¡Lo que faltaba! Facebook envía solicitudes de amistad en automático
Imagínate estar investigando secretamente un perfil de Facebook, cuidando que no se te vaya ningún “me gusta” por accidente, solo para darte cuenta de que, sin querer, enviaste una solicitud de amistad a esa persona. Eso fue lo que vivieron miles por un error de la plataforma, ¡y quedaron expuestos de la manera más vergonzosa posible!
El 12 de mayo, los usuarios de esta red social se dieron cuenta de que algo estaba mal, ya que notaron que se habían mandado solicitudes de amistad sin que ellos lo supieran. Y no eran invitaciones al azar, sino que más bien iba dirigidas a los perfiles que habían sido visitados recientemente.
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Frente a esta cruel y absolutamente desagradable forma de ser exhibidos, algunos usuarios explicaron que no se trataba de un fallo, sino de una actualización de la plataforma. Por lo tanto, es probable que varios no solo quedaran expuestos, sino que también se dieran cuenta de quiénes visitan su perfil, mientras que otros descubrieron que nadie los estaba espiando.
Una vez que la noticia se difundió y los usuarios se pasaron la voz, también se generó una alerta en Twitter. De esta manera, se aconsejaba evitar visualizar cualquier perfil si no se quería ser descubierto.
En caso de que no recuerdes cómo revisar las solicitudes que te han enviado, es importante saber que puedes hacerlo en la sección llamada “Amigos”. Allí podrás acceder a las solicitudes de amistad que te han enviado y que aún no has aceptado.
Un portavoz de Meta afirmó que hubo una actualización reciente en la aplicación de Facebook que provocó que estas solicitudes se enviaran por error. Al parecer, esta falla ha sido solucionada y pidieron disculpas por los inconvenientes causados.
Probablemente, este chistecito le salió muy caro a más de una personas, pues mientras algunas relaciones terminan por andar chismorreando en varios perfiles, otras acaban por razones aún más absurdas.
Esto puede ser una lección para tener más cuidado la próxima vez que queramos hurgar en cosas ajenas. Sin embargo, esperamos que no vuelva a suceder esto, porque claramente a nadie le gustaría terminar expuesto por accidente.