Colombia gradúa su primer abogade: histórico paso para las personas no binarias
¿Alguna vez has oído hablar del Abogade? Seguro que no, pero prepárate para conocer la nueva tendencia que está revolucionando el mundo profesional. Se trata del primer título profesional emitido a una persona No Binaria en Colombia. Es un hecho histórico que está causando revuelo en las redes sociales. Si te interesa saber más sobre esta nueva forma de inclusión, sigue leyendo.
Alelí Chaparro ha marcado un hito en la historia de la educación superior en Colombia al convertirse en la primera persona en obtener el título de abogade en el país. Este título fue expedido por la prestigiosa Universidad del Rosario, y se ha destacado por ser el primer diploma no binario de pregrado otorgado en ese país.
La entrega de este título es un paso importante en la dirección de una educación superior más inclusiva y respetuosa con la diversidad de género, lo que demuestra que la Universidad del Rosario está a la vanguardia en la promoción de los derechos de las personas no binarias y en la lucha contra la discriminación en el entorno académico. Este logro representa una victoria histórica para la comunidad LGBTQ+ en Colombia, y es un ejemplo de cómo la educación superior puede ser un instrumento para fomentar la igualdad y la diversidad.
El proceso para formalizar títulos no binarios en la Universidad del Rosario es una iniciativa que se comenzó hace unos dos años y es parte de la visión del Centro Rosarista de Diversidad, Equidad e Inclusión PLURALES y del grupo universitario “El Mariposario”. Esta iniciativa tiene como objetivo garantizar la representación y la inclusión de las personas no binarias en la educación superior y en la sociedad en general.
La Universidad del Rosario ha trabajado arduamente en este proyecto, con el fin de brindar una educación inclusiva y respetuosa con la diversidad de género, y de asegurarse de que todas las personas tengan acceso a las mismas oportunidades educativas sin importar su género. El hecho de que Alelí Chaparro haya sido la primera persona en obtener el título de abogade es un hito importante en este proceso, y es una prueba más de que la Universidad del Rosario está comprometida con la igualdad y la inclusión de todas las personas en su comunidad educativa. Este logro es un gran paso hacia una sociedad más justa y equitativa para todos, y es un ejemplo inspirador para otras instituciones educativas en Colombia y en todo el mundo.
“Más que un logro personal, es un avance para todas las personas no binarias que están en la universidad y demás instituciones de educación superior. El diploma o título profesional representa esfuerzo, orgullo y lo más importante, identidad, por lo tanto, valorar esto es primordial”, expresó Alelí Chaparro.
El logro de Alelí, además, es representativo dentro del Plan Integral de Desarrollo de la Universidad, que busca fortalecer la visión y el conocimiento de la diversidad en la comunidad universitaria. El rector de la Universidad, Alejandro Cheyne, aseguró que la inclusión de personas no binarias es uno de los mayores ejes de la institución y que la expedición de este título es un paso significativo hacia la construcción de una sociedad más inclusiva.
“El inicio de este proyecto fue desafiante, ya que era un espacio poco explorado en el país; entonces lo primero que hicimos fue investigar los referentes nacionales e internacionales que nos permitieran identificar aspectos importantes y normativas específicas a nivel nacional”, explicó la funcionaria del centro universitario, Luz Ángela Díaz.
Según lo anunciado por este instituto académico, el Centro de Diversidad, Equidad e Inclusión tendrá a su cargo la tarea de implementar baños para todas las personas, independientemente de su género, así como de adecuar los sistemas de información para reconocer los nombres identitarios. Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos de la Universidad para crear un ambiente de inclusión y diversidad, donde todas las personas puedan sentirse seguras y respetadas en su identidad de género y orientación sexual.
“Hablar del reconocimiento de la identidad de género implica garantizar en todos los espacios de la vida cotidiana lo que muchas personas dan por sentado. Por ello, la Universidad del Rosario da la posibilidad de definir a sus estudiantes, más allá de las imposiciones sociales y los términos de su propia existencia”, comentó, la coordinadora del Centro Rosarista de Diversidad, Equidad e Inclusión, Flora Rodríguez.
Alelí mostró su satisfacción y orgullo al ser una de las pioneras en Colombia en obtener una cédula de identidad con la marca de identidad de género no binario. Además de su logro en la obtención del título abogade, también ha participado en importantes organizaciones sociales, como la Misión de Observación Electoral (MOE), donde ha trabajado en la observación del protocolo para el voto trans en el país, demostrando su compromiso en la lucha por la inclusión y el respeto a la diversidad.
En Colombia, la Corte Constitucional reconoció formalmente cuatro sexos legales, a través del fallo del Tribunal Superior de Medellín. Estos son: masculino, femenino, trans y no binario. Este cambio legal permitió a las personas trans y no binarias modificar su nombre y corregir el componente sexo en la cédula y el registro civil, como parte integral de sus procesos de afirmación de género. Es importante destacar que este avance en la ley ha brindado un mayor reconocimiento y protección a las personas no binarias en Colombia.
Vale la pena mencionar que en diciembre de 2022 se entregó el primer título escolar a una persona no binaria, quien se identifica como “elle alumne”. Para lograr que su diploma de bachiller fuera acorde al marco legal colombiano, esta persona buscó la asesoría legal de una organización no gubernamental. De esta manera, se logró que su título figurara como “Bachillere académique”.
Según la abogada de Colombia, Diversa Beldys Hernández, se presentaron varios obstáculos en el proceso de reconocimiento de la identidad no binaria del alumne que recibió el primer título escolar en Colombia con la denominación “Bachillere académique”. Uno de los principales problemas se encontró en la interpretación de la resolución de la Secretaría de Educación por parte del colegio, ya que esta no permitía adecuar la denominación de género al título. El colegio argumentó que solo podía expedir el documento bajo la figura de Bachiller académico y que no contaba con la competencia para hacer lo contrario.
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