Una madre crea muñecos que promueven la inclusión de los niños con discapacidades
Cuando éramos niñas, quizá teníamos un muñeco con el que nos sentíamos identificadas. Para la hija de Clare Tawell, en cambio, no había juguetes que la representaran, pues ella es sorda. Fue así como Clare decidió fabricar muñecas únicas, con audífonos y otros complementos, con las cuales los pequeños con discapacidad auditiva, visual y otras pudieran sentirse a gusto.
Al poco tiempo, esta mamá emprendedora abrió BrightEars, un lugar que cuenta con juguetes pensados para niñas y niños con capacidades diferentes. En Bella y Genial te contamos su conmovedora historia.
Clare empezó la búsqueda de un juguete igual a su hija
Ninguna tienda vendía o fabricaba muñecas que se parecieran a Tilly. Esto realmente molestó a Clare, pues la falta de interés en crear juguetes para niños con alguna discapacidad era una forma de ignorarlos. “Era como si ella no importara porque no se ajustaba a lo que la sociedad considera ‘normal’, así que para qué molestarse en reconocerla”, nos contó.
Clare no tenía el tiempo para esperar a que alguien más llegara al mercado con el juguete que ella y su hija de cuatro años necesitaban. Fue así como diseñó su primera muñeca. “¡Estaba un poco irregular en los bordes! Pero esta muñequita tenía los mismos audífonos que mi hija. Cuando Tilly la vio, se enamoró completamente de ella”, recordó.
Más padres comenzaron a pedirle muñecas para sus hijos
Poco después de su primera creación, las mamás de otros pequeños le preguntaron si podía hacer muñecas para ellos. Clare, quien trabaja como tecnóloga de radiación, dijo que sí y comenzó a utilizar su tiempo libre para modificar muñecas y venderlas a aquellas familias que se sentían en la misma situación que ella.
El nombre que le dio a su tienda en línea fue BrightEars (Orejas brillantes), y surgió porque Tilly y ella adornan sus aparatos auditivos con estampas que van desde unicornios hasta dinosaurios. “Sus aparatos son diseñados a propósito para que sean coloridos y llamativos, esencialmente. Son parte de ella y no quiero que se avergüence de ellos o que sienta que tiene que esconderlos. Ella es orgullosamente sorda”, añadió.
“No nos vamos a esconder con nuestras ’diferencias’, tenemos derecho a ser reconocidos y ¡estamos orgullosos!”
Con el tiempo, la tienda de Clare pasó de tener una muñeca con aparatos a una gama de muñecos que no solo empoderan a los niños, sino que también promueven la inclusión a través del juego. Ella explica que el acoso, a menudo, proviene de la ignorancia, y solo a través del conocimiento puede superarse.
Clare sigue trabajando desde la mesa de su comedor, que es básicamente su empresa. Hasta ahora ha hecho unas 3000 muñecas.
Si bien su negocio ha crecido, su principal objetivo sigue siendo el mismo con el que empezó cuando se trataba solo de un pasatiempo: “Gritar en voz alta que no nos vamos a esconder con nuestras ‘diferencias’, que estamos aquí, existimos, tenemos derecho a ser reconocidos y ¡estamos orgullosos!”.
¡Qué genial poder contar con muñecos para cada niño según sus necesidades! En tu opinión, ¿en qué otras áreas la industria de los juguetes debería ser más inclusiva?