Un niño mexicano abrió su propia peluquería canina para ahorrar dinero y poder ir a la universidad
Jonathan Oziel tiene siete años y es conocido en su natal Monterrey, México, como el dueño de “Bien bañado WOW”. A tan corta edad, ya sabe lo que quiere y cómo lograrlo. Entre sus sueños está ser veterinario, y para serlo, este pequeño abrió su propio negocio para empezar a ahorrar y no tener dificultades económicas cuando llegue el momento de ir a la universidad.
Gracias a una entrevista en exclusiva con la mamá de Jonathan, Bella y Genial te cuenta más sobre él y su sueño.
El inicio de su negocio
Desde temprana edad, Jonathan ha estado involucrado en los negocios familiares. Uno de ellos fue de pastelitos, el cual inició con su mamá.
Esthreya Salas contó que primero hacían este tipo de postres para ofrecerlos casa por casa en Apodaca, municipio donde viven. Luego, por los tiempos un tanto complicados que le tocó vivir al país (y al mundo entero), le propuso a su hijo cambiar de rubro. “Le dije: ’Piensa en algún negocio, algo en lo que no se invierta mucho’”.
Lo primero en lo que Jonathan pensó fue en bañar perritos. Esto no resultó extraño para nadie, pues él disfruta mucho de cuidar a sus mascotas. Yuma, su perrita mestiza, es testigo de la paciencia y dedicación que el niño posee, ya que cada vez que es necesario, él la asea.
Así, del gusto y amor por los animales, surgió “Bien bañado WOW”.
El anuncio con el que cautivó a sus clientes
Para hacer que su negocio funcionara, Jonathan sabía que debía promocionarse. Fue entonces cuando recordó una de sus clases de primaria en la que le explicaron qué era un anuncio publicitario y cuáles eran sus elementos.
Con los datos necesarios en mente, el pequeño tomó una hoja de cuaderno, plumas y colores, y comenzó a realizar el cartel con el cual daría a conocer su nueva faceta de bañador canino. En este colocó el nombre del nuevo negocio, los diferentes servicios, precios (según los tamaños de los animalitos) y una frase simple que resumía su forma de trabajar. Jonathan escribió: “Se bañan con cariño”.
Una vez hecho el anuncio, su socia (como también reconoce a su mamá) lo publicó en Facebook. Más tarde, lo hizo en el grupo de los vecinos.
El dibujo del pequeño Jonathan funcionó. Varias personas con mascotas empezaron a buscarlo, entre ellas, su abuela, la primera en confiarle a su perrita para bañarla, cepillarla y peinarla.
Diseñadores gráficos y usuarios de las redes sociales también se vieron cautivados por el negocio. Ellos contribuyeron con ideas para crear la imagen representativa e ilustraciones para la página de Facebook de “Bien bañado WOW”, en donde agenda sus citas.
En respuesta, Jonathan les escribió: “Gracias por apoyarme y por agendar citas. ¡Gracias por regalarme estos anuncios tan hermosos! Por el momento, mi mami me dará oportunidad de realizar mi negocio solo los domingos, para no perjudicar en nada mis actividades escolares y personales. Gracias por ser mis clientes 😍💕. Sin ustedes, no podría ver crecer mi pequeño negocio. 🤩😁😃🐶🐕🧼🧽”.
“Hablarles con amor”, la técnica con la que trata a los animales
Jonathan estudia, así que solo atiende a sus clientes los fines de semana, de 10 de la mañana a 5 de la tarde.
Ayudado por su mamá, el pequeño tarda entre una y casi dos horas en bañar a un perrito. Por lo regular, asea a peludos de razas pequeñas y medianas. Esthreya Salas busca que el pequeño pueda divertirse y aprender, pero sin que él o sus clientes corran peligro.
Ella no le quita la intención de trabajar y lo motiva a seguir. Al mismo tiempo, según señaló, le inculca el ahorro.
Por lo visto, el menor ha asimilado bien las enseñanzas, pues ve en su negocio un medio para hacer realidad su sueño: quiere ser “doctor veterinario”. Por lo tanto, guarda lo que gana con los baños para sus estudios.
Hasta ahora, Jonathan ha atendido a más de 20 perritos. El secreto para manejarlos es “hablarles bonito, con amor”, reveló. Además, a él le gusta mucho trabajar con ellos, porque dice que “¡son los mejores amigos!”.
¿Cuáles eran tus sueños cuando eras niño?