullo es su maravillosa familia. Meryl Streep construyó su familia con su esposo, el escultor Don Gummer, de 76 años, con quien se casó en septiembre de 1978, solo seis meses después de que su pareja anterior, el actor John Cazale, falleciera a causa de un cáncer de pulmón. A pesar de haber sufrido una gran pérdida, Streep y Gummer encontraron el amor y se convirtieron en una de las parejas más sólidas, respetadas y queridas de Hollywood.
Meryl Streep y Don Gummer se conocieron cuando el hermano de la actriz le ofreció vivir temporalmente en el apartamento de Gummer en Nueva York. En ese momento, el apartamento estaba vacío y el hermano de Streep pensó que sería una buena oportunidad para que su hermana pasara un tiempo allí. Fue cuando Gummer regresó al apartamento que la chispa del amor se encendió entre ellos, llevándolos finalmente al altar para unirse en matrimonio.
Desde entonces, la relación entre Meryl Streep y Don Gummer ha sido un ejemplo de respeto, admiración y encanto para quienes han seguido de cerca su historia. Ambos se han apoyado mutuamente en todo momento, y él ha acompañado a su amada esposa en cada alfombra roja en la que ha aparecido, sin soltar su mano.
Después de recibir su Óscar en 2012, Meryl Streep pronunció un emocionante discurso en el que dedicó unas palabras a su marido, “todo lo que más valoro en nuestras vidas me lo diste, porque puedes ser la actriz más premiada del mundo, pero cuando después de cuarenta años los brazos de ese hombre que te mira enamorado desde la platea siguen siendo ese lugar seguro donde te sientes amada y comprendida, entonces eso y solo eso es el verdadero éxito, y no la estatuilla que tienes entre las manos, por más dorada que sea”. Además, hizo referencia a sus cuatro hijos, fruto de su matrimonio, a quienes considera sus mayores tesoros.
Meryl Streep ha demostrado que es posible conciliar una carrera profesional brillante con una vida personal satisfactoria. Aunque no ha sido fácil, ha tenido que hacer ciertos sacrificios y elegir cuidadosamente cada proyecto para lograrlo. La maternidad cambió su perspectiva en los años 80, cuando dio la bienvenida a su primer hijo, Henry Wolfe, quien ahora tiene 43 años. En ese momento, ella estaba en la cima de su carrera actoral y tomó una pausa de dos años para cuidar a su hijo. Decidió que a partir de entonces, los desafíos profesionales que asumiría no la alejarían de su familia por más de quince días, algo que respetó rigurosamente.
Meryl Streep tuvo dos hijos más después de Henry Wolfe: Mary Willa, también conocida como Mamie, que actualmente tiene 39 años, y Grace, quien celebrará su 37 cumpleaños el próximo 9 de mayo. Con una familia numerosa en casa, Meryl pudo contar con ayuda para las tareas diarias, lo que le permitió tener tiempo para leer guiones y centrarse en su carrera profesional. Su esposo, Don Gummer, jugó un papel fundamental en este aspecto, ya que según las propias palabras de Meryl, le hizo “mucho más fácil seguir trabajando, incluso llevando a los niños al set de rodaje desde que eran muy pequeños”
La última de sus hijos llegó seis años más tarde. Louisa Jacobson nació cuando Meryl Streep, ya estrella de La decisión de Sophie, superaba los 40 años, específicamente a los 42 años. A pesar de su feliz llegada, su carrera profesional se vio afectada por una fuerte disminución en las ofertas de trabajo. A pesar de haber ganado dos premios Óscar en ese momento, la industria cinematográfica solo le ofrecía “papeles de bruja”, dejando atrás los personajes aventureros y heroicos que antes había interpretado. Meryl habló abiertamente sobre esta experiencia, pero no la detuvo en su carrera y compartió su pasión por el cine con sus hijos, quienes también han participado en la ficción interpretando diferentes personajes.
Meryl Streep es una persona que valora el tiempo de calidad con su familia y es consciente de que es su mayor fortuna. Actualmente, es abuela de tres nietos y pronto tendrá un cuarto por parte de su hija Grace. Durante muchos años, Meryl vivió junto a su esposo y sus hijos en una elegante casa en Connecticut, alejada de la ciudad y rodeada por la naturaleza. La propiedad incluía un lago propio y la naturaleza era la indiscutible protagonista del lugar.
En 2017, la ganadora del Óscar compró una casa en Pasadena, California, y poco después puso a la venta su espectacular ático con vistas al río Hudson por 24,6 millones de dólares. A pesar de haber logrado una carrera intachable y haberse permitido lujos, sigue siendo una mujer sencilla, con aficiones comunes como cocinar sus propios platos y disfrutar del arte contemporáneo y la decoración.
En conclusión, Meryl Streep es una actriz de renombre mundial que ha dejado una huella indeleble en la industria del cine. Sin embargo, también es una madre dedicada y una mujer simple, con aficiones corrientes que ha sabido equilibrar su carrera profesional y su vida personal de manera admirable. Su historia personal y su lado más íntimo son un recordatorio de que, detrás de las cámaras y los reflectores, hay seres humanos con una vida propia y una historia personal que contar. Meryl ha demostrado que se puede tener éxito en la carrera profesional y en la vida personal, y es un modelo a seguir para muchas personas.
¿Qué nuevos papeles y desafíos le deparará el futuro a Meryl Streep, una de las actrices más icónicas de Hollywood? ¿Seguirá inspirando a futuras generaciones con su trabajo y dedicación, o dejará de sorprendernos con su versatilidad y talento? Solo el tiempo lo dirá, pero sin duda, su historia nos inspira a sentir que no hay nada imposible para una mujer profesional, madre y esposa.